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Manuel López Oliva: arte por excelencia
30November

Manuel López Oliva: arte por excelencia

Por Jorge Fernández Era

Su obra Never more (2016) acaba de ilustrar la última entrega que hemos hecho a imprenta: el número 35 de Arte por Excelencias

Decir que Manuel López Oliva es uno de los artistas que más ha prestigiado con su firma las páginas de la revista Arte por Excelencias podría parecer un acto de pura vanidad o del peor autobombo. Pero estamos hablando de una de las mayores personalidades de la plástica cubana. Además de su prestigiosa obra como pintor, ha sumado su escritura como crítico a las causas más polémicas de la cultura contemporánea. AxE ha tenido el honor de ver publicados en sus páginas sus visioneros artículos —que ya no son solo su columna habitual— y algunos de sus cuadros. Su obra Never more (2016) acaba de ilustrar la última entrega que hemos hecho a imprenta: el número 35. Son sobradas razones —y esto que viene es un elemental acto de justicia— para que lo consideremos parte de nuestro colectivo.

 

Cubierta Arte por Excelencias edición 35

 

Los estudiantes de las diversas manifestaciones de las artes plásticas, sus colegas de la pintura, los críticos, los no críticos y cualquiera que se precie de un mínimo de sensibilidad artística podrán encontrar en la revista Arte por Excelencias el ejercicio pedagógico de un Maestro —con mayúscula— que pone su mira en lo humano y lo divino para desnudar la sinrazón y conducirnos por el camino de la belleza, de la ponderación del buen gusto, de la defensa de las causas que parecen perdidas. Veamos si no algunos fragmentos de esos escritos que ya van mereciendo ser reunidos en un libro:

«El arte latinoamericano existe, del mismo modo que lo hay asiático, africano y europeo, aunque ciertos curadores y críticos transnacionalizados quieran negarlo, por incapacidad para ver la constancia de su cambiante pluralidad identitaria y esa abundante resignificación que en él adquieren los cánones internacionales, o para ser fieles a una pragmática dependencia respecto de poderes externos e intereses de mercado» («El arte latinoamericano sí existe», número 33, página 42).

«La misma pobreza económica y de oportunidades en nuestros contextos continentales e insulares se proyecta dramáticamente sobre la personalidad del crítico, obligándole a depender de otras actividades para sobrevivir, o en ocasiones dejar de lado su condición ética, sus concepciones filosóficas y estéticas, y hasta su decisorio papel de inductor o mediador en la evolución del arte, para responder a las solicitudes de coleccionistas de inversión y mercaderes que requieren de una seudocrítica con autoría admitida, capaz de prohijar falacias y “cuentos de hadas” apropiados para la propagación e imposición dominante del “arte-mercancía”» («Por una especificidad legítima en nuestra crítica de arte», número 34, página 12).

«Lo cierto es que la riqueza cultural del arte no coincide necesariamente con el estado material de vida. Ganar lo necesario para no estar abrumado por las necesidades del medio doméstico, así como poseer los recursos para materializar y lograr promover las visiones del universo estético individual, no es lo mismo que someterse a las exigencias de los agentes del mercado, hiperbolizándolo como objetivo y transformándose en una suerte de maquinaria productora de imágenes iteradas e inexpresivas» («Pobres, pero creadores», número 35, página 32).

 

Manuel López Oliva en presentación de la revista 35
Manuel López Oliva nos honra con su presencia y obra durante la presentación de la edición 35
de Arte por Excelencias/ Foto: Ferval

 

Manuel López Oliva, uno de los primeros graduados de la Escuela Nacional de Arte creada por la Revolución Cubana, fue miembro, junto a otros siete artistas, del grupo que en 1967 obtuvo el Primer Premio de Artistas Noveles en el Salón de Mayo de París. En esa misma década, exactamente en el año 1969, recibió igual distinción en el Salón de la Micropintura de la Galería Lumière del país galo.

En su patria, López Oliva ha sido merecedor, por la obra de toda la vida, del principal galardón que entrega el Ministerio de Cultura en el ámbito de la crítica de arte: el Guy Pérez Cisneros, entre otros reconocimientos que avalan una sostenida labor en los terrenos de la creación y del pensamiento.

El Premio nuestro es tenerlo en nuestras páginas, agradecerle por su modestia y felicitarlo por sus fecundos 70 años de vida.