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José Luis Vicario: Sostener la mirada
09September
Noticias

José Luis Vicario: Sostener la mirada

El artista presenta en estos últimos trabajos una reflexión sobre el empleo de la fotografía para un escultor. Específicamente investiga sobre la ver­satilidad material de la imagen, con la que elabora series a partir del alcance documental, represen­tativo y material de la imagen. Y para ello, en este caso, el artista se define como un escultor con­ceptual de Walden.

 

La serie Pórticos 2015 se traduce en composi­ciones documentales de gran formato, impresas sobre tela que, a modo de telones o tapices remi­ten a los materiales que representan: oro, acero, luz y pliegues. Todas las imágenes han sido toma­das de objetos expuestos en el MET de Nueva York. Si se sostiene la mirada cualquier elemento se convierte en material que nutre nuestro pen­samiento. En el caso de esta serie la información fotográfica nos introduce en un proceso de re­conocimiento del material, donde se omiten re­ferencias a la forma y al origen. Cada imagen se emplea como un recurso material, que sublima el registro documental para desvelar su compo­nente físico.

 

La serie Daguerrotipos 2014 está formada por diez imágenes oscuras y veladas que documentan composiciones realizadas en tela. El escultor da forma al material textil negro de los fondos y al de las figuras. Los pliegues, las arrugas y las texturas se organizan como un posible estudio arquetípico, sacado de las reflexiones y experiencias plásticas del psiquiatra Gaëtan Gatian de Clèrambault. El espectador casi debe descubrir los mecanismos tridimensionales de la indumentaria esculpida.

 

La depurada decoración de la sala de torturas de la película La pasión de Juana de Arco, de C.T. Dreyer, sirve para componer una alteración de la forma que dota a la imagen de un proceso inten­cionado. La manipulación del soporte en la impre­sión fotográfica sobre aluminio, permite alterar el metal y aportar a la imagen un aspecto físico escultórico. La escena con la cuidada decoración, entonces, se vuelve un objeto de reflexión sobre la intención de la funcionalidad del uso.

 

En las últimas piezas de la exposición, que em­plean la madera de cerezo como contrapunto fí­sico a las demás imágenes, las distintas composi­ciones se articulan dialogando con una pieza que encaja o descansa sobre aparentes inestables estructuras caprichosas. Cada una de las escul­turas nos lleva a una metáfora del proceso crea­tivo, donde la información y el conocimiento se solapan, ayudan y desvelan. Sólo sosteniendo la mirada el espectador puede desarrollar el cono­cimiento y ampliar el sedimento de su memoria.

 

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