Con una consolidada carrera sobre sus espaldas, el multinstrumentista Dave Liebman propone matizar con colores el sonido del saxo durante su presentación este sábado en la sala Avellaneda del Teatro Nacional; un detalle de esta edición del Festival Internacional Jazz Plaza 2020.
En conferencia de prensa el prestigioso artista declaró sus impresiones sobre la música cubana y su influencia en los contextos internacionales. “Primero que todo estoy muy feliz; me siento muy honrado en participar y tocar con músicos cubanos. Cuba es uno de los lugares más centralizados de la música mundialmente. Yo soy de New York y he visto muchos años la evolución de la música salsa. Desde nuestra ciudad pegamos un ojo en la música cubana y hemos visto cómo se ha desarrollado.”
Saxofonista, flautista, clarinetista, pianista, baterista y compositor; el estadounidense alberga una carrera que se extiende casi 50 años. Con esa experiencia destaca en la necesidad de estrechar los lazos desde la música cuando se vive cierta distancia entre varias naciones:
“Hemos visto y debatido que es muy importante mezclar nuestras músicas, no solamente desde hace mucho tiempo atrás; es necesario más ahora en estos días; por los contextos y sucesos que estamos viviendo. En inglés le llamamos comunicación cultural.”
El neoyorquino, que se ha posicionado como uno de los saxofonistas más importantes de la música contemporánea, cuenta en su autoría con libros y DVDs de instrucción reconocidos como clásicos en el campo del jazz. Sobre el género enfatizó que “el jazz es una música muy abierta; comenzando por la ciudad de New Orlans donde se desarrolló. Luego se ha extendido a Chicago, New York y otras ciudades.”
Liebman se introduce en diversos estilos que van desde el clásico, pasando por el rock, al free jazz. Ha participado en más de 500 grabaciones con más de 200 como líder y colíder con varios cientos de composiciones originales. Respecto a su actuación en Cuba pretende disfrutarla al máximo: “En el jazz se practica mucho lo que se dice una sola noche para tocar y es el momento de interactuar con la música, de tener un contacto con los músicos y por lo tanto creo que sucederá mucho en mi visita a Cuba.”
Dave Liebman comenzó su carrera profesional, formando parte de una banda que incluía a Pete La Roca, Steve Swallow y Chick Corea durante el año 1968.
Su primera grabación la realiza junto a John McLaughlin, antes de incorporarse al grupo Ten Wheel Drive, al que también entró Pee Wee Ellis.
Ha tocado, entre otros con Elvin Jones, Joe Farrell, Steve Grossman y Frank Foster. Con el gran Miles Davis grabó en 1972 y estuvo de gira entre 1973 y 1974.
Firme defensor de la música, fundó la Asociación Internacional de Escuelas de Jazz, organización dedicada a reunir educadores y estudiantes de escuelas de jazz de todo el mundo.
Actualmente, el legendario Liebman muestra un sonido lírico y magistral, especializándose en el saxo soprano, en el que usa de forma especialmente preeminente los registros agudos y sobreagudos, y ritmos complejos con silencios. Su presentación en Cuba será otra fiesta universal que ofrece el Jazz Plaza para inmortalizar esta 35 edición del Festival.
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