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Santiago Alfonso: "Carlos Acosta es un orgullo para Cuba"
17October

Santiago Alfonso: "Carlos Acosta es un orgullo para Cuba"

“¿Cómo llegué a esta película? Me parece que fue el destino”, así afirma el afamado bailarín y coreógrafo cubano Santiago Alfonso al hablar sobre su participación en la película Yuli, de la directora Iciar Bollaín, el cual fue presentado recientemente a nivel mundial. 

El filme que narra la historia del primer bailarín cubano Carlos Acosta, contó con el guion de Paul Laverty a quien reconocieron por su trabajo en la más reciente edición del Festival de Cine de San Sebastián.

Según algunos medios de prensa a nivel internacional, Bollaín nos lleva en un viaje temporal, a través de la vida de Acosta, (apodado artísticamente como Yuli) desde la infancia en La Habana hasta su edad adulta, donde tras sentirse cautivado por el mundo del baile, comienza a forjar su propia leyenda. 

El estreno de Yuli fue por la puerta grande: se llevó el aplauso del público y muy buenas críticas. El rodaje abarcó locaciones en Cuba, Madrid y Londres y entre los actores que participan, se destaca Laura de la Uz, Yerlín Pérez, entre otros.

Sobre los hombros de Santiago Alfonso, Premio Nacional de Danza 2006, recayó la responsabilidad de protagonizar al papá de Acosta.

“Yo estoy un día en unos ensayos con la coreógrafa Susana Pous y me dice: Viene una amiga mía, que es una directora de cine muy famosa para hacer una película aquí y está buscando un personaje. Yo le dije que te probara. Después la mujer me llamó a la casa, me probó, a miles también, y me escogió. 

“A partir de que el libreto me lo pusieron en la mano y yo vi que el contrato decía protagónico,  me ataqué y me puse a estudiar. Me pasaba madrugadas enteras tratando de interpretar lo que Iciar Bollaín me había planteado, cómo quería el personaje. Apelé a toda mi experiencia, a todo lo que he visto en la vida de tantos años. Tuve el apoyo de los actores, a quienes les agradezco enormemente el que me vigilaran en cada escena. 

“Ahora me enteré recientemente, que un crítico se lamentaba por el hecho de que en San Sebastián no premiaran a otros actores, porque ese señor (refiriéndose a mí), se hubiese llevado un premio. Me han llamado de España, Nueva York, Italia… para felicitarme pero todavía no he visto la película y lo que va a salir, no lo sé. 

“Mi vida no va a cambiar, voy a seguir siendo bailarín, coreógrafo, maestro y director artístico y esto es algo colateral que el destino me puso delante y yo, que le tengo mucho miedo al ridículo, trabajé con ahínco y gracias a Dios salió bien”.

¿Qué piensa sobre la labor artística de Carlos Acosta?

Yo fui maestro de Carlos en los años ochenta. Impartía Danza y Folklore en la Escuela de Ballet y era un niño enloquecedoramente indisciplinado. Hay que destacar que la única persona que desde el primer día vio en él lo que nadie veía fue Ramona de Saá, ella siempre dijo que en él había un gran bailarín. A los 14 años me lo encontré en un festival internacional donde barrió y hubo un momento, hace algunos cuantos años, que era uno de los cinco mejores bailarines del mundo.

¡Qué orgullo para Cuba! ¡Qué orgullo para el movimiento danzario! ¡Qué orgullo para los negros cubanos!, saber que un negro es considerado entre los mejores del mundo.  

Es una maravillosa sensación la que yo siento cuando oigo hablar de él, cuando veo su trabajo y he visto sus cosas. Es un fuera de serie.