ARTESANTANDER: una feria diferente que nos aproxima al arte contemporáneo

“Artesantander es el lugar donde los galeristas emergentes aprenden a trabajar en una feria”

Mónica Álvafez Careaga. Directora de Artesantander. El Diario Montañés. 11/07/25

Una nueva edición de Artesantander. Una feria que atrae al público durante el período veraniego.

A mediados de julio se celebró la 33ª edición de Artesantander, ubicada en el Palacio de Exposiciones y Congresos de la capital cántabra - concretamente en el Salón Bahía-, al lado mismo de las playas del Sardinero. En total han participado una cuarentena de galerías que han sido seleccionadas por los comisarios Joaquín García Martín –galerista y escritor de estudios culturales- y Jan Philipp Fruehsorhge –galerista, crítico de arte y docente-. En conjunto han intervenido unos 120 artistas que han ocupado todos los espacios de la feria, con la particularidad que cada uno de ellos tenía las mismas dimensiones, lo que ha permitido que las galerías tuvieran idénticas posibilidades de ofrecer sus propuestas.  

La directora de la feria es Mónica Álvarez de Careaga, que es el segundo año que se ocupa de este evento.  Anteriormente había colaborado en la misma feria, así como en Arte Lisboa y Swab Barcelona. Fue fundadora de Drawing Room Madrid. Según ella, la feria es “un punto de encuentro para artistas, comisarios y público, donde descubrir voces nuevas y disfrutar de obras de artistas de gran recorrido”. 

Es de las pocas ferias, por no decir la única, que la entrada es libre, lo que comporta que la afluencia de público sea mejor y además permite el acceso a todo tipo de público y no solamente a los coleccionistas y expertos en arte, sino que abre las puertas a gente que en principio eran reacios a entrar a las galerías y centros de arte, comprobando que la creación artística es patrimonio de todo el mundo. Además, se trata de la feria más longeva del Estado español. En esta nueva edición se ha contado con la colaboración de diferentes organismos caso del Gobierno de Cantabria, del Ayuntamiento de la ciudad y de otras instituciones, entre ellas el Institut d’Estudis Baleàrics, Piramidón, Centre d’Art Contemporani de Barcelona, El Museo Nacional de Altamira, El Puerto de Santander, etc. 

Paralelamente a la feria se han celebrado diversos programas de actividades para acercar al público al arte contemporáneo como, por ejemplo, una serie de proyectos propios que ocupan un espacio considerable y que permiten la reflexión y el conocimiento, como son las secciones Editorial y Talks.  Además, se han presentado libros, charlas, conversaciones y mesas redondas que han servido para dar a conocer aspectos y cuestiones que son de actualidad dentro del panorama artístico a nivel global y que hoy en día preocupan a todo el sector.

 Respecto a las galerías participantes hay 14 que participan por primera vez, lo que indica el interés por parte de ellas en mostrar el trabajo de sus artistas en nuestro país. De las 40 galerías invitadas el 25% son extranjeras, lo que indica también que cada vez más Artesantander se va abriendo más hacia el mercado exterior y  a su vez, se produce la sinergia de que la globalización es un elemento que se añade a la diversificación del arte y que ayude a entender y comprender todo acto creativo, provenga de donde provenga, sin limitar su procedencia, sino la cualidad del proyecto  o propuesta requerida.

Otras propuestas que ha ofrecido la feria han sido la exposición de Jorge Diezma dentro del espacio Ways to Collect en colaboración con el Institut d’Estudis Balears, siendo su comisaria Cristina Anglada, asesora de la Fundación Calpersoro, así como, la sección Editorial y los diálogos de Artesantander Talks.

Una mirada crítica y exhaustiva a la feria

Se produce la circunstancia de que solamente una galería procede del continente americano. Se trata de Proyecto H, de la ciudad de México, con los artistas Daniel Adolfo, Livia Marín, Otto Martín y Álvaro Borobio. La chilena Livia Marín, pero residente en Londres, trabaja la cerámica, principalmente la porcelana a partir de elementos de consumo como pueden ser unas zapatillas o unas tazas de café dentro de un estilo que podríamos considerar como clásico. En cambio el venezolano Daniel Adolfo ha presentado una serie de obras abstractas en las que el gesto y la mancha destacan por encima de todo y el español Álvaro Borobio también se adentra en el terreno expresionista pero desde una perspectiva de marcado contenido surrealista y el mexicano Otto Martín se mueve en diferentes  terrenos, o sea desde el informalismo al conceptualismo.

De Barcelona se muestran las obras de Francesca Poza, Bego Terradas y Brigitte Marionneau en Pigment Gallery, de Kepa Garraza en Victor Lope Arte Contemporáneo y del iraní Rabee Baghshani y del argentino Santiago Paredes en Al-Tiba9 Gallery. 

