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La escultura que seduce en la Plaza Vieja de La Habana
19March
500 Aniversario

La escultura que seduce en la Plaza Vieja de La Habana

Cientos de visitantes detienen su paso para admirar una singular escultura ubicada en La Plaza Vieja en el Centro Histórico de la capital de Cuba. Es la relación de una mujer y un gallo con su destino y quizás con la vida misma de la ciudad. Emplazada en mayo de 2013, es obra del Premio Nacional de Artes Plásticas, Roberto Fabelo. 

Está totalmente rapada, desnuda, con tacones, lleva un tenedor como lanza y monta majestuosamente un gallo. Así es la mujer que sale al paso en uno de los extremos de la Plaza Vieja, la tercera creada en la ciudad y una de las más populosas del Centro Histórico de La Habana.

Pero no es una mujer cualquiera. Es una domadora, una guerrera pero en pose serena, natural y sin miedos. Y para muchos, es la representación de una ciudad –La Habana- que ha sabido sortear las vicisitudes de cada siglo, de cada época. Esta mujer, representa a la cubana, a la ciudad, a las tradiciones culinarias de una Isla y es el carácter de su gente.

Roberto Fabelo, uno de los artistas de la plástica más importante de la Isla no cede en su simbolismo. Quienes conocen y siguen su obra saben que el gallo es muy recurrente para él. Imagen de gallardía, de hombría. Pero esta vez, una mujer domina y lleva el control.

Varios años atrás, el artista y el Historiador de la Ciudad de La Habana, el doctor Eusebio Leal Spengler, habían valorado la idea de ubicar una escultura de Fabelo que fuera un torso de sirena. Una obra que tuviera que ver con la cercanía del Centro Histórico al mar. Pero tal iniciativa no sucedió. En cambio, el creador hizo la figura de una mujer sobre el gallo y pidió donarlo a La Habana. Inicialmente, la figura se modeló en barro y se fundió en bronce, en Estados Unidos.

Posteriormente fue ubicada en uno de los extremos de la plaza y fue un proyecto sumamente acertado. El lugar que es hoy un original centro cultural y de ocio en la ciudad, ahora lleva la huella de un artista cubano, renombrado dentro y fuera de Cuba.

Quienes recorran la mítica plaza habanera, no solo podrán visitar la Fototeca de Cuba, la Cámara Oscura, la Vitrina de Valonia o el Museo de Naipes. Ahora se encontrarán con una de las esculturas más imponentes de La Habana.

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