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Carlos del Pueblo
12July
Artículos

Carlos del Pueblo

Yo canto porque el presente,

no es de pena ni es de llanto.

Por eso es que cuando canto,

canto lo que el pueblo siente

Como cada país, Cuba también tuvo su cantor. Dotado de una poderosa voz, Carlos Puebla siguió el camino de aquellos juglares que, guitarra en mano, encontraron la inspiración no sólo en los mejores sentimientos que envuelven a dos seres humanos, sino en los temas sociales de mayor importancia.

Existen distintos puntos que igualan la obra del manzanillero con otros creadores. Habrá que estudiar con profundidad cómo se alinean en distintas épocas y contextos, artistas como Sindo Garay, Miguel Matamoros, El Indio Naborí, Ramón Cabrera, Carilda Oliver, Benny Moré, Tania Castellanos, Silvio, Pablo y Juan Formell. Cada uno—con su estilo— retrató a Cuba. Por ellos y por otros se conoce la historia de esta Isla.

 

Caricatura de Carlos Puebla

 

Yo admiro todo lo bueno / yo admiro todo lo sano / pero si hay que decidir / yo sigo siendo cubano

Ahora bien, si alguien piensa que Carlos Puebla fue un autor de escaso rigor, tendrá que someterse a la difícil tarea de hacer un tema cuyo mensaje impacte en la sociedad y llegue más allá de nuestras playas. No se puede creer que el autor de Quiero hablar contigo fue menos por inspirarse en los acontecimientos del momento. Hay mucho talento en aquellos que componen motivados por un suceso determinado, con palabras sencillas y sin recurrir a un verbo rebuscado, hasta incomprensible.

dime si la luna  / dejó de ser luna
si acaso está muerto  / o es que ya no alumbra
como ayer el sol

 

Carlos Puebla. Caricatura

 

Al mismo tiempo, tampoco es justo encerrar a Carlos Puebla solamente en la canción política. Hay que redescubrir y difundir más su obra de corte romántico con piezas tan bellas como Cuenta conmigo que popularizaron Clara y Mario. Tres décadas de su partida y todavía sigue escuchándose la voz inconfundible - no tanto como uno aspira-  del hombre corpulento y canoso. Murió el 12 de julio de 1989 y cuatro días después se despedía el autor de Sóngoro cosongo. De manera que en el ´89 nos quedábamos sin el Guillén de Cuba y el Carlos del Pueblo.

Soy del pueblo / pueblo soy / y a donde me lleve el pueblo / voy

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