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Día de la poesía: ser mujer en verso
21March
Artículos

Día de la poesía: ser mujer en verso

Es otra forma de expresarse. Es unión y generación. La poesía ante todo es hermandad, conocimiento y desconocimiento de uno mismo y del entorno. Es mirar a la musa y entender todo lo que es correcto. Y lo que no. La poesía es un cantar de versos sin sentido, y con mucho de este mismo. La poesía es un arte que se celebra el día 21 de marzo en el Día Mundial de la Poesía. Patrimonializado por la UNESCO, el objetivo principal de celebrar este día es darle vida y voz a la diversidad lingüística del planeta a través del arte. La propia organización insiste en que, si la literatura es el denominador común de la humanidad, la poesía supone un “poderoso catalizador del diálogo y de la paz”. Es que la poesía de mil ritmos, acerca a las personas a través de la sílaba, el amor, la creatividad y la protesta de todas juntas. También se pretende fomentar la escritura y la lectura, por tanto, la cultura y la sapiencia. Hace este año 25 que se celebra el Día Mundial de la Poesía con la llegada de la primavera. Fue en 1999 que se decidió la necesidad de esta conmemoración artística en la 30º Conferencia General de las Naciones Unidas en París.

Por todo el mundo se celebrarán los versos en este día. En la capital española se llevarán a cabo algunas actividades, como el recital que se tendrá lugar en la Biblioteca Miguel Hernández, en Puente de Vallecas, que reunirá a poetas y poetisas de todas las generaciones, ideas y clases. Porque ante todo la poesía es hermandad. Universidades como la Complutense celebran encuentros poéticos en las facultades de letras. En otros espacios madrileños se da libertad a la expresión poética a través de las administraciones de cada barrio o municipio. En estos se tirará del hilo de marzo como mes conmemorativo de la mujer.

Así es, el 21 de marzo es día de dar voz al sector más inmovilizado de la poesía: las mujeres. Históricamente opacadas y desentendidas por parte de quienes las consideraban musas, espejo de la belleza, pero nunca fuente. Hoy hemos recuperado sus figuras, las abrazamos y celebramos como al resto de poetas. Por eso, enamorarse la poesía iberoamericana no resulta para nada complicado, más aún cuando se celebra la feminidad, la sexualidad, la bendita confusión y que, por fin, el arte de la mujer ha visto la luz con nombre propio.

La poesía tiene nombre de mujer: 5 poetisas iberoamericanas

Gabriela Mistral, Chile (1889-1957). Fue la primera mujer iberoamericana en ganar el Premio Nobel de la Literatura, en 1945. Su obra está marcada por el humanismo y la crítica social y feminista. Es uno de los grandes iconos de las letras hispanoamericanas del siglo XX. Maestra de profesión, Mistral se educó a sí misma y a los demás en poesía de forma paralela. El éxito internacional le llegó gracias a Desolación, y en España publicó por primera vez Ternura. En el primero se desarrolla un dolor por el horror que vive Europa durante la primera mitad del XX, su tierra de acogida durante muchos años y en la que Mistral desarrolló labor diplomática, viviendo de primera mano los malos tratos de una sociedad llena de miedo y odio. Sin embargo, eso no la dejó olvidar el amor que mueve montañas y atraviesa océanos. En su caso, el amor, en forma de flores y de Besos, son una clave para entender la poesía de Mistral.

Ida Vitale, Uruguay (1923). Es la máxima representante de la poesía esencialista, además de realizar remarcados trabajos en ensayo y traducción. Forma parte de la Generación del 45. “Vida, ética y verbo” dice José Ramón Ripoll, experto en la obra de Vitale, que enmarcan sus obras. La vida, para Ida, es el presente y la eternidad, la dignidad y llave de la plenitud, una forma de aproximarse a lo esencial. En sus poemas ha repasado la libertad de la mujer, donde hay un existencialismo sobre serlo, en poemas como Fortuna, y construcción del mundo interno y su expresión hacia la perspectiva exterior, como en Este Mundo. Vivió en el exilio en México durante diez años, cuando escribió sobre el desarraigo y el vértigo sobre lo diferente. Su vida se ha desempeñado entre las letras, las revistas y la edición.

Alejandra Pizarnik, Argentina (1936-1972). Icono de la poesía surrealista, Pizarnik destacó por el existencialismo en sus Diarios, sobre preguntas vitales y los dilemas de ser una mujer y sobre amar, sobre la perspectiva de sí misma y del mundo. En una vida marcada excesivamente por la depresión, la poesía de la argentina versa gravemente sobre la autopercepción y el acercamiento constante a la muerte. Sin embargo, se retrata en una expresión muy íntima y nostálgica con lo desconocido. Durante su infancia había sufrido la presión de la extranjería de su familia, ucraciano-judía, unido a la represión, por lo que se sintió perdida durante gran parte de su vida. Se retiró a París durante un tiempo a descubrir qué era la literatura, y se revistió de influencias y amistades como Julio Cortázar, Octavio Paz y Rosa Chacel. Su poesía se caracteriza sobre todo por la revelación emocional, teniendo en cuenta que sus relatos tienden a ser espacios para anotaciones escritas desde el interior más intrínseco de Pizarnik. Su obra publicada es breve siendo las más destacadas Los trabajos y las noches (1965), Extracción de la piedra de locura (1968) y El infierno musical (1971); sin embargo, de forma póstuma más de mil versos fueron revelados por sus allegados.

“Sé, de una manera visionaria, que moriré de poesía. Es una sensación que no comprendo perfectamente; es algo vago, lejano, pero lo sé y lo aseguro”, parece que auguraba la poetisa.

Rosamaría Roffiel, México (1945). Es periodista, escritora y poetisa. Ahora bien, Roffiel es símbolo de la diversidad sexual en Iberoamérica. Con una amplia obra en verso, prosa y periodística, se ha consagrado en la literatura por y para mujeres. Roffiel ha hecho eco con sus obras del movimiento feminista y la exposición del mundo lésbico. En los años 80 escribió Corramos libres ahora, un conjunto de versos sobre el amor, la liberación, el deseo, el amor y la admiración entre mujeres. Este poemario se inicia con Sobrevivientes, una oda a la feminidad, a la rebeldía y la locura que es ser mujer, más aun, fuera de lo normativo. Dedicaba, de forma especialmente acertada: “para mis amigas; y para todas las demás”. Roffiel es dueña de una poesía manifiesta, explícita, sensual y, sobre todo, homenaje.

Gloria Fuertes, España (1917-1998). Nace en el madrileño barrio de Lavapiés en el seno de una familia humilde. Pronto sus pasiones pasarían por las letras y el deporte, cosa que sus padres jamás entendieron. Desde muy pequeña escribía en verso, por eso, cuando llegó la guerra desarrolló sus versos de protesta, y nunca paró. Fuertes criticaba lo absurdo de la guerra y la represión a través de todo aquello relacionado con el mundo circense. De cara al público, se dedicó a la literatura infantil en diversas revistas. Fundaron en 1947 el grupo ‘Versos en falda’, junto a otras poetisas madrileñas, dirigiéndose al público a través del recital. Retrata su realidad de forma sencilla, definiéndose como ‘yoísta’ y ‘glorista’. Fuertes estaba poco interesada en lo enrevesado, quería que se entendieran sus versos: “antes de contar las sílabas, los poetas tienen que contar lo que pasa”, decía la poetisa. Su motivación de escribir para niños era la de promover el amor por la vida y el humor como escudo, como arma y como puerta. Resulta difícil hacer una selección, pero destacaremos a modo de recomendación poemas como Parejas, Versos serios y sus tantas Autobiografía.