Pasar al contenido principal
Naborí eternizado en cera
22October

Naborí eternizado en cera

«Es una de las instituciones culturales de Bayamo, en la provincia Granma, que mayor orgullo ofrece al nacido en nuestra región. Nada más con escuchar o leer que es la única de su tipo en el país, una sensación de complacencia invade el alma y el cuerpo. (…) Sin lugar a dudas, es un lugar tan singular que es incalificable. Es único. Digno de mostrar como grandeza humana, no solo en la realización de los sueños y el talento artístico, sino también por ese equipo de trabajo que, con una sensibilidad diferente, lo ha llenado de amor a través de una programación cultural que ha dotado de una dimensión única a la institución.». Así introducía nuestro colaborador y amigo Edgardo Hinginio el trabajo aparecido en el número 37 de la revista Arte por Excelencias sobre el Museo de Cera, una de las instituciones culturales de Bayamo más visitadas por el público, que no deja de renovarse a sí misma en el continuo afán de brindar siempre lo menos esperado por la gente, en un continuo reto por acercarse al público.

Vea también: Ventana para Excelencias

Esta vez el 20 de octubre, Día de la Cultura Nacional, fue un excelente pretexto para presentar a la última personalidad que se suma a su colección: el Premio Nacional de Literatura Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí (La Habana, 30 de septiembre de 1922-29 de diciembre de 2005), quien cultivó con singular maestría la poesía —fue un maestro de la décima—, el ensayo y el periodismo.

En el acta de entrega del Premio Nacional de Literatura en el año 1995 el jurado hizo constar que «Desde sus raíces de tan profunda cubanía, el poeta ha dejado fluir su verso por todos los registros posibles de formas estróficas sin olvidar las clásicas, en las cuales también es maestro. Su poesía expresa con gracia inconfundible y perdurable resonancia los más puros acentos de la sensibilidad humana y las más sagradas aspiraciones alentadas históricamente por el espíritu nacional de su pueblo». 

A la ceremonia de develación de su estatua en el Museo de Cera de Bayamo —al que se le entregó en la ocasión la condición de Colectivo Distinguido a nivel nacional— asistieron Alpidio Alonso, ministro de Cultura; Federico Hernández Hernández, primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba en Granma; Manuel Santiago Sobrino Martínez, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular; Nereyda López Labrada, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura; Yordán Roberto León Rodríguez, director provincial de Cultura; e importantes personalidades artísticas invitadas a la Fiesta de la Cubanía en la segunda villa fundada en Cuba.

Para alguien que tuvo en vida el honor de recibir las más altas condecoraciones del Estado cubano, entre las que se cuentan la Medalla Alejo Carpentier (1982), el Machete de Máximo Gómez (1986) y la Orden Félix Varela (1991), este reconocimiento lo eleva en la memoria de su pueblo como el intelectual que fue y que será para todas las generaciones de cubanos.

El poeta Emiliano Sardiñas, quien lo conoció y fue su amigo, le rindió honores con sus décimas en la especial velada acontecida en el Museo de Cera: «Indio, qué bueno es tenerte / para que la población / que adora esta tradición / tenga un lugar donde verte. / Mi abrazo invisible y fuerte / quiero mandar hasta ti / porque el cuerpo que hay ahí / no es de cera solamente / es el alma refulgente / de nuestro Indio Naborí. // Conseguimos rescatarte / y ya no te soltarán / las manos que aquí estarán / destinadas a cuidarte. / Muchos vendrán a dejarte / un beso en cada mejilla / porque eres una semilla / sembrada entre los cubanos / ¡que Dios bendiga las manos / que han hecho esta maravilla!».