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Medina Azahara, nuevo Patrimonio Mundial de la Unesco
12July

Medina Azahara, nuevo Patrimonio Mundial de la Unesco

Por Yordanis Ricardo Pupo / Fotos: © Madinat al-Zahra Archaeological Site (CAMaZ)/Unesco

Con la declaración del yacimiento arqueológico de Medina Azahara como Patrimonio Mundial por la Unesco, Córdoba se sitúa en la cúspide de las ciudades con más sitios con esta condición. La llamada “ciudad brillante” se suma a la Mezquita-Catedral, su Centro histórico y al Festival de los Patios, que se celebra cada año durante la primavera.

En su 42° Convención del Patrimonio Mundial, realizada en Manana, capital de Bahréin, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha incluido 19 nuevos sitios al listado de Patrimonio Mundial. Una amplia delegación española viajó allí para apoyar la candidatura de la antigua ciudad palaciega, construida a mediados del siglo X por la dinastía omeya, como sede del califato de Córdoba.

Gracias a su ubicación privilegiada, a unos ocho kilómetros al oeste de Córdoba, a los pies de Sierra Morena y sobre el fértil valle del río Guadalquivir, Madinat al-Zahra fue una de las urbes más bellas y prósperas de su  época, pero su esplendor solo duró unos 80 años. Durante la guerra civil que terminó con el califato, entre 1009-1010, fue saqueada y sumida en el olvido, hasta su descubrimiento a principios del siglo XX.

En el informe previo a la convención, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), declaró: “tras un análisis comparativo realizado tanto a nivel nacional como internacional, se ha llegado a la conclusión que, junto a Medina Azahara, únicamente Samarra (Irak) representa ejemplos bien conservados de ciudades califales. Además, de todas las ciudades califales, esta es la única que ofrece testimonios de la cultura y el conocimiento de la civilización islámica que llegó a Europa”.

 

La civilización del califato de Córdoba en tiempos de Abd-al-Rahman III (óleo, 1885). Dionisio Baixeras Verdaguer
La civilización del califato de Córdoba en tiempos de Abd-al-Rahman III (óleo, 1885). Dionisio Baixeras Verdaguer

 

ICOMOS también reconoció que “la propiedad nominada contiene el diseño urbano de una ciudad completa, que ofrece una visión general de la cultura de un civilización desaparecida en la cima de su gloria, gracias al excepcional estado de conservación de la áreas circundantes y sus restos. Es el único ejemplo sobreviviente en Europa de una ciudad de estas características y la única de este período histórico de la cultura islámica. Además, ha estado oculta por casi un milenio, lo que significa que no hay construcciones posteriores”.

O sea, que es el único ejemplo de una gran ciudad califal, de la cual se conservan restos arqueológicos, más antiguos que la Alhambra de Granada o la Mezquita de Córdoba,  representando completamente la civilización islámica y sus primeras fases e influencia cultural en la Península Ibérica.

En la época de mayor esplendor político, social y económico de la España musulmana, Córdoba era la ciudad más avanzada de Europa, y Medina Azahara, símbolo del poder de su Califa. Desde el Gran Pórtico, partían las expediciones militares contra sus vecinos cristianos y del Norte de África, y por allí entraban los  embajadores y emisarios de otros reinos, que debían atravesar todo el recinto para, finalmente, ser recibidos en el Salón Rico (Sala de Abd-al-Rahman III), rodeados de columnas y capiteles exquisitamente labrados, de arcos que alternaban el rojo el blanco…

 

Decoración de los arcos de la casa de Ya'far
Decoración de los arcos de la casa de Ya'far

 

La ciudad regia se construyó en tres grandes terrazas, cercada por fuertes murallas y ocupada por jardines, casas privadas, edificios públicos y militares y cuartos domésticos. En la parte más alta se encontraba el Alcázar, residencia del califa Abderramán III, “representante de dios en la tierra y guía de la comunidad musulmana”.

Luego estaba la zona oficial (Casa de los Visires, cuerpo de guardia, Salón Rico, dependencias administrativas, jardines...) y, finalmente, la ciudad y la Mezquita Aljama, separadas de las dos terrazas anteriores por otra muralla específica para aislar el conjunto palatino. Algunos de aquellos hermosos edificios, cuyos vestigios aun hoy podemos disfrutar, pertenecían a altos dignatarios, como la casa de Ya´far, chambelán de la corte o la llamada vivienda de la Alberca.

Jardines altos
Jardines altos

 

Contaba, además, con otras dos mezquitas, e infraestructuras como carreteras, puentes o sistemas hidráulicos, jardines y edificios con elementos decorativos y objetos cotidianos, que permiten conocer a fondo el esplendor de la desaparecida civilización islámica occidental de al-Ándalus.

El pasado año, 186 mil personas visitaron el mayor yacimiento arqueológico de España, con 113 hectáreas de superficie amurallada, declarado Bien de interés cultural en 1923. Aunque hasta la fecha, solo el 10% del área urbana (alrededor de 12 hectáreas) ha sido excavada, principalmente la zona del palacio fortificado y la Gran Mezquita.

 

Vista aérea de la Ciudad Califal de Medina Azahara
Vista aérea de la Ciudad Califal de Medina Azahara

 

Según declaraciones de su director, Alberto Montejo, al ABC de Sevilla, la prioridad ahora es terminar la restauración del Salón Rico y la vivienda de la Alberca, así como la recuperación del acceso peatonal al yacimiento, que fue “la entrada original a la ciudad palatina y que permitirá entender mejor la organización y sentido de Medina Azahara como escenificación del poder califal, en la que ibas ascendiendo poco a poco en la estratificación social y física”; actualmente, el recorrido se hace a la inversa, comenzando en la Puerta Norte.

También tendrán que cumplir con algunas de las recomendaciones de la Unesco, que volverá a evaluarlos dentro de seis años. Entre ellas, usar el nombre árabe Madinat al-Zahra, asegurar un adecuado financiamiento para la propiedad (actualmente se mantiene con fondos de la Junta de Andalucía, la visita es gratuita para los ciudadanos europeos y los extracomunitarios solo pagan un euro con cincuenta) y hacer un control exhaustivo de las parcelas colindantes, para asegurar que el desarrollo urbanístico tenga un impacto paisajístico mínimo.

De los 19 nuevos sitios Patrimonio de la Humanidad declarados en 2018, trece son culturales, tres naturales y tres mixtos. entre ellos están la Catedral de Naumburgo (Alemania), Sansa- monasterios budistas de las montañas de Corea, la Ciudadela antigua de Qalhât (Omán), Aasivissuit-Nipisat-Cotos de caza marítimos y glaciares de los inuits (Dinamarca), el Parque Nacional de Chiribiquete -“La maloca del jaguar” (Colombia) y el Valle de Tehuacán-Cuicatlán: hábitat originario de Mesoamérica (México).

La Lista tiene en la actualidad un total de 1092 sitios, repartidos en 167 naciones. Con la inscripción de la Ciudad Califal de Medina Azahara, España se ubica en tercer lugar entre los países con más Patrimonios de la Humanidad del mundo, sólo detrás de China e Italia.

 

Vista aérea de la Ciudad Califal de Medina Azahara
Vista aérea de la Ciudad Califal de Medina Azahara