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Con permiso de Ivette Cepeda
08November

Con permiso de Ivette Cepeda

Reconocida como una de las vocalistas cubanas más importantes de los últimos años, poseedora de un cálido y melódico timbre, Ivette Cepeda ha sostenido una sólida carrera en la que se distingue la cómplice relación que establece con su público. 

Ivette Cepeda se ha adueñado de un repertorio que se mueve desde la trova tradicional, pasando por una guaracha, hasta llegar a un guaguancó. Composiciones de lo más ancestral cubano hasta números de cosecha internacional han sido dichas por esta intérprete de excelente fraseo con el cual consigue matices muy propios.

Este año, al cumplir 25 años de vida artística y su primera década como solista junto al grupo Reflexión, vale sostener esta conversación con la Ivette Cepeda que, fuera de los escenarios, igualmente traduce ternura, sensibilidad y, sobre todo, mantiene el ineludible compromiso con un público que disfruta poder tararear junto a ella las letras de Silvio y Pablo, Amaury Pérez, Noel Nicola, Raúl Torres, Marta Valdés, Joan Manuel Serrat, y, por supuesto, de Joaquín Sabina.
 
En medio de los ajetreos que trae consigo la preparación de un concierto, Ivette, como cariñosamente muchos ya nos atrevemos a llamarla, accede a compartir esas “pequeñas cosas” que confluyen y conforman su universo interpretativo. Un mundo en el que la canción ocupa el lugar preferencial. Por ello comenta: "hoy se popularizan nuevos géneros musicales y otros van quedando atrás. En Cuba, por ejemplo, que es un pueblo tan bailador, tan musical, los géneros bailables siguen a la vanguardia. Yo defiendo principalmente el género canción y me siento muy afortunada porque desde mis inicios el público me ha seguido no solo en espacios públicos; sino también a través de la radio y la televisión. 

"Siento que la canción nunca muere; siempre hay un público que la espera porque la necesita. La canción tiene un mensaje que nos permite valorar lo cotidiano y sostiene sobre sus hombros, como ningún otro género, esos temas eternos: el amor, los olvidos, la esperanza, sentimientos y experiencias comunes para todas las personas.

"Si bien hay quienes están volcados al reguetón, la salsa o la rumba, hay otro público que sigue necesitando de la canción para respirar, para andar, para seguir mirando hacia adelante. Aunque pueda interpretar otros géneros, solo a través de la canción mis ideas se ponen en orden, puedo decirle al mundo quién soy y lo que siento. Por eso amo tanto a esa “señora” que aún con apariencia añosa es siempre fina, delicada y sensible. Esa sería mi definición de canción. 

 

Ivette Cepeda, 2017

 

“Y ahora viene la mejor parte, (sonríe), he tenido la suerte de poder vivir 10 años con un grupo de excelentes músicos que decidieron acompañarme. Con José Luis Beltrán al frente del grupo Reflexión, he podido experimentar y soñar. Tenemos una máxima que nos acompaña: la música es bella, y merece que le coloquemos un vestido nuevo cada vez. Yo no poseo estudios académicos, por tanto, me nutro de todo el arsenal musical de ellos: bebo de la fuente del jazz, del bossa, del filin, de todo lo mucho que en materia musical existe, y que ellos saben adecuar a lo que yo como ser humano necesito decir y hacer.

"Me he dejado permear por ellos, y es un desafío bellísimo, porque en Reflexión no existen prejuicios, somos familia, somos un grupo de personas que ha decidido ponerse de acuerdo, con mucho amor y consideración. No se trata de posicionarnos en el mercado, sino de amar la música y ofrecer lo mejor de ella, con la mayor calidad posible y en armonía."

Al conversar con Ivette, de inmediato, sale a relucir esa necesidad de vivir en armonía con todos. Con el paso del tiempo ha variado su visión sobre la relación entre la técnica vocal y la interpretación. "Sobre todo en los inicios, sin premeditarlo, le otorgué más peso a la interpretación por el disfrute de cantar por primera vez lo que yo quería… y todo pasó muy rápido. No obstante, sé que no se puede obviar que en toda obra tiene que haber equilibrio, libertad y verdad, autenticidad, técnica y mesura. Hoy día, en mí, no hay tanto apuro por hacer y sí una exigencia crítica inmensa. 

 

Concierto París 2011. Foto Ana Gloria Salvia
Concierto París 2011. Foto Ana Gloria Salvia 

 

“Sucede que muchos jóvenes ponen los ojos en uno, la crítica especializada, los medios de comunicación, por tanto, me escucho y me impongo andar con más cuidado, más medida en cuanto a lo temperamental porque cuando los sentimientos afloran de manera desmedida a veces rompen el equilibrio.

