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Federico García Lorca regresa a Granada
30March

Federico García Lorca regresa a Granada

Por: Yordanis Ricardo Pupo / Fotos: @yricardo

Los años de Universidad suelen ser muy fructíferos. Uno sale de casa por primera vez, hace amigos, se empapa de cosas nuevas, crea otras… Y si, además, te toca compartir residencia con genios como Salvador Dalí, Luis Buñuel, Manuel de Falla o Rafael Alberti, tu destino está escrito.

 

Salvador Dalí junto al poeta
Salvador Dalí junto al poeta

 

Federico García Lorca llegó por primera vez a la Residencia de Estudiantes de Madrid en 1919, como estudiante de derecho, y  nunca más se despegó de aquella “fábrica de intelectuales”. Hasta su muerte, en 1936, pasó de ocupante de las habitaciones destinadas a los estudiantes a ser conferenciante en el “refinado salón”, donde el mismo afirmaba haber oído “cerca de mil conferencias”.

La Residencia fue “una de las experiencias más vivas y fructíferas de creación e intercambio científico y artístico de la Europa de entreguerras; una casa abierta a la creación, el pensamiento y el diálogo interdisciplinar de donde surgieron muchas de las figuras más destacadas de la cultura española del siglo XX”.

“Aquí trabajo, leo, estudio. Este ambiente es maravilloso… pero lo más principal para no poder marcharme no son mis libros… sino que estoy en una casa de Estudiantes”, escribía en abril de 1920 a sus padres, quienes no veían conveniente su permanencia allí.

 

Primeras ediciones de Romancero Gitano, Mariana Pineda y otras obras
Primeras ediciones de Romancero Gitano, Mariana Pineda y otras obras

 

“A mí ya no me podéis cambiar. Yo es que he nacido artista, como el que nace guapo, como el que nace cojo... Dejadme las alas en su sitio, que yo os respondo que volaré bien. Si me devolvéis a Granada, me ahogo". Y no pudieron “cortarle las alas” ni apartarlo de aquel sitio sin el cual, quizás, no existiría parte de la vanguardia española, de la Generación del ´27, e incluso los premios nobel de Juan Ramón Jiménez y Severo Ochoa.

Su perseverancia fue tal que, desde 1986 hasta hoy, la herencia del autor del Romancero Gitano ha permanecido en la madrileña Colina de los Chopos: unos cinco mil manuscritos, impresos, fotografías, dibujos, obra plástica y objetos personales compilados durante décadas por su familia, al amparo de la Fundación Federico García Lorca.  

Ahora, algunos recuerdos de su estancia en la Residencia (donde llegó a tener una habitación propia), junto a parte de su legado, regresan a su patria chica, para quedarse definitivamente en el fantástico edificio construido expresamente para albergar los fondos de dicha Fundación, creada en 1984.  

 

Lorca vestido de moro en la Residencia de Estudiantes, 1924
Lorca vestido de moro en la Residencia de Estudiantes, 1924

 

Comisariada por el catedrático de literatura Andrés Soria, la exposición “Una habitación propia. Federico García Lorca en la Residencia de Estudiantes. 1919-1936”, reúne unos doscientos objetos –la mitad de ellos forman parte de las piezas que está previsto lleguen en junio a Granada.

El resto proviene de los archivos de la propia Residencia y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en especial tres cuadros de Dalí que el pintor regaló al poeta, y que pertenecen a esa institución. El más fascinante, “Sifón y botella de ron” (1924), lo tenía Lorca en su cuarto de la residencia y, más tarde, en su casa de Granada, como atestiguan varias fotografías de la época.

 

Sifón y botella de ron, regalo de Salvador Dalí al poeta granadino
Sifón y botella de ron, regalo de Salvador Dalí al poeta granadino

 

Están también las primeras ediciones de Romancero Gitano, Mariana Pineda y algunas otras obras creadas en sus años de residencia. Otra pieza significativa es el mono de trabajo azul que usaban los miembros de La Barraca, compañía que fundó en 1932 y con la que, en palabras de Pablo Neruda “recorrió los caminos de España representando el viejo y grande teatro olvidado: Lope de Rueda, Lope de Vega, Cervantes”.

 

Cartel original de La Barraca, de Benjamín Palencia
Cartel original de La Barraca, de Benjamín Palencia

 

“Granada está viviendo un día histórico. Hoy empieza a saldarse la deuda que Granada tenía con su poeta más grande, con su poeta más universal”, afirmó en la inauguración de la muestra Francisco Cuenca, alcalde de la ciudad, quien agradeció la generosidad de la Fundación Lorca y su voluntad de entender que esta era una gran oportunidad para seguir apuntalando la identidad cultural de los granadinos.

Para su sobrina, Laura García Lorca, presidenta de la Fundación Federico García Lorca, este anticipo de su legado "no es una vuelta, sino un principio. Lo tenemos que cuidar porque es un tesoro enorme y es muy frágil”.

“Una habitación propia…” estará abierta al público hasta el 24 de junio, en el Centro García Lorca, ubicado en la céntrica plaza de La Romanilla, de la ciudad de Granada.