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Vicente, Batabanó, Toni… y la maravilla
18January
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Vicente, Batabanó, Toni… y la maravilla

Por Jorge Fernández Era

 

El patio del Consejo Nacional de las Artes Plásticas se vio inundado ayer de pescadores, de globos gigantes donde cabe la historia de un pueblo, de remolinos que dejan en la costa, para elevarla a la categoría de arte, la maravilla de la existencia de parajes relegados al olvido por una modernidad enajenante. Y es que la obra de Vicente Hernández, el artista que ha llevado a su natal Batabanó a los confines más diversos del planeta, se reúne ahora, gracias al empeño del periodista Toni Piñera, en un hermoso libro contentivo del universo que habita en sus cuadros.

 

Arte por Excelencias fue parte del numeroso público que se reunió para la presentación del volumen, impreso en Lima, Perú, con la colaboración de la galería Enlace Arte Contemporáneo, y que forma parte de un proyecto para hacer «libros de autor, donde los especialistas, a través de textos enjundiosos, hagan un recorrido por la obra de los artistas, desde sus comienzos hasta la actualidad».

 

Para Toni Piñera es su primer proyecto editorial, a pesar de contar con una vasta obra periodística que es reflejo del quehacer de la cultura cubana en las últimas tres décadas. «Había en este libro algo muy importante, y era el artista sobre el cual iba a escribir. Le puse mi voz porque creo en su obra, porque es un creador con mayúsculas, de los pocos que tienen la magia de expresar lo que sienten. Él ha puesto siempre, en primer lugar, a un minúsculo pueblo del sur de La Habana que se llama Batabanó, perdido en la geografía del mundo, y lo ha hecho protagonista de sus historias. Y una persona que ama el lugar donde nació, por muy pobre, lejano y pequeño que sea, es una persona de la que hay que escribir».

 

«Lo más importante de este libro —dice Vicente Hernández— ha sido la capacidad de convocar a los amigos, a los artistas, a las personas que les gusta el arte, para compartir el rescate de un pequeño lugar y de hechos que se repiten en la vida de todos nosotros. Me propongo que mi obra sea un canto a la superación humana, a cómo la gente reconstruye, después de un ciclón, las pocas cosas que quedaron y las convierte en una nueva vida, en un nuevo hacer. Eso lo veo en ese lugar donde nací, pero lo veo también en cada uno de nosotros, en esa capacidad que tenemos los cubanos de rehacernos como nación».