Roses ofrece visitas teatralizadas a su Castrum visigótico

Roses no es solo un destino de ‘sol y playa’. Su variada oferta veraniega va más allá de sus reconocidas playas y calas y nos sumerge en la historia a través de su rico patrimonio cultural. Y en él destaca su Castrum (ciudadela) visigótico, un yacimiento arqueológico del siglo VII ubicado en la montaña del Puig Room, a 225 metros de altitud, coronando esta localidad de la Costa Brava. Coincidiendo con el centenario de sus primeras excavaciones se han organizado visitas guiadas teatralizadas los viernes. Las dos próximas, el 25 de agosto y el 8 de septiembre.

Nada más entrar en Roses el visitante es recibido por su majestuosa Ciudadela, lo que pone en valor el gran patrimonio cultural que ofrece esta localidad de la Costa Brava. Así, además de tomar el sol y darse chapuzones en sus 16 fantásticas playas y calas, los veraneantes pueden también disfrutar de una variada oferta de visitas que suponen un paseo por la historia.

A la citada Ciudadela y al Castillo de la Trinitat, ubicado a la salida de Roses, se une un interesante yacimiento arqueológico que nos hará retroceder nada menos que 15 siglos. Se trata del Castrum visigótico, que justo este año celebra el centenario de sus primeras excavaciones. Estas han permitido rescatar uno de los lugares más singulares de la localidad para hacernos una idea de cómo eran sus viviendas, silos y calles.

Con este motivo se han organizado visitas guiadas teatralizadas que tienen lugar los viernes, a las 19.00 horas. El precio es de 5 euros, para los adultos, y de 3 euros, para niños de 6 a 17 años. Las entradas pueden adquirirse en la Oficina de Turismo, situada en la Avenida de Rhode, 77-79, justo a la entrada de la localidad, después de la Ciudadela.

El Castrum visigótico de Roses corona la montaña del Puig Room, a 225 metros de altitud. Se puede acceder a él a pie, desde la carretera de Montjoi, aparcando el vehículo en las proximidades de la senda que conduce al dolmen Creu d’en Cobertella. El recinto tiene forma pentagonal y sus murallas son de una altura máxima de cuatro metros. La entrada es por una puerta única con dos torres cuadrangulares a sus lados.

Se trata de un asentamiento militar visigótico que apoyaba a Roma en el declive de su imperio para contener la invasión de los alanos. Permanecieron allí un siglo siendo hoy testigos de su presencia una decena de antiguas viviendas además de diversas piezas de bronce, hierro y cerámica. El Castrum está protegido como Bien Nacional de Interés Cultural desde 1963.