«Partiendo de la vida del cineasta Julio García Espinosa, importante figura de la cultura cubana, el documental establece una reflexión sobre el surgimiento y desarrollo de la nueva cinematografía cubana, sus éxitos, luchas, contradicciones y enfrentamientos con el pensamiento dogmático que por momentos parece dominar el espectro político-cultural cubano; la siempre difícil, riesgosa y necesaria relación entre los funcionarios y los artistas, y la cerrada y unida defensa de los cineastas en torno a su política cinematográfica».
Así reza la sinopsis del largometraje documental Retrato de un artista siempre adolescente, con guion y dirección del realizador cubano Manuel Herrera, filme que recibió más lauros en la entrega de los premios colaterales del 41 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y que cuenta además con la producción ejecutiva de Ramón Samada —actual presidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos—, producción de Santiago Llapur, música de Juan Antonio Leyva y Magda Rosa Galván, banda sonora de María Alejandra Rojas, narración del actor Fernando Hechevarría y asesoría de Dolores Lola Calviño, quien fuera compañera de vida de García Espinosa y es la vicepresidenta de la Cinemateca de Cuba.
Retrato de un artista siempre adolescente recibió los premios de la Federación Nacional de Cineclubes de Cuba (Premio El Mégano), de la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación del Instituto Superior de Arte y del Círculo de Cultura de la Unión de Periodistas de Cuba.
El conocido crítico de cine y comentarista televisivo Carlos Galiano ha dicho sobre este documental de Manuel Herrera: «Las tres rutas de vida con las que Manuel Herrera configura este retrato múltiple, entretejido, poliédrico, en el que se adentra por primera vez en zonas de la trayectoria de su protagonista, el cine cubano y coyunturas políticas cruciales que les tocó enfrentar, hasta ahora no revisitadas, al menos con la debida objetividad y lucidez. Retrato de un artista siempre adolescente deviene así no solo el documental que Julio merecía, sino también uno que el Icaic necesitaba y un ejemplo de los muchos de su enfoque problematizador y anticomplaciente que la cultura cubana demanda».
Aquí los demás premios:
Campaña Súmate (Una vida sin violencia) y Prensa extranjera acreditada en el país: La llorona (Jayro Bustamante, Guatemala-Francia, ficción)
Casa de las Américas y Radio Habana Cuba: Perro bomba (Juan Cáceres, Chile-Francia, ficción)
Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Uneac (Premio Cámara de Plata): Buscando a Casal (Jorge Luis Sánchez González, Cuba, ficción).
Federación Internacional de Cineclubes: Premio Don Quijote para Bacurao (Kleber Mendoca Filho y Juliano Dornelles, Brasil-Francia, ficción) y mención para Divino amor (Gabriel Mascaro, Brasil-Uruguay-Chile-Dinamarca-Noruega-Suecia, ficción).
Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (Premio Cibervoto): Un rubio (Marco Berger, Argentina, ficción), Que sea ley (Juan Diego Solanas, Argentina-Francia-Uruguay, documental), Agosto (Armando Capó Ramos, Cuba, ópera prima), Alberto (Raúl Prado Rodríguez, Cuba, cortometraje de ficción), Rumbatá (Isabel Santos, Cuba, documental cortometraje), La llorona (Adriana Ronquillo Vásquez, México-Holanda, animado).
Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (Premio Feisal): El corral (Colombia, documental).
Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica (Premio Fipresci): La vida invisible de Eurídice Gusmão (Karim Aĭnouz, Brasil-Alemania, ficción).
Centro Martin Luther King: Litigante (Franco Lolli, Colombia, largometraje).
Universidad de La Habana: Canción sin nombre (Melina León, Perú-España-Suiza-Estados Unidos, ópera prima).
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