El pasado 6 de septiembre, el compositor y cantante Pablo López (Málaga, 1985) estremeció al público granadino en el Palacio de Deportes municipal con sus canciones llenas de historias. El penúltimo concierto de su exitosa gira Santa Libertad prometía ser emotivo; y lo fue.
Desde que sonaron los primeros acordes de su piano, se le veía en la cara que llevaba los sentimientos a flor de piel. “El camino” –banda sonora de la película “Thi MaI, Rumbo a Vietnam”-, no fue más que el inicio de una noche en la que el malagueño lloró varias veces (¿de emoción?) y se río a carcajadas, mientras interpretaba temas de sus discos Camino, Fuego y Libertad (2017), El mundo y los amantes inocentes (2015) y Once historias y un piano (2013).
“Llora a carcajadas”, llegó a interpelar a los asistentes, llegados de muchas partes de España, incluso de la lejana Cantabria. A estos agradeció particularmente, en una noche en la que la complicidad con el público fue total. Tan total, que hasta nos presentó a su madre quien, a través de video-llamada, nos escuchó cantarle aquello de “Mi gato no tiene la culpa de tu cobardía. No tiene complejo de psicoanalista. No temas sus ojos. Ni sus 7 vidas”. (“Mi gato”)
Se nota que Pablo López estudió piano desde pequeño (aunque su madre le siga recriminando por “no acabar el conservatorio”), y que, además, le encanta tocarlo. Retoza con él igual que un torero lanza verónicas a un toro, lo acaricia, lo toca a modo de cajón flamenco…
Estos serán siempre los mejores momentos del concierto, porque cuando suenan las guitarras eléctricas y la batería, su voz se pierde entre tanto rock; cuestiones del directo, y también de que sus fans quieren bailar, aunque sea septiembre y siga haciendo calor en esta parte de la Península.
Y es que, por encima de todo, Pablo López es un romántico que se ha robado el corazón de millones de fans. Sus canciones hay que escucharlas “pausadamente, de principio a fin”. Sobre todo las de este último CD, el más íntimo y emocional de su carrera, con el que ha conseguido dos Discos de Platino.
Por eso no podía faltar “El patio”, uno de sus temas más populares (25 millones de reproducciones en Spotify) y descrito por su autor como “una canción sin techo, una búsqueda de la libertad genuina y perdida con el disimulo de la madurez: cuando uno tiene que desnudarse definitivamente sólo puede hacerlo con un desgarro, y eso es está canción. A veces se piensa para escribir y a veces se grita sin pensar.”
Cuando llega el turno de “El incendio” –una canción “muy sabinera”-, habla de Granada (especialmente de la noche granadina) una ciudad que conoce muy bien, en la que ha tocado muchas veces y a la que hace un año venía cada semana, porque “quién no ha tenido una novia que estudia en Granada” –su Universidad, fundada por Carlos V en 1531, es una de las más prestigiosas del país.
“El teléfono”, además de ser una canción de este nuevo disco, fue la gran obsesión del artista esa noche. “Ahorrad batería”, llegó a decirle a algunos de los fans que encendían las linternas de sus móviles o las cámaras de video. Así que cuando alguien, a la vieja usanza, encendió un mechero, Pablo se volvió a emocionar…
“El futuro” también sigue esta temática: “una queja absoluta contra la inmersión de toda una generación en ese pequeño aparato que es la ventana al mundo, el teléfono y las redes sociales, la necesidad absoluta de contar dónde, con quién y cuándo estás. Me estoy volviendo un ser bastante antisocial virtualmente y tecnológicamente hablando”, ha confesado.
Parte de Camino, Fuego y Libertad se grabó en el Abbey Road Studio de Londres. Así que en algún momento de la noche, López hizo un guiño a Los Beatles, mezclando “Let it be” con una de esas canciones que tocó “en el mismo piano que Paul Mc Cartney”. También recordó a Queen y su “Show must go on”. “Me gusta imaginarme siendo Freddy en aquel mítico concierto de Wembley”, diría.
Y en parte lo ha sido. Desde su debut en el programa de televisión Operación Triunfo 2008, Pablo López solo ha conseguido éxitos: cuelga el cartel de “Sold Out” allá donde va (solo con Santa Libertad han sido casi cien conciertos), tiene seis discos de Platino y uno de Oro por sus ventas en España, estuvo nominado a los Grammy Latinos… sus temas se reproducen a millones en plataformas digitales como Spotify o Apple Music.
Antes de “Lo saben mis zapatos”, se apagan las luces y Pablo reaparece entre el público, que lo arropa eufórico. Luego vuelve al escenario y canta a capela: “Yo, te quiero matar. Y no lo sabe nadie. No lo sabe nadie. Te quiero matar de amor…”
El concierto acaba -no podía ser de otra manera-, con “Tu enemigo”, esa especie de himno grabado al alimón con Juanes y que representa la frustración de Pablo López ante temas de la actualidad como la violencia en Colombia, la guerra de Siria o las políticas anti emigración de Donald Trump:
“Si estos idiotas supieran
Que yo soy el hombre más rico del mundo así
Viviendo de tus abrazos
Olvidaron, que el hombre no es más que un hombre
Que tus manos son mi bandera
Y que tengo de frontera una canción.”
Fotos: @yricardo
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