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El fenómeno Barbenheimer resucita el fervor por el cine
03August
Artículos

El fenómeno Barbenheimer resucita el fervor por el cine

Este mes de julio será recordado durante mucho tiempo por la industria cinematográfica. El conocido como ‘fenómeno Barbenheimer’ – el estreno de dos películas tan esperadas como opuestas en temática y estilo, como Barbie (Greta Gerwig) y Oppenheimer (Christopher Nolan) – ha derivado en unas cifras récord para el cine a nivel mundial, con sesiones colgando el cartel de ‘no hay entradas’ y, en definitiva, congregando a millones de personas en las salas de cine.

Vea además: El doble estreno del que se habla en el verano

La expectación ya era palpable en las semanas previas al estreno de ambas películas - el 20 de julio -, y lo que comenzaba como un duelo entre Warner Bros y Christopher Nolan – la productora norteamericana decidió fijar la fecha de estreno de Barbie el mismo día que la de Oppenheimer, consecuencia del cese de los proyectos en conjunto entre el estudio y el director británico – ha acabado convirtiéndose en la semana más lucrativa para los cines en este 2023.

Y gran parte de ese resultado es consecuencia del citado ‘fenómeno Barbenheimer’; las redes se comenzaron a inundar de pósters y montajes fotográficos que reivindicaban la sana coexistencia entre ambas cintas. De hecho, los propios actores alentaron esta “rivalidad sana”, recomendando ver la película rival o incluso disfrutarlas en una doble sesión.

"Creo que es genial. Quiero decir que iré a ver Barbie. Estoy deseando verla. Creo que es genial para la industria y para el público que dos películas increíbles de cineastas increíbles se estrenen el mismo día. Podría pasarme un día entero en el cine, ¿qué hay mejor que eso?", expresaba Cillian Murphy, protagonista de Oppenheimer, durante una entrevista. Por su parte, Greta Gerwig y Margot Robbie, directora y protagonista de Barbie, respectivamente, acudieron a visualizar el largometraje de Christopher Nolan el mismo día de su estreno.

De igual manera, otras figuras relevantes de la industria se han pronunciado al respecto. Una voz autorizada, como la del director Francis Ford Coppola, comentaba que “aún no las he visto, pero el hecho de que la gente llene los grandes cines para verlas, y que no sean secuelas ni precuelas ni tengan un número, siendo películas únicas, es una victoria para el cine”. 

Y tiene gran parte de razón el director de algunas de las mejores cintas de la historia del cine – El Padrino, Apocalypse Now –, ya que el insaciable goteo de sagas repetitivas e insustanciales, sumado a la inevitable amenaza que supone para la gran pantalla las plataformas de streaming, parece abocar a las salas de cine a un futuro comprometido. El reciente estreno de estas dos películas, sin embargo, aporta algo de esperanza ante el clima pesimista que se había establecido en la industria.

 

Montaje de Barbenheimer
Montaje de Barbenheimer

 

Todo al rosa

También será objeto de estudios en años venideros la espectacular campaña de marketing que han llevado a cabo los estudios – Warner Bros y Universal Pictures – para sus respectivas películas, aunque en mayor medida en el caso de Barbie. El público se ha contagiado de la “fiebre rosa” en la que tanto ha insistido la campaña de promoción del largometraje; tanto es así que gran parte del público ha decidido acudir a disfrutar de la película ataviado con una prenda rosa.

Además, varias empresas han querido formar parte de este movimiento, y han fusionado algunos de sus productos con la estética del mundo Barbie. Es el caso de Airbnb, que reabrió la ‘Casa de Ensueño de Barbie en Malibú’ – una mansión de tres plantas protagonizada por el color rosa, que ya se pudo alquilar en 2019 con motivo del 60 aniversario de la muñeca de Mattel – y sorteó una estancia gratuita de dos noches en la habitación de Ken.

Otro ejemplo fue el lanzamiento de una Xbox Series S rosa edición limitada de Barbie, consola que se podía conseguir también por sorteo, y que incluía, en uno de sus juegos más populares, el Forza Horizon 5, varios vehículos basados en el universo Barbie – un Chevrolet Corvette EV Corvette de 1956 y un GMC Hummer EV Pickup –, coincidiendo con el estreno de la película  

Asimismo, otras firmas como la marca de patines Impala Skates, la marca de cosméticos NYX Cosmetics o Starbucks también han lanzado productos promocionales vinculados a la película. En definitiva, toda una sucesión de acciones promocionales realmente ingeniosas que han convertido el estreno de Barbie en un fenómeno sociocultural de enorme relevancia.

Unos datos esperanzadores

No han pasado ni dos semanas del estreno de Barbie y Oppenheimer, y ya las cifras que han alcanzado en taquilla ambas películas permiten mirar al futuro con ilusión. Es cierto que las expectativas, si obviamos toda la campaña publicitaria y el fenómeno social que se ha generado alrededor de ella, ya eran altas de por sí.

Si la primera prometía entusiasmar al público por su enfoque orientado a reivindicar el empoderamiento femenino y a ridiculizar el patriarcado – pero con un tono apto para todos los públicos -, bajo la dirección de una de las directoras con más talento de los últimos años, como es Greta Gerwig – también ha dirigido, anteriormente, Lady Bird y Mujercitas -, la segunda venía con el infalible aval que representa el sello de Christopher Nolan, quizás el director más ambicioso de lo que llevamos de siglo.  

Y así se ha reflejado en taquilla, con unas cifras sensacionales durante las dos semanas que llevan las películas en cartelera. El caso más llamativo es el de Barbie, que ha alcanzado ya los 800 millones de dólares en la taquilla mundial, y aspira a convertirse en una de las 100 películas más taquilleras de la historia en unos días. Además, la cinta ha sido el estreno más importante del año en su primer fin de semana, recaudando más de 160 millones de dólares.

Por su parte, Oppenheimer ha cosechado también una taquilla más que notable – todo ello pese a que ha coincidido con el gran estreno del año – y lleva ya más de 400 millones de dólares recaudados en la taquilla mundial. Entre los dos largometrajes suman una taquilla de más de 1.200 millones de dólares, una cifra inmejorable para el sector del cine.

El estreno de ambas cintas reafirma que, si se consigue captar la atención del público a través de una campaña de marketing acertada, y se le ofrece contenido cinematográfico de calidad, este responde. Asimismo, el éxito cosechado puede servir de trampolín para que ese público que ha ido abandonando las salas en los últimos años se vuelva a entusiasmar por las miles de historias apasionantes que se narran en la gran pantalla, y recuerden que el cine es un elemento imprescindible de la cultura popular.