Lo bello y lo monstruoso visto a través del arte

Hasta el 25 de mayo, la galería VETA by Fer Francés presenta la exposición colectiva Beauties and Beasts, la primera comisariada por el artista Juan de Morenilla. En ella se explora la relación entre lo bello y lo monstruoso, buscando los múltiples puntos de unión que existen entre ambos conceptos.

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Tradicionalmente, belleza y fealdad se han entendido como opuestos. Ninguno podía vivir junto al otro. Pero, ¿qué ocurre si se intenta hacer que convivan? ¿Si pensamos en ellos como parte de un mismo espectro? Esa es la propuesta de la muestra que incluye obras de Alex Gambín, Daniel Dobarco, Gema Quiles, Maite y Manuel, Lisa Ivory, Luis de la Fuente y Razvan Boar.

Sus trabajos coinciden en un acercamiento a los conceptos de lo bello y lo monstruoso desde una perspectiva que no los enfrenta; más bien, todos se mueven entre tonos de gris. Un territorio ambiguo donde lo bestial es también vulnerable, donde la violencia puede existir bajo un aspecto manso, casi blando. Lo macabro se retrata con tanta minuciosidad en estas obras que termina resultando incluso bello. 

A menudo, lo que nos aterroriza nos fascina a partes iguales. La belleza tiene también un componente de repulsión: es el ejemplo del vampiro, un ser peligroso y terrorífico que, además, resulta elegante y seductor. Lo grotesco también forma parte fundamental de Beauties and Beasts.

No como algo necesariamente feo; más bien, como una cierta cualidad extraña, híbrida y oscura que está presente en muchas de las obras, y que las hace más atractivas. Aquello que se encuentra fuera del canon de la belleza ejerce una fuerza sobre nosotros que nos atrae y nos reta a mirar más allá de la superficie.

Sobre los artistas

Alex Gambín (Alicante, 1996) utiliza el concepto de memoria como hilo conductor de todo su trabajo, cuyo soporte es tanto el lienzo como la pintura mural. Mediante retratos realistas a los que después aplica numerosas alteraciones (rasgarlos, doblarlos, colgarlos boca abajo…) trata de analizar la relación que existe entre nuestro pasado y el momento presente. Gambín ha participado en exposiciones tanto colectivas como individuales en diferentes galerías españolas.

Daniel Dobarco (Castellón, 1988) afirma que sus mayores referentes a la hora de pintar son Goya y Picasso. Precisamente dos grandes pintores de bestias, cada uno a su manera. La obra de Dobarco se ha ido apartando progresivamente de la figuración, aunque los protagonistas de sus lienzos siguen siendo los mismos: caballeros, ogros y fantasmas.

Una amalgama de personajes fantásticos que participan al mismo tiempo de lo maravilloso y de lo grotesco. Dobarcoha obtenido becas como la de la fundación Dávalos-Fletcher, gracias a la que pudo disfrutar de un periodo de residencia artística en Berlín.

Gema Quiles (Castellón, 1994) explora en todo su trabajo el concepto de la evasión y del hogar como un lugar en el que poder sentirse a salvo. En sus lienzos aparecen a menudo personajes de grandes dimensiones, sin rostro, que lo ocupan todo y que casi no dejan espacio a nada más en la composición. Son gigantes cargados de inocencia que despiertan empatía y ternura. Quiles ha obtenido diversos galardones, entre los que destaca el Premio Nacional de Pintura de la Real Academia San Carlos de Valencia, en 2016. 

Maite García Argul (Uruguay, 1996) y Manuel Puig (Uruguay, 1991) son un dúo de artistas cuya obra se mueve entre la figuración más naif y el expresionismo abstracto. Ellos mismos definen su trabajo como “una pelea agresiva, pero inocente”. Han trabajado como diseñadores de personajes, lo cual se aprecia en sus lienzos. Mientras que los fondosson austeros, sus criaturas son siempre el tema central, ya sean animales, personas o seres imaginarios. Han realizado exposiciones tanto individuales como colectivas, y su obra se ha visto en ferias como Estampa o UVNT.

Lysa Ivory (Londres, 1966) puebla toda su obra de freaks. Seres que nos son ajenos y que, como tales, despiertan al mismo tiempo miedo y atracción. A menudo son representados en actitudes amorosas o eróticas junto a seres humanos. Estas criaturas extrañas están inspiradas en el folklore, los cuentos de hadas y la mitología, y se muestran con cierta inocencia, alejados del concepto clásico del monstruo. Su obra se ha expuesto en numerosas galerías en Estados Unidos, Inglaterra o Suiza, entre otros.

Raznan Boar (Bucarest, 1982) se inspira en el cómic a la hora de elaborar sus composiciones. Su obra es fruto de un conjunto de referencias que ha ido recolectando a lo largo de su vida. Ha llegado a afirmar que, para él, buscar esas referencias es una práctica adictiva. En sus lienzos retrata emociones como la alienación o la ansiedad por medio de personajes de aspecto infantil con rostros hiperrealistas, que el artista posteriormente altera y distorsiona.

En 2011 fue galardonado con la beca Constantin Brancusi, y su obra se encuentra en prestigiosas colecciones como la del Museum of Contemporary Art de Bucarest.

Sobre VETA by Fer Francés

Es la galería más dinámica del panorama español. Al año programan unas 16 exposiciones (tres muestras simultáneas cada dos meses aproximadamente). También participan ennueve ferias internacionales, desde Tokio a Singapur, pasando por Chicago, Dallas o, más cerca, Bruselas o Ibiza.

Abrió sus puertas en 2021 en el distrito madrileño de Carabanchel, en un espacio de más de 1.000 metros cuadrados. Varias naves de pasado industrial se convertían así en un centro dedicado al arte contemporáneo.

Fundada por Fer Francés, VETA trabaja con artistas de distintas generaciones, tanto españoles de reconocida trayectoria –como Abraham Lacalle, Matías Sánchez o Santiago Ydáñez–, como internacionales –Erik Parker, Christian Rex van Minnen, Theresa Chromati, Manuel Ocampo...–. Su portfolio también contempla artistas emergentes de todo el mundo como Juan de Morenilla, Atanda Quadri Adebayo o Kang Haoxian.

Con la intención de romper las reglas del cubo blanco y convertirse en un punto de referencia en Carabanchel, VETA ha iniciado un proceso de transformación. Su espacio está siendo renovado y ampliado por el estudio RCR –ganadores del premio Pritzker 2017, los Oscar de la arquitectura–.

Fuente: Cano Estudio