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Tomás Milián, el fotógrafo: Buscar las manchas del tiempo
30November
Noticias

Tomás Milián, el fotógrafo: Buscar las manchas del tiempo

Por Susana Méndez

 

La inauguración de la muestra fotográfica Muros, del actor cubano-italiano Tomás Milián, tuvo lugar en la Galería de Arte del Centro de Promoción Cinematografico del ICAIC, en esta capital, con la presencia del artista y del señor Carmine Robustelli, embajador de la República de Italia en Cuba.

 

Tomás Milián, regresa a Cuba luego de 60 años de ausencia y trae sus fotos de los muros que ha buscado en la India y en las ciudades de Nueva York, Miami, Venecia y Roma.

 

Sara Vega, especialista de la Cinemateca de Cuba, presentó esta exposición que es parte del programa de trabajo que cumplimenta Milián en la Isla, y que ha sido coordinado por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, la Cinemateca de Cuba y la Embajada de Italia en La Habana y que comprende como actividad central una retrospectiva de parte de su numerosa filmografía.

 

Sara Vega, curadora y montadora de la muestra, confesó haberlo hecho con mucho placer “porque, -significó-, creo realmente que es un reto para el artista haber encontrado otra mirada y los espacios para fotografiar y que den el espíritu y el alma de un determinado lugar, Cuando uno transita por esta galería aprecia cómo las fotografías tan aparentemente parecidas reflejan cada uno de los momentos en que fueron tomadas y los sentimientos que aportan cada una de las ciudades. Me llama muchísimo la atención que este hombre haya tenido el tiempo y las ganas de dedicarse a mirar la realidad de otra manera y a expresarla a través de la fotografía”.

 

Por su parte el actor devenido fotógrafo explicó que estas fotografías “fueron tomadas luego de un viaje que hice a la India, en un período muy irregular de mi vida, y yo había leído en una revista italiana acerca de un Gurú y le dije a mi mujer me voy a la India buscar a este gurú que dicen que hace milagros y a mí ya solo un milagro me puede cambiar y yo estaba seguro de que me iba a hacer bien y fui y me hizo bien porque de ahí salí tan feliz que me impresionaba una florecita o un trébol de cuatro hojas” .

 

“Todo esto me llevó a la fotografía”, confesó, ”un día precisamente en la India, en la celda de una especie de convento, donde yo estaba, yo tenía en las manos una cámara fotográfica y vi una mancha y la fotografié y me gustó tanto la sensación de pintar con mis ojos una cosa que estaba ahí de casualidad, que después empecé a buscar paredes con manchas que me hicieran pintar sin pintar, o sea pintar con los ojos, las manchas del tiempo. Cuando llegué a Roma y las saqué, me encantaron porque encontré la manera de pintar, sin pintar porque soy un poco vago, encontré la manera de pintar de un vago, y estas son las fotografías de un vago”.

 

Fuente: Cubarte