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La cultura y el bolsillo
27October

La cultura y el bolsillo

El XIII Congreso Iberoamericano de Pensamiento, uno de los eventos que constituyen la columna vertebral de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, abrió sus puertas en el centro de convenciones del hotel Pernik de la ciudad de Holguín. Este encuentro de investigadores, académicos y creadores, «de manera estratégica, cada año se orienta hacia temas de importancia global, y abre el debate hacia un diapasón más integrador y diverso».

Juan Ramón Quintana Taborga, embajador del Estado Plurinacional de Bolivia; Julio César Caballero, primer secretario del Partido Comunista en el municipio Holguín; Faustino Fonseca Perea, director de Relaciones Internacionales del Consejo de Administración Provincial; Ángel Graña González, vicepresidente de la Fundación de la Naturaleza y el Hombre, y Eduardo Ávila Rumayor, director de la Casa de Iberoamérica —a la que, en su aniversario veinticinco, se le dedica este año la Fiesta—, entre otras autoridades del Ministerio de Cultura, el Partido y el Gobierno, estuvieron presentes en el acto inaugural.

Ávila Rumayor, al dejar inaugurado el Congreso, apuntó: «Siempre nos vamos de un año para otro con la preocupación de que esta sala se nos va quedando pequeña. Sigue creciendo la capacidad que tiene el congreso de convocar a los intelectuales cubanos y de otros países. Van a ver que estamos hablando de cultura iberoamericana y vamos a tener hoy una conferencia sobre la economía cubana lo más ajustada posible a la realidad que tenemos. Lo que pasa es que todo lo que hoy estamos haciendo, diseñando o pensando en términos culturales, en términos de sociedad, en términos de nación, por fortuna pasa también por los términos económicos, y ese es uno de los debates que se imponen en nuestro país».

Lo cierto es que por espacio de una hora, los participantes en el Congreso Iberoamericano de Pensamiento —un evento en el que normalmente se habla de experiencias culturales, de creación, de la comunidad como centro de múltiples manifestaciones artísticas— oyeron argumentos sobre economía, un tema… también cultural. Y si no pregúntenle a Juan Triana Cordoví, doctor en Ciencias Económicas del Centro de Estudios de la Economía Cubana, quien tuvo a su cargo una disertación que puso en su justo lugar a muchos aspectos que no pocas veces son discriminados cuando de trazar políticas culturales se trata, pero que siempre, de una u otra manera, influyen o determinan en estas. No en balde el propio Triana confesó que le resultó muy raro que lo invitaran al evento para hablar del tema.

Cientos de datos —no siempre expuestos públicamente— fueron revelados ante el auditorio para ilustrar la difícil situación económica por la que atraviesa el país y que impactan con fuerza en todos los sectores de la sociedad, y que para el de Cultura significa desde el sostenimiento de la enseñanza artística en decenas de escuelas de arte, hasta la organización de eventos como este.

Arte por Excelencias, que en sus páginas ha revelado en diversas ocasiones la interrelación cultura-mercado, estuvo presente en el enriquecedor intercambio con Juan Triana Cordoví, y, concluida su conferencia, lo abordó para que nos contestara una sola pregunta: ¿cómo se inserta la cultura en el proyecto de sociedad próspera y sostenible que nos hemos propuesto construir?
«Es un imperativo que se inserte —responde el doctor en ciencias económicas—, porque es un elemento decisivo de la formación y el crecimiento del ser humano; tiene que estar ahí, no queda otro remedio. Si lo vemos desde la perspectiva económica, la cultura, hoy por hoy, puede ser un segmento que aporte significativamente a la economía cubana. Habría que trabajar muchísimo, como es lógico, hay que mejorar un sinnúmero de cosas, pero si nosotros pudiéramos, desde otras actividades, integrar mejor la cultura artística, el país ganaría mucho. Es una asignatura pendiente, por ejemplo, la integración entre cultura y turismo, no solo por la cultura misma, sino por lo que esta representa como valor agregado al producto Cuba. Eso no lo tenemos todavía bien incorporado a nuestro pensamiento».
 

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