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Artes plásticas cubanas lamentan muerte del pintor Salvador Corratgé
22November
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Artes plásticas cubanas lamentan muerte del pintor Salvador Corratgé

Washington.- Las artes plásticas cubanas lamentan la muerte de Salvador Corratgé, uno de los pioneros del arte abstracto en Cuba e importante dibujante, ceramista, fotógrafo, diseñador gráfico, orfebre y serígrafo, integrante del mítico grupo de los Diez Pintores Concretos. El destacado artista, que este año estuvo nominado al Premio Nacional de Artes Plásticas en Cuba, falleció el pasado jueves a los 86 años de edad, a causa de complicaciones intestinales, mientras se encontraba de visita en la ciudad de Miami, Estados Unidos.

 

Al momento de su muerte, Corratgé preparaba la exposición personal Un mar de formas, que planeada inaugurar el próximo 28 de noviembre, en la Galería Latin Art Core, de Miami, una muestra retrospectiva que incluía obras realizadas en la década de 1950, hasta las más recientemente producidas para esta certamen.

 

El artista plástico, uno de los íconos de la pintura en la isla, nació en La Habana en 1928, estudió en la Escuela Elemental de Artes Aplicadas Anexa a "San Alejandro," (1949-1950) y en la facultad de Arquitectura de la Universidad de La Habana (1950-1951).

 

Admirador de las proyecciones estéticas de Max Hill y Paul Lhose, Corratgé debuta en la escena plástica cubana en la década de los años 50 del siglo pasado, como miembro activo de los llamados Pintores Concretos Cubanos, caracterizados por una utilización sugestiva de formas geométricas, así como un inédito tratamiento del espacio.

 

Después del triunfo de la Revolución cubana, Corratgé se desempeñó como agregado cultural en las embajadas de Cuba en Checoslovaquia (1963-1967), y en la República Popular y Democrática de Corea (1977-1981).

 

Fue además, profesor del Curso Práctico de Serigrafía y técnicas pictóricas singulares, en la Universidad de Oviedo, Asturias, España, en 1995.

 

Obras suyas se exhiben actualmente en el Museo Nacional de Bellas Artes en La Habana, el Museo de Arte Contemporáneo de México, el Museo de Krakow, Polonia, y el Palacio Imperial de Japón, entre otros.

 

Para el crítico francés François Vallée, la obra de Corratgé "es ejemplar por su brillantez, su rigor, su exigencia, su continuidad, su exclusividad".

 

"Este artista -agrega- siempre ha sido fiel a los principios de una creación elaborada en la exploración e indagación incesantes de una pintura que optó desde el principio por la línea, el círculo, el plano y el color como principios exclusivos".

 

 

Fuente: PL