"No he quedado satisfecha con mis grabaciones porque la mayoría han sido de conciertos en vivo, quedan registradas las emociones de un momento que no se repite, pero que no siempre es todo lo bueno que me gustaría. En ocasiones he dicho: ¿por qué no se arregla esto por aquí o por allá?, y mis grabadores me han convencido de dejarlo así, tal como lo viví. Hoy esas grabaciones son mis herramientas de trabajo, me indican dónde no exponerme, dónde debo tener más contención. De todas formas, creo que de todos los temas que he hecho dejaría exactamente como están dos o tres, el resto los volvería a hacer.

"Libertad, equilibrio y cuidado de la técnica sería el consejo que daría a los jóvenes; además de confesarles, y no me cansaré de decirlo, que Bola de Nieve es mi mayor referente, porque amo las voces pequeñas que nos comunican, y él es para mí el mejor exponente de quien te invita a darlo todo, incluso más de lo que tienes, poco a poco. Cuando más emocionada me siento ante un texto pienso en él y el equilibrio se impone en mi vida".

Bola de Nieve asoma en Ivette como referente esencial a la hora de asumir la interpretación, pero fuera de casa hay un compositor del cual se ha apropiado, felizmente. Se trata del español Joaquín Sabina, que fue parte importante de su inicio profesional en la música y su consolidación con el grupo Reflexión. Así lo demostraron los espectáculos ofrecidos por la intérprete en 2009 en la Sala Atril del Teatro Karl Marx. Estos espectáculos llevaron el nombre de Sin tu permiso, Sabina, y fueron muestra de los nexos que la unen a él.

 

Concierto Sin tu permiso Sabina, 2009
Concierto Sin tu permiso Sabina, 2009

 

"A Sabina me une la controversia entre el alma y la razón, entre lo que uno ve y cómo decide contar la verdad. Desde algunos de sus textos me enfrento conmigo, y en otros me enfrento con él, pero sigo en este des(en)cuentro porque reflexiono al tocar al filo de la espada de su palabra.

"En una propuesta como Contigo, Sabina hizo que me descubriera. Tal vez nunca sepa que lo admiro, creo que es un hombre incesantemente peleado con la vanidad. Sabe hablar de la riqueza, pero la riqueza de los momentos, no de dividendos; sabe colocarnos desnudos poniendo el corazón por delante; y, si habla de derroche, no se refiere al dinero sino al amor. Me une a él, el hecho de sentirlo transparente, sincero. 

“Tengo que ver bien qué canción interpreto antes y después de un texto suyo, porque todos son muy fuertes, y como casi siempre habla en primera persona, uno en ese momento se torna cómplice de su parecer. Por tanto, interpretarlo me obliga a reflexionar qué mensajes quiero dejar en ese concierto, muchas veces luego de cantarlo, busco a Serrat y encuentro ese equilibrio que necesito para sortear esos mares entre esperanzas y naufragios".

Esas aguas, no siempre mansas, que son los conciertos que Ivette Cepeda vive, y en los que, parafraseando a  algún poeta, "deja su alma al desnudo", toman una fecha próxima el sábado 10 y el domingo 11 de noviembre en el Teatro Karl Marx, de La Habana. Esta cita con su público puede significar un momento de reflexión y a su vez un punto de partida en su carrera. Por tanto, muchos sentimientos podrán encontrarse en la intérprete que, al mirar hacia atrás, siente una inmensa sorpresa.

"Imagínate quién me iba a decir que viviría todo esto en el año ´78, cuando pude escoger la escuela de arte y dije que no para ser maestra. Luego en el ´84, repetí la negativa y no ingresé en el Instituto Superior de Arte, donde iba a ser aceptada aun fuera de edad, y, sin embargo, en esta tarde de 2018 te estoy dando esta entrevista con cuatro discos hechos, y premiados con la experiencia única de ser conocidos dentro y fuera de Cuba. Para mí sigue siendo algo muy especial.

 

CD País 2014, ALEJANDRO PÉREZ
CD País 2014, foto Alejandro Pérez 

 

"Estoy convencida que Dios le da dones a las personas, y Él se encarga de corregir el camino y lo hace porque sabe que lo va a respaldar. Es curioso: mis amigos creyeron en mí como cantante cuando yo no tenía sueños de serlo. Pensaba que la música era un elemento esencial que debía llevar a mis alumnos de primaria. Pasé muchos años preparando coros, trabajando con niños interesados en montar sus canciones, hasta que hice mi primer y gran concierto: Estaciones

 

Concierto Estaciones 2008
Concierto Estaciones 2008

 

“Cuando terminó, me di cuenta que había hecho en dos horas lo que debía haber mostrado veinte años atrás. Recuerdo que esa noche muchos de esos entrañables amigos se fueron a celebrar y, por supuesto, contaban con que los acompañara, y juro que me senté en el camerino y le dije a Manolito, mi estilista y amigo de muchos años: ¿Y ahora qué hago con mi vida? Porque lo que sí tuve muy claro era que eso que había sucedido era lo que quería hacer por un buen tiempo de mi vida. 

