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Annie Garcés: "Para mí lo más cómodo es cantar un tema de la trova tradicional"
26October

Annie Garcés: "Para mí lo más cómodo es cantar un tema de la trova tradicional"

Para todo artista, los medios de comunicación pueden ser los mejores (o peores) aliados a la hora de encauzar su carrera. Lo que no se ve, no se escucha, ni se lee, por lo general, no existe. Vivir el asedio (o el placer) de enfrentarse a una cámara de televisión, dejar que otros juzguen el trabajo [a sabiendas de que una crítica con mala espina puede incomodar el día, o que una loa puede endulzar los oídos y también resulta un obstáculo], exige del creador determinadas habilidades para alejarse de ese camino no siempre dulce, de la farándula, y corregir todo defecto, pulir con inteligencia cada propuesta, atender a los criterios inteligentes… sin abandonar nunca la originalidad que distingue su propuesta.

Cuando al artista le sorprende “la fama” desde la juventud, todos saben que será difícil mantener el rumbo. Cuando el reconocimiento viene por un hecho que marca la historia de una nación, entonces esa pluma, ese pincel, ese rostro, esa palabra o esa voz, tendrá que ser prudente para que nada (ni nadie) compare o defenestre la obra que continuará a partir de ese momento.

Es posible que en todo ello piense la joven intérprete Annie Garcés, desde que su voz se unió al sentir de millones de personas ante la pérdida física de Fidel, en aquel trágico noviembre. Ella, junto con otros intérpretes, dio vida al tema Cabalgando con Fidel, una composición de Raúl Torres que en pocos minutos se convirtió en todo un himno.

Pero Annie Garcés conoce, como muchos jóvenes en Cuba,  que otra forma de encontrar el éxito y la plena realización en el arte, puede llegar desde la misma preservación y divulgación del patrimonio. Ella sabe ir a la raíz, sin abandonar sus estilos, los ritmos de su generación, las preocupaciones de sus colegas, la otra poesía que nació después de los años 90 o las influencias que vienen desde otros continentes.

Así, cuando Cuba celebraba recientemente el Día de la Cultura Nacional, a la Garcés se le vio nuevamente con Eduardo Sosa y Luis Franco, poniéndole todo a un tema tan bello y tan cubano como La Bayamesa, de Céspedes y Fornaris, demostración de que lo aparentemente viejo se renueva una y otra vez. Como lo hicieron otros autores, esta pieza romántica llega a los oídos de quienes nunca escucharon dicha melodía como una canción de amor diferente, en medio de tanta letra inservible e innombrable.

 

 

Y así, vuelve Annie Garcés a la mirada de millones, entre dos filos que pueden sorprender.

«Antes de Cabalgando..., el momento cumbre de mi carrera, yo estaba trabajando en distintos espacios de la Televisión Cubana como Cuerda Viva, Entre manos… haciendo mis trabajos. Y es que yo soy una artista muy inquieta: todo el tiempo tengo la necesidad de estar haciendo proyectos nuevos, tengo adicción al trabajo.

«Ya desde aquel momento me fui acostumbrando a las entrevistas, por supuesto que después de la canción de Raúl Torres, todo esto se magnificó y como persona me fue muy difícil esto de ser una persona “normal” a llegar a todos lados y que la gente esté pendiente de lo que estás haciendo; tenía en aquel momento 20 años.

«Como artista creo que la parte más difícil de ser mediática es que todo el tiempo tu trabajo tiene que estar al nivel de lo que las personas esperan. No puedes darte el lujo de resbalar o de equivocarte. A veces me han invitado a eventos donde comparto con algunos artistas aficionados y me corresponde entonces, representar el trabajo más pulido, impecable.

«Cuando hice el concierto sinfónico, me preguntaba: ¿qué hago después de esto? Realmente para mí lo más cómodo es cantar, a voz y piano o a voz y guitarra, una canción de la trova tradicional bien pasional, es muy fácil, por eso creo que tengo que estar todo el tiempo buscando y mostrando cosas diferentes y todo ello te obliga a mantener un estándar de calidad. Ahí radica lo más difícil de ser mediático».