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El trabajo absoluto de Juan Luis Moraza
18January
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El trabajo absoluto de Juan Luis Moraza

La recopilación de obra de Juan Luis Moraza cobra vida en el Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa, hasta el 3 de marzo. Esta muestra, alterna el trabajo del ya consolidado artista, y obra nueva, que respalda sus ideales sobre el concepto de trabajo absoluto. De cómo esta práctica se ha convertido en nuestro modo de vida y se ha implantado en la sociedad más actual.

 

Juan Luis Moraza, Vitoria 1960. Es ya un reputado artista, en el panorama artístico más contemporáneo. La obra de Moraza, se ha desarrollado básicamente en el campo de la escultura, no quitando así protagonismos  a las distintas disciplinas, con la integración de estas a sus instalaciones. La pintura, la implantación de objetos o el material audiovisual, hacen que la obra de Moraza se expanda en diferentes registros, técnicas y contextos. Dichas prácticas le han posicionado como un referente a la hora de influenciar a toda una generación.

 

Ha realizado más de 20 exposiciones, tanto colectivas como individuales en los últimos años, en ciudades como Madrid, Barcelona, Nueva York, Venecia, Buenos Aires o Chile, y su obra, ya forma parte de ciertas colecciones públicas y privadas. Para esta muestra en concreto, el artista explica el concepto de trabajo apoyándose en diferentes escenarios de la sociedad más actual, ug of Work, Erosis, Calendario de fiestas laborales, República, Software, Anormatividad y La fiesta como oficio. 

 

La idea que nos presenta el autor es cómo afrontar el día día frenético de la sociedad actual. Como el individuo, desarrolla el concepto de “trabajo absoluto” en todos los campos de su vida, tanto personal como profesional. Cada día, alimentamos en nuestro interior las obligaciones a las que nos sometemos, trabajamos las emociones, el cuerpo, las relaciones sociales y laborales, la imagen que proyectamos de nosotros e incluso programamos nuestro descanso. Con esta dinámica monitorizamos nuestro día a día relevando estas funciones a al categoría de obligaciones.

 

El comisario Antón Castro, ha ejecutado un recorrido en el que se puede apreciar la desconfianza del artista ante dicha sociedad, que nos incita a ser competitivos y a desarrollarnos como autómatas, siendo así la pereza penada por el pensamiento colectivo. Como “premio” el sacrificio y el esfuerzo, premian al individuo con valores que dan sentido al trabajo constante de nuestras mentes. Es una valiosa crítica social, a la rutina que desarrollamos día a día . Una muestra que no os podéis perder. 

 

 

Fuente: http://www.art-madrid.com