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Lidia Aguilera:insinuaciones del paisaje
28May
Artículos

Lidia Aguilera:insinuaciones del paisaje

Por Toni Piñera / Fotos Cortesía de la artista

Al enfrentarnos a una obra de la creadora, reconocemos que no sólo es forma en el espacio y de oposiciones: objeto-sombra, figuración-abstracción sino materia que se realza, enaltece y proyecta. Un diálogo de asociaciones…. Esculturas/ensamblajes, de cuidadosa elaboración, de realización lenta y trabajosa, que al igual que el gesto de ese tejido ha sido su vida artística.

El tiempo pasa y la artista sigue impertérrita en su lugar. No parece que el tiempo corre por ella y su obra. Cada día más joven, su trabajo escultórico alcanza nuevas cimas y nos atrapa con su singularidad. Que Lidia Aguilera (Santiago de Cuba) experimente la sensación de estar siempre empezando su dilatada y rica carrera, es una buena señal para reconocer que es una creadora inteligente/ original. Pues, al observar sus objetos escultóricos, junto al placer que provoca en nuestros sentidos la consonancia entre un concepto y una imagen depurados, salta a la vista... la contemporaneidad.

Los invito a deslizar la mirada/mente por sus más recientes creaciones reunidas en una exposición, donde la madera regresa como protagonista de sus historias, y que bajo el título de Juego de formas nos “atrapa” en sus redes artísticas, en su estudio-taller Lidiart (Monserrate no. 411 entre Obrapía y Lamparilla, La Habana Vieja).

 

obra en exposición

 

En el siglo XX la escultura tuvo ya que negar muchos de sus principios, y operar en dos sentidos diferentes, provocando nuevas formas de verla. Y nuevos problemas escultóricos se plantearon entonces: la noción del espacio frente a la idea del volumen encerrado por el contorno de la obra, la masa se sustituyó por el vacío, la opacidad por la transparencia, el volumen por la superposición de planos… Por eso, desde hace muchos años se decidió por el verbo “ensamblar”, y reciclando variados materiales: aluminio, acero, y también la madera, muchas veces desechados por  la industria…, le entrega una nueva vida para relacionarse con el medio ambiente. Una manera de hacer conciencia al hombre de lo que es el desperdicio en este mundo caótico, y hacer arte de belleza estética con ellos.

Novedosa resulta la obra en este contexto por hacer concordar en ellas (arte, material y resultado), de forma diferente. En general, este tipo de obras son, en la actualidad, geométricas o abstractas, pero no figurativas. Y Lidia Aguilera las resuelve de forma contemporánea a partir de la tradición, incluso en su propio contenido. Pero ¡cuidado!, a pesar de ser una creadora del siglo XXI trabaja a la manera medieval o renacentista. Las realiza con sus propias manos, un valor extra que se acumula y resulta poco común en estos tiempos. En la piel de estas piezas están sus huellas, que las acercan a la vida cotidiana-real, no ocultando el método, la técnica ni tampoco el esfuerzo que generan estos trabajos. ¡Pueden palparse las venas de la creación! Un cierto aire “oriental” se desliza por estos ensamblajes que convocan la Naturaleza en sus más variadas acepciones del paisaje: árboles, montañas, visiones y rasgos nos traspolan a sitios idílicos, que permeados de sus sueños/imaginaciones/sentimientos, recuerdan siluetas de la  Naturaleza.

Vivir en su tiempo y ver más allá, experimentar con las formas más recónditas, huir de lo convencional, jugar con el arte y los materiales, contrastar lo diverso, son características que emergen al contacto con las piezas de la escultora, pintora y dibujante, que en su trayectoria ha dejado huellas como fundadora de talleres y espacios donde reverdece siempre la creatividad, entre muchos otros basta recordar el Colectivo de Artes Plásticas de 10 de Octubre, catalogado como un hecho cultural, en la Plástica Cubana en 1990.

Ella quiere y lo logra, que las miradas se detengan y sueñen, piensen y vivan ante ellas… Son, en una palabra, productos estéticos que se transforman en objetos escultóricos que llevan a nuestros ojos a fijarse en los bordes, a reclamar la atención en el espacio circundante, transformadas por la mano del artista en símbolos, como insinuaciones, ante las cuales nuestra vista y nuestro cerebro deben responder completando los significados de las muy diversas interpretaciones…

 

Obras en exposición

 

Lidia Aguilera, POR DENTRO   

Su formación escultórica se desarrolla en la Escuela Taller Clara Zetkin y en la Academia San Alejandro. Es miembro de la UNEAC y de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos de la UNESCO (AIAP). Fundadora de la Asociación de Artesanos Artistas (ACAA) y miembro de su Consejo Nacional.

Tiene a su haber más de 30 exposiciones personales desde 1982 acá en México, España, Estados Unidos y Cuba, así como más de 200 colectivas.

Tiene obras emplazadas en Nicaragua, Venezuela y Cuba, y en decenas de colecciones sociales y privadas en países de Europa, América Latina y el Caribe, Asia, Estados Unidos. Cuenta, además con disímiles premios y reconocimientos en Cuba y allende sus costas.