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¿Dónde miramos cuando miramos al Bosco?
15February
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¿Dónde miramos cuando miramos al Bosco?

Esta curiosa cuestión es la que se ha propuesto resolver el Museo Nacional del Prado. En colaboración con el grupo de Neuroingeniería Biomédica de la Universidad Miguel Hernández, dirigido por el catedrático de Biología Celular Eduardo Fernández Jover, el museo ha recabado los datos de más de 50 personas que contemplaban El jardín de las delicias del Bosco para descubrir qué es lo que más llama la atención de esta obra, además de en qué medida aspectos como la edad, el sexo o la procedencia pueden determinar esta observación.

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Se trata de un estudio pionero en un entorno museístico real para analizar dónde centramos nuestra atención cuando miramos un cuadro. Para ello, cada participante ha usado unas gafas conectadas a un ordenador, las cuales hacen un seguimiento ocular para registrar la dirección de su mirada, el tamaño de sus pupilas y las zonas en las que se fija en cada momento.

Se trata, sin duda, de una de las obras más valiosas de la pinacoteca madrileña, en gran medida por su carácter enigmático y complejo. En ella, el pintor holandés aborda el destino de la humanidad a través de tres escenas que giran en torno al pecado. En el panel central, El Bosco muestra un Paraíso engañoso a los sentidos, un falso Paraíso entregado al pecado de la lujuria. Por su parte, en los paneles laterales representa a Adán y Eva; en el izquierdo se encuentran en el Paraíso, mientras que en el derecho están en el Infierno, recibiendo su castigo.

 

El Jardín de las Delicias. El Bosco. Museo Nacional del Prado
El Jardín de las Delicias. El Bosco. Museo Nacional del Prado

 

En El jardín de las delicias se pueden vislumbrar personajes muy dispares, como un gran número de figuras humanas desnudas – muchas de ellas manteniendo relaciones con una fuerte carga erótica –, animales reales o fantásticos, además de otros elementos, como plantas o frutas, que se integran en el enigmático paisaje natural que construye El Bosco.

Los resultados de este estudio los podremos conocer en unos dos meses, según anuncian, y permitirán agrandar el conocimiento del que disponemos acerca de los procesos de atención visual, además de profundizar en el conocimiento de la percepción visual de las imágenes en la observación de las obras de arte en entornos museísticos reales.

En portada: Sala de El Bosco. Museo Nacional del Prado