Trinidad: Raíz e Identidad, se llama la exposición fotográfica, inaugurada este 12 de enero a cielo abierto en la Plaza Mayor, en ocasión del aniversario 506 de la fundación de la Villa de la Santísima Trinidad.
Las fotos son del reconocido artista Raúl Abreu Acuña, quien durante años ha tomado instantáneas de la identidad trinitaria y ha logrado plasmar las raíces de ese pueblo espirituano para inmortalizar personas y lugares.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo del Doctor en Ciencias, Arquitecto Duznel Zerquera, conservador de la ciudad de Trinidad, quien aseguró a los presentes que “Las ciudades, siempre se ha dicho, son mucho más que las casas y los muros que las definen: son las personas que le proporcionan calidez a las calles, que convierten una casa en un hogar y que llenan de alegría los espacios públicos. Las ciudades son las personas que transforman el pasado para convertirlo en el presente de su realidad y continuar caminando hacia el futuro”.
El Conservador observó que Trinidad es mucho más que las tipologías del periodo colonial. “Trinidad es la expresión cultural de sus habitantes, la trasmisión de la historia de más de 505 años, y mucho más que el estigma de haber estado detenida en el tiempo. Hoy, la tercera villa fundada por los españoles se despoja de toda esa abulia para ser más creativa que nunca. Hecho reconocido por la Unesco el pasado 30 de octubre de 2019”, dijo.
“Esa vorágine fue captada por el lente atento de Raúl Abreu, uno de sus más fieles admiradores, y nos la presenta en nueve conjuntos que componen un paisaje cultural excepcional donde el Valle y la Ciudad conversan a través de los símbolos que la población reconoce como suyos: el mar, el monte, las iglesias, el jigüe fundacional, las nuevas generaciones” explicó Zerquera sobre el fotógrafo.
Y llamó a observar en las fotos aspectos de la vida que pueden pasar inadvertidos en la cotidianeidad: “En estas instantáneas Trinidad alcanza otra dimensión que a veces, por cotidiana, se pierde ante los ojos de quienes la vivimos y es que la grandeza de la herencia preservada y hoy restaurada y conservada, queda vacía si no tiene en el centro de su actuar el pensamiento de protección del humano”.
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