Por: Alain Valdés Sierra
Vuelve a ser la obra del emblemático compositor austriaco motivo de celebración con la llegada de la segunda edición del Festival Mozart Habana, cita que reunirá hasta el 23 de este mes a importantes artistas de varios países.
Como espacio para el conocimiento y el intercambio de experiencias, además de los esperados conciertos, la cita se erige como un permanente homenaje al Genio de Salzburgo, y en este año también las siete décadas de relaciones diplomáticas ininterrumpidas entre Cuba y Austria.
Mozart Habana según anunció su presidente, el pianista Ulises Hernández, tiene confirmada la asistencia de artistas de Colombia, Argentina, Rusia, Austria, Bélgica, Suiza y el país anfitrión, que trabajarán un selecto y exigente programa de conciertos acompañados por orquestas y coros cubanos.
Entre los instrumentistas foráneos se destacan la pianista suiza Ariane Haering, el clarinetista francés Florent Heau, y el violinista austriaco Benjamin Schmid, este último protagonista de la gala inaugural donde acompañado de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de las Artes (ISA) interpretará el Concierto para violín y orquesta No. 4 del genio de Salzburgo.
Para la segunda mitad de la velada Schmid asumirá la Misa No. 14 en Si bemol Harmoniemesse, de su compatriota Joseph Haydn, mientras que los otros invitados de la noche serán los coros de cámara de Matanzas, Exaudi, Scholla Cantorum Coralina, Polifónico de La Habana y de Cámara del ISA.
El festival, organizado por la Oficina del Historiador de la Ciudad y el Lyceum Mozartiano de La Habana, también tiene en cartelera una serie de clases magistrales y la inauguración de la exposición de fotografía Siete Miradas.
El concierto de apertura será en la Catedral de La Habana, a las 8: 30 p.m., y el de clausura en el Teatro Martí a la misma hora, donde la sinfónica del ISA, bajo la batuta del belga Ronald Zollman interpretará las sinfonías No. 5 de Hydn, la No. 30 de Mozart, y la pieza para dos violines y conjunto de cuerdas titulada Moz-art a la Ha-ydn, concebida por el desaparecido compositor de origen ruso Alfred Schnittke.
Otras sedes serán la Basílica Menor del Convento San Francisco de Asís, la Sala José White, en Matanzas, y el Oratorio San Felipe Neri, cuartel general del Lyceum Mozartiano de La Habana.
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