Artistas consagrados y emergentes han dispuesto sus obras para una nueva modalidad de exhibición-“feria” de artes visuales: Art Barter, donde no se compra y se vende en sentido estricto, pues las obras son intercambiadas por algún artículo o servicio. Esta iniciativa surgió hace dos años en Londres, alentada por los curadores Lauren Jones y Alix Janta, y en 2010 tuvo nuevas ediciones en Nueva York y Berlín, así como durante la feria Frieze de Londres.
Habitualmente decimos que en el momento más difícil de una depresión, sea económica o psicológica, se intensifica el pensamiento creativo. Art Barter lo confirma, pues ha resultado, aunque aislada y poco valorada, una alternativa a la crisis del mercado de arte. Y más que eso, una reflexión dinámica sobre la necesidad de nuevas estrategias, que propone la existencia de un nuevo tipo de comprador, para nada convencional.
El concepto en sí no es nuevo, de hecho la historia del arte está plagada de ejemplos que lo constatan. Pero en pleno siglo XXI, cuando tanto el artista como su obra son valorados de acuerdo a planes inversionistas, Art Barter lanza una pregunta: ¿cuánto vale en realidad una obra de arte?
El concepto incluye también la modificación del papel del comprador, que se convierte en un ente más activo al intentar “seducir” al artista con su propuesta. Además, los trabajos se presentan sin la firma de su autor, por lo que el espectador puede valorarlos sin la parcialización que supone el reconocimiento del valor de la pieza en el mercado o de la opinión de la crítica especializada.
Art Barter tiene lugar en estos momentos como parte de la programación del Festival de Arte, Música y Tendencias Dcode. En Madrid los potenciales compradores han tenido acceso a piezas de Barceló, Ángela de la Cruz, Ouka Leele, Mariscal, Eulàlia Valldosera, Eugenio Merino, Enrique Marty, Rómulo Celdrán, Nano4841, Jorge Peris, San SpY, Cecilia de Val y Juan Zamora, entre otros, en el Centro de Arte Complutense. Las ofertas de trueque se han ido colgando en el recinto para que todos, tanto público como artistas, puedan conocerlas. Al final de la exposición los autores tendrán dos semanas para estudiarlas y decidir si quieren algunos de los trueques ofrecidos.
Tras su paso por Madrid Art Barter viajará a Estambul durante la Bienal, y a Miami, coincidiendo con Art Basel.
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