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Cursi: la palabra negativa que podría ser sinónimo de iconicidad
28June
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Cursi: la palabra negativa que podría ser sinónimo de iconicidad

“No me gustan las cursilerías”, habremos oído alguna vez salir de la boca de cualquiera que no quiera recibir un ramo de flores atado a un poema escrito a mano, vestir algo que contenga un corazón, o leer algo relacionado con los sentimientos que pueda acabar en lágrimas. De dónde viene esa negatividad hacia lo sensible, hacia los colores pastel, nos preguntamos.

Lo cursi es estético. Es una joya audiovisual, un conjunto de palabras, telas e imágenes que forman a un humano. Siempre asociado con la feminidad, podemos imaginarnos, entonces, por qué hace varios siglos atrás se consideró algo que nunca llegaba a ser.

Mientras que algunos opinan que su etimología viene de la letra cursiva que empezó a copiarse de los escritos ingleses, otros hablan de una historia más elaborada, digna de novela: las hermanas Sicur.

Estas dos gaditanas paseaban por su ciudad con los atuendos más extravagantes, la moda de París llevada a su mayor extremismo. Su gusto por la moda francesa a principios del S.XIX nos hace imaginarnos cómo hubieran sido ellas viviendo en la Belle-Époque en vez de a principios del siglo, cómo hubieran disfrutado de la capital del esplendor sociocultural. Sin embargo, nos trasladamos a una Cádiz dónde quienes veían a las hermanas pasar reían, señalaban, y gritaban “¡Sicur!” una y otra vez. No las veían como las vemos ahora, mujeres avant-garde que rompieron esquemas y decidieron ser ellas mismas en un mundo dónde las normas textiles estaban estrictamente establecidas. Cómo las Sinsombrero años después, que se quitaron el accesorio de la cabeza para romper esas normas y dejar salir sus ideas, ellas se decoraban con lazos porque así se sentían seguras, así sentían que debían portar su nombre y apellidos.

Sea o no sea este el origen, el significado de cursi ha quedado así: es aquel “que pretende ser refinado sin conseguirlo”, una cosa que “con apariencia de elegancia o delicadeza, es pretenciosa y de mal gusto”.

 

Gato con ramo de rosas (Museo de Historia de Madrid)
Fotografía: Gato con ramo de rosas (Museo de Historia de Madrid)

 

CentroCentro, espacio cultural de Madrid, ofrece un cambio de rumbo en torno a este concepto con Elogio de lo cursi. El camino transgresor, el que podría haber dado lugar a nuevas definiciones en la moda o en el arte. De cómo el apellido pasó a convertirse en el ridículo a un género y a personas de clase media y baja al intentar imitar a la burguesía, al concepto estético que revoluciona y hace descubrir identidades. Comisariada por Sergio Rubira,profesor de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, la muestra ocupará la planta 4 del centro durante todo el verano.

Una de Doña Rosita la Soltera de Federico García Lorca se tiñe de rosa y su dibujo se vuelve rococó. Esculturas, lazos, animales, dibujos, pintura, decoración. Todo ello forma parte de esta estética traída de distintos museos de la capital, enseñándoles como muestra de una revolución.

Después de lo cursi siguieron naciendo conceptos. ¿Y si pudiéramos relacionar con el esperpento, esa grotesca manera de ver la vida según Valle-Inclán? ¿Y si toda exageración literaria existió antes en forma humana, en una caricatura en forma de mangas con encaje y collares de perlas infinitos? O el Camp que tanto marca la estética queer, la “seriedad fallida” de la que habla la escritora Susan Stontag y la extravagancia de las divas del pop y los iconos culturales de las últimas décadas. ¿Es acaso una evolución de la cursilada que Anna Wintour acabó eligiendo como tema en la MET en el año 2019? Cambios, todo son transformaciones de un concepto que nos deja algo en claro: dónde se es uno mismo se está mejor.

En portada: Obra expuesta/ Tomado de redes sociales