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Alejandro Pérez lleva el nombre de Cuba por el mundo
28February

Alejandro Pérez lleva el nombre de Cuba por el mundo

Por: Ivón Peñalver / Fotos: Cortesía del entrevistado

Del profesor de matemáticas al camarógrafo en los Estudios Fílmicos de las FAR, ha distado solo el tiempo de un aprendizaje que ha sido continuo, atinado y sobre todo sumamente creativo. Ese ha sido en síntesis el transitar de Alejandro Pérez.

Asegura el hoy internacionalmente reconocido realizador que los cálculos: “me han propiciado medir exactamente el lugar dónde quiero filmar, la cantidad de material a utilizar, pero sobre todo algo muy curioso: determinar el momento más objetivo para hacerlo. Y es que creo que la matemática como ciencia exacta te obliga a no dudar, y la cámara igual; es más si lo haces es solo de manera mental, una vez en la locación elegida, con los materiales necesarios, y por supuesto frente al protagonista del hecho artístico, el  ojo tiene que estar preparado de antemano a captar, sin titubeos, el mundo que ya previamente ha sido seleccionado para “historiar” .

Y justo si de historias se trata, Alejandro Pérez ha tenido la satisfacción de vivir las vidas, desde el audiovisual, de importantes figuras del escenario cubano e internacional, y del cómo acceder a esas otras vidas con total sencillez afirma:

“ La única manera que conozco de trabajar es haciéndolo todo el tiempo y siempre con el mismo rigor. Recuerdo de manera muy particular la relación de trabajo que se inició con Enrique Iglesias la cual ha devenido en una linda amistad. Es un artista muy observador al cual hay que llevarle los puntos muy bien definidos en materia de realización, pues se precia de una agenda bastante ocupada y por tanto no hay tiempo que perder, no obstante es de los artistas más receptivos que conozco y de los que más te ayuda incluso a crear in situ. En estos momentos ya hemos trabajado tanto que puedo ir adivinando incluso posibles historias que les gustaría asumir.

 

Alejandro Pérez en filmación

 

Trabajar al ritmo de Marc Anthony, por ejemplo, es afirmar que somos todos de una gran isla americana que goza, sufre y crece por las mismas venas, por decirlo de algún modo; es muy fácil identificarse con su forma de hacer, de moverse, de proyectarse; es artista en todo momento, sumamente disciplinado, y por ejemplo al hacer el video junto a Gente de Zona me parecía alguna que otra vez que nunca había salido de Cuba. También vale destacar su sensibilidad al abordar la música de Polo Montañez, su respeto a la hora de interpretar la historia fue admirable.

Cuando tratas con mujeres como Alejandra Guzmán que es una  artista en grande y con Paulina Rubio que me exige superarme con su seriedad a toda prueba, podría decir que la mayor fortuna está en el hecho que he tenido que crecer para poder sostener un tanto la altura de cada una de estas  figuras; de ellas y de muchas otras más, a las que desde estas líneas agradezco su confianza.

 

Alejandro Pérez

 

Una altura que Alejandro Pérez ha alcanzado cuando antes de filmar asume la mayoría de las veces el guión de las historias que cuenta el audiovisual.

Sí, he tenido la fortuna además de no tener que asumir tantas historias por encargo, sino que las llevo pre configuradas, con proyectos de locación a utilizar, y ha  habido de todo: desde locaciones  en pleno centro urbano hasta otras en terrenos desérticos. Pero en todas ha prevalecido un denominador común: el  respeto y la consideración de los artistas y su equipo de trabajo hacia mí como creador. Y por mi parte, es una máxima el sumo cuidado con la imagen de estos artistas.

Y esta profesionalidad ya probada en terrenos de trabajo tan diversos distancian irremediablemente a Alejandro Pérez  de la escena cubana, no obstante, nunca deja de de estar, tal es el caso de los Premios Lucas.

Realmente el pasado año me convirtió casi en hipertenso y contraje algunas dificultades con el sueño, incluso mi peso  ha tomado nuevos ascensos (Sonríe). Estas irregularidades tienen que ver con la inestabilidad al dormir, pero ciertamente tuve muchos compromisos de trabajo, tanto que a Cuba fui por muy pocos periodos de tiempo, y ese hecho para mí no funciona bien. Necesito trabajar mucho pero estar en casa también, hablar con mis amigos por teléfono y no siempre por facebook. Este año 2018 parece venir más escalonado por tanto pienso pasar temporadas más largas en Cuba, quiero hacer videos en mi tierra, por supuesto, necesito trabajar con alguna cancionera, vincularme con el trabajo de alguna compañía danzaría, recuerdo con mucho cariño la de Lizt Alfonso con el clip Bailando; y quiero visitar sitios a los que hace tiempo no recurro no solo con la mirada de creador, sino con la emoción del simple visitador (para usar términos de beisbol).

Sucede que aunque me mueva por el mundo, hecho que agradezco a la vida porque significa que  muchos artistas han confiado en mi trabajo, mi Isla me ofrece esa energía vital para seguir asumiendo esos otros compromisos.

Sí, necesito que la gente me siga recordando en las premiaciones de Lucas porque Cruzata y su proyecto, fue la principal plataforma para visualizar mi trabajo como el de otros tantos creadores cubanos. Para  Lucas irá siempre mi aplauso. En la más reciente ceremonia de Lucas fue premiado el tema Súbeme la radio y recuerdo los días de trabajo con Enrique Iglesias, tal vez en este 2018 pueda asistir al Teatro Karl Marx para compartir con mis colegas de oficio, porque siempre ha sido esta la  gran premiación para el audiovisual cubano.

Y entre deseos y nuevos compromisos que van llenando la agenda del otrora profesor de matemáticas, crece la admiración de sus seguidores que en su nombre ven también el de Cuba viajando por el mundo.

 

Alejandro Pérez

 

Alejandro Pérez junto a Chucho Valdés y Omara Portuondo
Alejandro Pérez junto a Chucho Valdés y Omara Portuondo