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Susana Perrottet se prepara para VIP ART FAIR
15June

Susana Perrottet se prepara para VIP ART FAIR

La joven artista peruana Susana Perrottet recibió una invitación de la Universidad de Bellas Artes de Zúrich, Suiza, –donde realizó su maestría– para participar en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo VIP ART FAIR (12 julio - 12 agosto, 2012), alternativa completamente online.

 

Dos semanas después, Perrottet, que se encontraba en Basilea armando una exhibición, atendió una llamada telefónica de Nueva York que le comunicó lo siguiente: el riguroso jurado del certamen la eligió como la mejor de los 380 artistas que se presentaron provenientes de 40 países, nada menos.

 

Nacida en Lima en 1975, de padre suizo y madre peruana, Perrottet se dedica a la animación digital, pero su trabajo tiene su punto de inicio en el dibujo y la pintura.

 

¿Es la primera vez que ganas un concurso internacional?

Sí. Recién este año he empezado a participar en concursos y a responder a convocatorias. ¡Y parece que es mi año! Ayer me avisaron que la Deutsche Bank escogió una propuesta que presenté para realizar una obra en la vía pública en Zúrich. Además, este lunes será la premiación de los Swiss Art Awards, a los que fui invitada a exponer después de concursar junto a 700 artistas suizos, de los cuales invitaron a 50.

 

¿Cuáles son los temas a los que recurres siempre? ¿Cómo describes tu trabajo?

Me enfoco en leer “entre las líneas” de nuestra realidad. La percepción de lo inmaterial, episodios conscientes e inconscientes de la vida cotidiana, como nuestros sueños, que tienen la misma importancia y valor para mí. También siento que nuestros ancestros siguen en vida a través de nosotros. Compartimos y realizamos algunos de sus sueños, deseos y esperanzas. Nosotros y ellos estamos en vida al mismo tiempo. Con todos estos aspectos construyo mi propio paisaje de nuestra realidad.

 

¿Por qué elegiste este tipo de expresión artística?

En mis primeros años como autodidacta -de los 16 hasta los 29- me dediqué únicamente a la pintura. A los 29 decidí estudiar en Bellas Artes. Ahí volví a experimentar con otras técnicas y redescubrí el dibujo. Mis dibujos a menudo eran como escenas de una película animada o de un cómic. Eso me llevó a querer que los personajes que dibujaba parpadeen o hagan algún otro movimiento. El siguiente paso fue explorar e incluir el sonido. Al ver la primera animación, sentí que eso era lo que quería hacer.

 

¿Cuál es la técnica que desarrollas para realizar tus animaciones?

Lo típico es que esté varios meses con una idea dándole vueltas en la cabeza hasta que la tenga del todo resuelta y no haya cabos sin atar. Pienso todo, de la A hasta la Z. Soy bien detallista y al final sé exactamente lo que quiero. Después me ocupo de la logística. Apunto todo, cada paso.

 

Muchas veces empiezo grabando y armando la pista de audio. Pueden ser entrevistas, sonidos de la calle, composiciones propias, etc. Luego me toca dibujar, escanear y animar digitalmente. Trabajo con el programa After Effects. Es importante que el dibujo siempre siga siendo un dibujo. Por eso uso el programa de animación solo en sus funciones muy básicas. Nada de efectos. La simpleza es sumamente importante.

 

Sé que tu padre es suizo y tu madre peruana. ¿Esa combinación de culturas ha influido en tu obra?

La vida entre dos ciudades tan diferentes y antagónicas me ha dado “la mirada a la distancia” desde las dos perspectivas. Lima representa para mí el inconsciente y Zúrich la racionalidad. El vivir dos realidades, ser latina en Suiza y gringa en Lima. Tener dos familias tan diferentes. Por ejemplo, mi bisabuela por el lado materno fue una criada en una hacienda en Pisco y mi bisabuela por parte de padre fue precursora de la danza moderna en Europa. Esas polaridades me llevaron a sentirme muy cómoda en el medio. Los temas que toco en mis trabajos se mueven justamente en ese espacio en que las dos cosas son válidas a la vez: lo real y lo irreal, el pasado y el ahora.

 

Tu familia está muy ligada al arte (danza) ¿Qué nos puedes contar de ello?

Mis bisabuelos por parte paterna revolucionaron la danza moderna. Mi bisabuela fue la bailarina y pedagoga suiza Suzanne Perrottet (1889-1983) y mi bisabuelo el húngaro Rudolf von Laban (1879-1958), bailarín, coreógrafo y teórico de la danza. Uno de sus aportes fue darle a la danza moderna el nivel de arte.

 

En Londres crearon el Centro Laban, dedicado a la danza contemporánea. Hace poco fui a visitarlo y fue muy gracioso y simpático la forma en que me recibieron al oír que yo era bisnieta de Laban. A principios del siglo XX, ellos formaron parte de la comunidad suiza de Monte Verità (La Montaña de la Verdad), que atrajo a anarquistas, socialistas, vegetarianos, artistas, escritores y bailarines que buscaban nuevas formas de vivir lejos de las normas establecidas. Algunos miembros de esta comunidad fueron Hermann Hesse, Carl Gustav Jung, Karoly Kerényi, Erich Maria Remarque, Isadora Duncan. Mi bisabuela también formó parte del movimiento del dadaísmo en el Cabaret Voltaire en Zúrich.

 

¿Ahora estás viviendo en Suiza?

Yo nací en Lima. Nos mudamos por tercera vez a Suiza en 1991. Y esa vez fue la estadía más larga de todas. Los 4 o 5 años que teníamos planeado estar ahí se convirtieron en 20 años. Nunca abandoné la idea de volver a Perú. Cada año regresaba por un mes para ver a mis amigos y familia y empaparme de la peruanidad, descubrir Lima, viajar en combi. Todo eso resultaba muy exótico y divertido.

 

En 2010, terminé mi maestría y a pesar de que mi carrera de artista justo había empezado a andar, me di cuenta que había llegado el momento para regresar a Lima. Ahora la figura es inversa. Vivo y trabajo en Lima, y viajo una o dos veces al año a Suiza.

 

Fragmentos tomados de: Di negro, Gianfranco. Animación digital: peruana conquista premio internacional http://entretenimiento.terra.com.pe (06 de junio de 2012, 17:32)