Un autor de espectro estético profundo, no exitista, que realiza dibujos, instalaciones, objetos, pinturas, video, proyectos de sitio específico y libros de artista. Nacido en República Dominicana, donde vive y trabaja, es un ciudadano del mundo a través de sus constantes exposiciones y residencias internacionales. Se graduó de Altos de Chavón, haciendo luego estudios de fundición de bronce en Nueva York y un posgrado en la Escuela Superior de Arte, en Holanda. Su lenguaje no es reiterativo, deconstruye las imágenes habituales para dejar a la vista la relación concepto-estructura. Su poética racionalización puede ser corroborada en la entrevista que aquí se transcribe…
¿Marcos, cómo caracterizas tu proceso creativo? ¿Empiezas con una idea, o comienzas dibujando hasta que algo quiere tornarse tridimensional, o…?
Siempre una idea, algo constante que me perturba o me molesta. A partir de ahí comienzo a buscar la manera y el medio de expresarla y comunicarla.
¿En qué año dirías que te diste cuenta que eras un artista profesional?
Digamos que a partir de 1990.
¿Tu conceptualismo tiene aspectos científicos o es pura fantasía estética?
Quizás se deba a mi renuencia a que solo se entienda “lo caribeño” desde la visión del buen salvaje. Solo hay que ver las imágenes promocionales de las últimas expos que se han hecho sobre El Caribe, en Europa y Estados Unidos. Siempre me han molestado los estereotipos. Supongo que viene de ahí, un poco de la mezcla de la ficción y la realidad.
¿Te anotaste para el primer viaje interplanetario privado? Si la respuesta es negativa, ¿te gustaría hacerlo?
No, creo que mi realidad está aquí en la relación entre los seres humanos. Si mi vida y mi obra tienen un componente argonáutico no es del viaje como escape, sino como polinización, intercambio de ideas y de conocimientos, precisamente para un mayor entendimiento entre los seres humanos. Por lo que tengo entendido, de momento el espacio es un sitio vacío y frío, y si hay algo que me agrada es el calor de las personas.
¿Podemos ver algunos de tus dibujos?
La verdad no dibujo tanto como me gustaría, pues el trópico es muy agresivo con el papel. Por eso los bocetos de las maquetas son básicamente para el archivo personal...
¿Cómo crees que un artista sale del montón? ¿Cómo logra ser único, original y auténtico?
Por su talento, ¡todo depende de su trabajo! Claro un poco de suerte, junto a mucha disciplina, siempre ayuda.
Tú viajas/expones constantemente. ¿Por qué sigues viviendo en tu país de origen, República Dominicana?
Para un artista contemporáneo en El Caribe, es como ser la voz que clama en el desierto. Aquí estamos llenos de dicotomías. Vivir el día a día y poder transmitir lo que somos, y a la vez aportar al arte universal emitiendo desde República Dominicana para el mundo, es fascinante. Aunque realmente lo que me une a este país es una cuestión de principios. La primera de mis obras que pasó a ser parte de la colección del Museo de Santo Domingo se llama Fuga de Talentos (1990).
¿Consideras que hay hoy un centro del arte o que está atomizado?
Hace ya un tiempo que el centro del arte esta atomizado, como bien dices, a diferencia del poder que se ha ido centralizando cada vez más. Hoy puedes conocer por fotos la obra de Marcos Lora Read con un ordenador, desde cualquier parte del mundo, gracias a la tecnología. Aun así, las piezas de los artistas de las metrópolis han alcanzado precios inauditos, mientras el resto está cada vez peor, y todavía siguen sin una presencia significativa en el mercado.
¿De qué te sientes más cerca: de lo conceptual, del maquinismo, de lo surreal, de lo metafísico o de…?
Habría que preguntarle a los conceptualistas cómo se definen ellos. Pero si decimos que en el arte conceptual (Idea Art) la idea es más importante que el objeto, o del sentido por el cual la obra se creó, me parece que estoy más próximo a estos.
Marcos Lora Read elije 5 artistas con quienes exponer, ¿quiénes son?
Harald Vlugt, Willem Sanders, Vahap Avsar, Mark Gibian y Manolo González.
Respuestas precisas, claras, de un conocedor de su entorno, Marcos Lora Read ha trabajado mucho con madera, cortando, ensamblando, creando objetos suspendidos, naves y estructuras. Tambores metálicos, ruedas, casas, barcas, elementos de una sintética tribalidad, flores, aves, insectos, peces, animales, trabajos en mampostería y detalles que trastocan la escena real hacia la ficticia. Y que acompañan a seres con antenas, a naves y a personajes rituales. Levitación, suspensión; algo de plástico, fibras, papel, telas, nylon, cañas, hilos y las ideas de un maestro de la actualidad, que flotan en el espacio de la creación personal.
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