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#unknown de @javialcuadrado
11March
Noticias

#unknown de @javialcuadrado

Palabras de Carlos Primo sobre la muestra:

 

¿Puede un desconocido convertirse en una presencia cotidiana? Un día cualquiera, un artista se topa con el rastro de un joven anónimo que comparte imágenes de su vida diaria. El resultado de este encuentro, dos años después, es #unknown, un proyecto que emplea el dibujo para documentar la historia de una obsesión visual en la era de Instagram. Las obras que forman parte de esta serie son retazos digitales elegidos al azar que, al pasar por el filtro del papel, la tinta y el gesto, se convierten en una suerte de escritura íntima que se interroga sobre la naturaleza de los afectos, las obsesiones y la identidad. ¿Cómo descifrar entonces imágenes que, como toda autobiografía, constituyen un ejercicio de ficción? ¿Cómo convivir con ellas? 

 

El origen de la primera exposición individual en La New Gallery de Javi Al Cuadrado (Madrid, 1978) se remonta a dos años atrás. Mientras buscaba imágenes para un proyecto basado en los autorretratos que invaden las redes sociales, el artista madrileño se dio cuenta de que, en sus selecciones, había un rostro más recurrente que el resto. Se trataba de la cuenta de Instagram de un joven español residente en Berlín. El contenido de sus imágenes, como sucede en tantas otras, estaba a medio camino entre el selfie y el costumbrismo: Sergio –ése era el nombre que aparecía en su perfil– se retrataba ante el espejo, desayunando, fumando, tomando el sol o simplemente posando frontalmente en parques o en espacios urbanos elegidos al azar. Pretendidamente casual y despreocupado, pero siempre con una preocupación estética subyacente. También de seducción. Javi Al Cuadrado se propuso, entonces, ofrecer una réplica: si aquel joven desconocido se fotografiaba diariamente, él lo dibujaría también de forma cotidiana y continua.

 

Lo que empezó como un juego desembocó en una práctica artística sistemática que, con el paso del tiempo, se volvió más compleja. ¿Cómo era posible conocer de memoria los rasgos faciales de un desconocido, apreciar sus cambios cotidianos, leer su fisonomía y traspasar el carácter plano de imágenes concebidas únicamente como superficie? La respuesta a esta pregunta se tradujo en una obsesión visual que puso en solfa las convicciones del artista. Si al principio su intención había sido estética y después irónica –¿cómo soslayar el inequívoco narcisismo de representaciones concebidas, a modo autobiográfico, como autoficciones?–, la repetición diaria del mismo gesto –sentarse a dibujar imágenes de un desconocido– desembocó en algo totalmente inesperado: la toma de conciencia de la propia vulnerabilidad como espectador.

 

 Porque, en el fondo, de eso trata esta exposición presentada por primera vez en un dispositivo específicamente diseñado para las salas de La New Gallery: de la vulnerabilidad y sus relaciones con la naturaleza de los afectos, las obsesiones y la identidad. La técnica de Javi Al Cuadrado, un tipo de dibujo que emplea el bolígrafo –cientos de bolígrafos, concretamente– para recrear tramas vinculadas a las prácticas tradicionales del grabado, incide en esa misma órbita: es un trabajo constante y físicamente exigente, una labor más cercana a la artesanía –o a la escritura íntima– que a la creación impulsiva. El objetivo aquí no es una gran declaración de intenciones o de principios, sino la constatación de que las imágenes, en ocasiones, afectan al creador más de lo previsto. Y sólo entonces pueden hablar de frente al espectador para recordarle que mirar no es un acto inocuo.

 

Inauguración: 11.03.2015   /   20 horas