Paco León y Hugo Silva en La Habana

Texto e imágenes: Susana Méndez

En el contexto del XXXVI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que se celebra en La Habana desde el pasado día 4, la Embajada de España en la Isla organizó un encuentro entre los actores  ibéricos Paco León y Hugo Silva, presentes en el evento, y un grupo de realizadores, actores, actrices, dramaturgos y humoristas jóvenes cubanos.

Paco León es la  segunda vez que visita Cuba, la vez anterior fue hace 15 años, y  Hugo vino de niño y luego participó en el Festival de Cine pasado. Ambos se mostraron admirados de la acogida del público cubano al Festival; "Aquí por lo que he notado el gran activo de la personalidad del Festival es el público ¡Quinientos mil espectadores en un Festival de Cine es una barbaridad!”, comentó Paco León.

Hugo Silva por su parte consideró que este festival  “es especial, en ningún otro he visto las colas que se hacen aquí para entrar a los cines;  la curiosidad, las ganas de ver cosas que hay en Cuba, no se ven en ningún sitio”.

Consideraron un honor el conocimiento que tienen muchos cubanos de ellos a partir de las series en las que han participado ambos y que circulan mucho en la Isla, fundamentalmente Aída, en el caso de Paco y Los hombres de Paco, protagonizada por Hugo.

A estas apreciaciones siguió un diálogo inteligente que se centró esencialmente en cómo se afrontan en ambos países los problemas de la creación, promoción y distribución cinematográfica y teatral, muchos de los cuales son comunes a pesar de la diferencia en cuanto a los ordenamientos de financiación y realización en general, entre ambos.

Los actores invitados coincidieron en que el mercado marca mucho la diferencia en cómo se hacen las cosas aquí y allá; se refirieron  a la crisis económica  por la que atraviesa actualmente España y la falta de apoyo de las instituciones a todo el mundo del cine; “nos hemos visto obligados a suplir con ingenio y con talento la falta de recursos y eso es algo conocido para vosotros, creo que de esas circunstancias también salen buenas ideas”, aseguró Hugo Silva.

Paco León abogó reiteradamente por la creatividad, por la diversidad de formas y maneras en que puede promocionarse un producto cinematográfico o teatral, y narró la experiencia de su ópera prima Carmina o revienta (2012) que tuvo un  estreno multiplataforma, en DVD, Internet y salas cinematográficas, e indicó además que  Carmina y Amén (2014), -filme que vino a presentar en el Festival de La Habana-, tuvo como inicial acción de promoción el estreno simultáneo en 120 salas de cine de manera gratuita: “y fue un éxito- claro, porque fue gratis-, pero funcionó muy bien el boca a boca”, dijo.

Resaltó seguidamente que la revolución digital y de Internet está cambiando mucho la manera de producir, de exhibir y de comunicar las películas en España, “estamos rehaciendo un modelo, porque lo que no vale, aunque esté establecido, debemos rehacerlo y nos toca a nosotros los jóvenes, y es emocionante replantear que las cosas puedan ser de otra manera para lo cual hay que investigar, experimentar, tanto artísticamente como con el mercado”.

Por su parte Hugo Silva explicó que las televisoras privadas en España están obligadas a entregar el 5% de sus beneficios, con destino a la producción cinematográfica, lo cual impulsa la industria del cine, no obstante el interés de las televisoras es la rentabilidad de los filmes realizados “y no siempre el diseño del mercado está acorde con  las inquietudes culturales y con lo que se quiere contar”, aseguró.

Ambos abordaron también el fenómeno de los altos precios de las entradas al cine o al teatro en España, los cuales tienen un 21% de IVA, lo que equivale a que una entrada cuesta 9, 75 euros, lo que, explicaron, ha desatado igualmente el ingenio, como es el caso de que en algunas salas de teatro venden zanahorias que tienen un IVA más bajo y con la zanahoria regalan la entrada, o venden una revista pornográfica, y también con ella va la entrada, “porque el porno en España paga menos impuesto que el resto de los productos culturales”, afirmó Hugo Silva.

Acerca de las posibilidades de acceder a papeles en el cine Hugo declaró: “lo más importante es la formación del actor, pero también saber en qué mundo te estás moviendo, en qué mercado, saber más o menos qué se va a demandar, qué tienes tú que aportar de tu arte, qué será más o menos aprovechable de tu arte y potenciarlo”.

Destacó que el pasado año en su país se hizo un estudio que arrojó que el 75% de los actores y bailarines se encontraban sin trabajo, “aunque hay una estructura creada es muy difícil vivir solo del arte; hay un chiste muy viejo en España  que dice «yo soy actor, ah! ¿sí? ¿ y en qué bar trabajas?»”.

Paco, confesó a propósito, su confianza en la autogestión, en no escudarse en la industria y Hugo  expresó que ha llegado un momento en España en el cual ese que “ya que no depende tanto de la industria, o el que ya ha perdido la esperanza de que el gobierno apoye a la cultura en un momento dado, es el que trabaja, actúa, y sale adelante con su arte”

Compartieron asimismo que en estos momentos, proliferan allí películas y obras de teatro de bajos presupuesto, micro teatros, fórmulas sobre todo para que los actores no lo sean solo sino para que sean los propios gestores de su compañía, de su arte. "Lo más interesante que está pasando ahora en España en este sentido es el arte pobre, las salas alternativas de teatro con nuevos autores, ahí es donde se está ahora cociendo la cosa”, llamó la atención Paco, y  agregó “Cuando me preguntan qué se hace para llegar, para trabajar,  yo siempre recomiendo lo mismo: no esperes que te llame nadie, tú haz el mejor casting, el trabajo bien hecho, genera tu propio trabajo y luego ya te llamarán”.

Hubo intervenciones por parte de algunos actores humoristas que explicaron particularidades del género en la Isla, en cuanto a su producción, gestión, puestas en escena y presencia en la televisión nacional, y en este sentido Paco León aseveró acerca de la esencia creativa del humor “desde los bufones en la Edad Media que eran los únicos que podían decirle al Rey gordo y borracho, está en el ADN del humor lo políticamente incorrecto, o lo socialmente incorrecto, bordear esos límites es donde está lo interesante del humor”.