"Siento responsabilidad y compromiso con lo que hago, y de ese modo es como vislumbro el futuro: cantando la música cubana e internacional lo mejor que pueda hacerlo; me veo junto a mi grupo Reflexión, que es mi gran soporte como intérprete y persona.

"Y también por eso los agradecimientos en mis conciertos tienen que ser tan extensos. Primero, siento que nunca se puede dejar de agradecer, y en mi caso va el reconocimiento a todos los que me han respaldado: músicos, productores, instituciones culturales cubanas, mis amigos, mi familia, y especialmente a mi hijo, a quien le he faltado en ocasiones mientras asumía mis compromisos de trabajo. No obstante, él no se ha amilanado, tiene diecisiete años, es bailarín y un excelente muchacho.

"Doy gracias a Dios porque he sentido en mi vida una transformación muy grande: he logrado una vida responsable y doy gracias porque en mí la vanidad no prevalece. Yo quiero ser la misma persona en todo momento, no quiero tener una vida hipócrita. Ahora mismo todavía batallo con la puntualidad, pero poco a poco lo voy logrando (ríe), y doy gracias porque no me he sentido tentada a tirar mi vida por la borda - y no lo haré- y doy gracias por tener tantos buenos amigos…que quiero y me quieren."

Igualmente han demostrado quererla músicos a los que se ha unido últimamente en duetos muy aplaudidos, entre ellos destacan los realizados con Tony Ávila, Buena Fe, Liuba María Hevia, Aimé Nuviola, Albita Rodríguez, entre otros. Y es que hoy descubrí que aún cuando por falta de tiempo no puede hacerlo más regularmente, Ivette ama formar dúos, porque con cada intérprete vive otras vidas; con cada uno comparte experiencias y descubre modos de hacer.

 

Concierto Abrazos 2015
Concierto Abrazos 2015, con Tony Ávila

 

"Como nunca me imaginé solista, cuando la vida me permite cantar con otra persona me siento doblemente feliz, y como ya aprendí que los imposibles no existen, luego de las experiencias vividas con estos maravillosos intérpretes, confieso que me encantaría hacer dúos también con Silvio, Pablo, Leo Vera, Miriam Ramos, Gema Corredera, y fuera de los intérpretes de casa, adoraría cantar con Caetano Veloso, Juan Luis Guerra, y por supuesto con Sabina, ¡eh!"…

 

Anuncio gira por Panamá en 2014
Anuncio de su gira por Panamá en 2014

 

Llegando al final de estas confesiones profesionales, Ivette Cepeda anuncia que luego de la celebración de la fiesta por los diez años, se encuentra preparando otra, ya que está dando los toques finales a su próximo fonograma que se titula La rosa de Jericó.

"Es un disco grabado en los Estudios EGREM. Hemos seleccionado once canciones cubanas, solo una de un autor extranjero: Luis Eduardo Aute, que es una joya. Cada tema habla de la belleza de la poesía que ha estado en manos de los trovadores de todos los tiempos. 

"Los temas, en su mayoría, son versiones de canciones preciosas prácticamente desconocidas. Nos hemos centrado en el trabajo musical. El disco tiene arreglos muy especiales: está la mano de Guedes, de Beltrán, de nuestro pianista Ernesto Prida y del bajista y productor musical William Rivero… Es un homenaje a la trova cubana".

Regresamos entonces al agradecimiento con el que iniciamos esta conversación, y no podía evitar la referencia a las dosis de sacrificio personal que le ha exigido la canción a Ivette Cepeda. De hecho, no le gusta hablar de ello, le resulta un tema sumamente sensible, aun cuando no se arrepiente de ninguno de esos sacrificios. Así que, a pesar de no ahondar mucho en el tema, supimos que, para bien, dejó de fumar, de trasnochar, ha logrado una vida más centrada y se cuida todo lo que puede para servir al prójimo. 

Me cuenta que duele, y mucho, recordar las noches que tuvo que irse a trabajar y no estar al lado de su hijo de ocho meses. Ese costo a nivel de familia es el más difícil, y en tal caso, el saldo que queda es pensar que tales complejidades la han obligado a forjarse, a ser cada vez más selectiva. Su hijo es hoy más independiente y ella ha dimensionado el valor de la humildad; sabe que nadie es imprescindible, y que uno es parte, no todo. Por supuesto, llegar hasta ese punto costó tiempo, y no menos dolor, pero a su vez le hizo ganar en confianza y seguridad de que "cada sacrificio lleva en sí una enseñanza... Amo a ese hijo mío con todo el corazón…”

Se cierra el telón de estas confesiones de una de las voces más importantes de la canción cubana de estos tiempos: Ivette Cepeda, que confiesa: "Soy en estos momentos una mujer muy feliz, yo le diría a todo el mundo que cante, porque cantar es un ejercicio de libertad; cantar te desahoga, te alegra, te cura, y es fuente de luz para el alma".

 

En portada: Ivette Cepeda. Foto cortesía de Elizabeth Carvajal

Fotos: Cortesía de la entrevistada