Pigment Gallery ha ofrecido una exposición bien singular, ya que se ha alejado del concepto pictórico y se ha centrado en la cerámica, el papel y el bordado, lo que indica que el arte contemporáneo va más allá de cualquier disciplina, material y técnica creativa. Por ello las esculturas realizadas desde el terreno de la cerámica por parte de la francesa Brigitte Marionneau, a la que vimos en la última edición de Arte Madrid, se adentra en una abstracción geométrica pero desde una óptica minimalista, aunque asume perfectamente el reto de mostrarla de modo honesto y sencillo pero con la particularidad que el negro cubre toda la pieza lo que no deja indiferente a nadie. 

Mientras que la obra de la badalonesa Bego Terradas me ha sorprendido gratamente, ya que no la conocía, debido a que el trabajo del bordado no es demasiado frecuente dentro del ámbito artístico, pero en cambio ella lo ha sabido trasladar al terreno creativo. Aparentemente si no presenciáramos la obra en directo crearíamos que se trata de un dibujo a grafito, pero en cambio es todo lo contrario, como es ir bordando a mano, o sea de modo tradicional, sobre el papel un conjunto de obras muy sutiles y delicadas.

Respecto a Francesca Poza, su obra no deja de sorprendernos, ya que la singularidad de sus propuestas, que podríamos considerar como conceptuales, se mueven entorno al arte textil, tanto por el empleo de la palabra –fragmentos de textos de libros- como por el tipo de materiales con los que trabaja habitualmente –papel y tejidos- que son frágiles y delicados. 

Victor Lope sólo exhibe la obra de un artista que, en este caso es el vasco Kepa Garraza. Es la primera vez que veo su trabajo, aun cuando ya había expuesto en la galería. Ahora presenta una serie de dibujos y pinturas centradas en el mundo del caballo, pero con la particularidad que en los óleos, todos ellos de grandes dimensiones, la figura del jinete no aparece, lo que indica que lo único que le interesa destacar es el équido y no quien lo monta, tal como ocurre con personajes tan relevantes como Felipe IV, Carlos II, Alejandro el Grande y el Duque de Wellington. Pero la pieza más sobresaliente es la de Horse XVI (Pierre Terrail, seigneur de Bayard, en la que muestra una batalla donde   hay tres caballos que no tienen jinete, ya que han sido abatidos por el enemigo. La escena indica hasta cierto punto el protagonismo de los caballos, que realmente podían ser tan o más importantes que los caballeros-

En cuanto a Rabee Baghshani muestra un conjunto de collages digitales que fusionan acertadamente la cultura persa con el pop-art. Se produce la circunstancia que la artista no ha viajado fuera de su país de origen – de hecho como otras tantas mujeres-. Su obra está impregnada por aspectos y situaciones que reflejan la realidad de su entorno, sobre todo por el papel de la mujer, siendo la serie Vogue la que centra su interés en abordar la problemática que sufren ellas.

El Institut d’Estudis Baleàrics ha presentado la obra del pintor madrileño pero residente en la localidad mallorquina de Bunyola Jorge Diezma, comisariada por Cristina Anglada. Se trata de un conjunto de bodegones marinos que evocan el tenebrismo barroco con el surrealismo. Según la comisaria se trata de una propuesta que “reivindica la pintura como un medio aún vigente para hablar del presente desde la evocación del paisaje marino como símbolo de memoria, límite y explotación”.

De Cantabria han participado les galerías santanderinas Mecha, Espacio Alexandra, Siboney, Juan Silió –que también tiene otra sede en Madrid-Balta Gallery y Espiral de Noia. De todas ellas, destacan los trabajos del pintor lituano Algis Griskevicius (Balta Gallery) con sus construcciones arquitectónicas que parecen extraídas de un cuento. El cántabro Juan López en Juan Silió ha exhibido una serie de dibujos en que aparecen unas estructuras que ocupan un espacio indefinido. Gómez Bueno en Siboney ha exhibido su mundo más personal que se acerca al pop-art. En Espiral, Oyonarte ha expuesto un tríptico de grandes dimensiones donde la mancha y el goteo – a modo de dripping- de la pintura sobre el lienzo se fusionan con un marcado cromatismo. Marta Zelaia (Espacio Alexandra) con un políptico que ocupa toda una pared representa la equidad entre dos fuerzas que se enfrentan sin que  ninguna de ellas consiga su objetivo y finalmente Mecha ha participado con dos artistas emergentes: la colombiana Ana Maria Poveda y la santanderina Marta Valledor.

El resultado final de la feria ha sido muy positivo, ya que ha habido una gran afluencia de público y sobre todo de ventas. Precisamente el Gobierno de Cantabria ha adquirido para su colección Norte de Arte Contemporáneo 6 piezas por valor de casi 40.000 €. Por otro lado, el Ayuntamiento ha comprado para el museo de arte de la ciudad 4 obras procedentes de galerías cántabras por 27.000 €. Asimismo, diversas instituciones y centros de arte tanto nacionales como extranjeros han ampliado su colección con obras de varios artistas participantes.

En portada: Obra de Marta Zelaia