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Desde la mirada unión de voluntades
22December
Artículos

Desde la mirada unión de voluntades

Entonces nadie, o pocos, conocían de sus nombres como artistas cuando el 8 de marzo de 2012 el colectivo Desde la mirada se dio a conocer a lo grande en Ecuador con una exposición de pinturas en la sede del Ministerio de Cultura, donde abundaron familiares y amigos entre el público.

Apenas un año atrás habían iniciado este proyecto a pesar de las barreras y limitaciones, e incluso muy tempranamente ya se hicieron presentes en la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, en Holguín, Cuba, a donde llegaron con una muestra de la plástica y cargadas de sueños posibles.

Ghislaine Izaguirre, escritora ecuatoriana, fue el motor impulsor de este grupo, que ya aglutina a ciento veinte mujeres de diecisiete países, y al que se integraron desde un principio un grupo de amigas que buscaban una vía de escape a sus problemas, para superar las barreras del ostracismo a que se habían sometido ellas mismas y lue-go la sociedad por la tradición.

En su casa de Quito, en un ambiente que recuerda más a una galería por los cuadros que penden de las paredes y las piezas que adornan su sala, algunas de sus representantes departieron con la agencia Andes en torno a cómo logran converger en el espíritu de desarrollar la autoestima para renacer a través del arte, tanto las profesionales como las aficionadas.

Cuenta Ghislaine que a partir de su proyecto personal muchas se fueron uniendo interesadas en construir espacios de libertad para su creatividad y su sensibilidad, y hoy, asegura, se sienten "con la libertad de decir esto soy, esto quiero transmitir y crear para hacer un mundo diferente".

"Ahora decimos que esta es nuestra actividad liberadora, porque el colectivo se ha convertido en un espacio para de-mostrar lo que podemos hacer y tener una voz, para superar las necesidades individuales y poder ser la base de una sociedad con criterios nuevos".

En solo dos años de existencia como grupo, ya han desarrollado veinticinco actividades, organizadas y ejecutadas por Desde la mirada cada vez con mayor participación y reconocimiento de las instituciones culturales, algunas de las cuales consideraron que este era "un proyecto loco, que debía trabajar con sus recursos propios", según su testimonio.

"En estos momentos ya se han sumado personas como una pintora rusa, una suiza, una francesa, y nos transmiten que nunca antes tuvieron el espacio para expresarse", expone Ghislaine.

Opina que en su país existe un gran porcentaje de presencia femenina en las entidades públicas, pero todavía persisten escollos dentro del hogar, como el nivel de violencia existente. "Y por eso el grupo ha sido importante, para que ellas se liberen dentro de lo posible a través del arte y de su interacción con sus miembros y con el círculo del cual se rodean".

"No tienen que ser golpes físicos, los hay psicológicos, y se expresa en que ellas, por las tareas del hogar, van postergando sus sueños, por lo que Desde la mirada se convierte para sus integrantes en un espacio de sanación a través de la actividad y el reconocimiento a las artistas", apunta.

En un inicio, dice, comenzaron a debatir "sobre los cautiverios mentales en una sociedad tradicionalmente machista como la de Ecuador", pero ahora se plantean "liberarse para formar hijos e hijas libres, sin nuestras limitaciones".

Como ave fénix

Ana Ballesteros, pintora, nacida en la provincia ecuatoriana de Esmeraldas, empezó en el colectivo casi desde el mismo inicio, luego de una charla amistosa, y a partir de ahí el tema de la mujer afloró en su obra.

"Cada vez me interesé más y empecé a incentivar a mis dos hijas, y me di cuenta de mi desarrollo personal, porque ellas y mi esposo comenzaron a valorar que podía hacer más cosas que ser ama de casa, aunque había trabajado durante trece años en un banco".

Su próximo reto será hacer una exposición personal, pero quiere seguir pintando como hobbie. La alienta el hecho de que ahora sus hijas han comenzado también a pintar, aunque siguen sus carreras universitarias, pero es un "extra que les ha alzado el ánimo".

Verónica Almeida, de Ibarra, es escritora, y llegó al grupo hace un año y medio, en que, dice, se ha vuelto feminista "con orgullo", porque con sus escritos habla con el corazón, para que las mujeres se identifiquen con sus textos a partir de que narra sus vidas, para que se motiven o tengan el valor de cambiarlas.

"Defendemos la igualdad y la equidad de género. Esta sociedad es muy machista, las mujeres han sido criadas con métodos patriarcales, y eso debemos cambiarlo. Por ejemplo, muchas amas de casa tienen el sueño de estudiar y viajar, pero por dedicarse a sus hijos, al esposo, al qué dirán, se han limitado".

"Pero este colectivo nos da ese empujón para decir basta; si algo te duele en tu vida, tú eres la única persona que puedes cambiar, nadie puede hacerte daño sin tu consentimiento, tú permites lo malo y lo bueno en tu vida".

Verónica tiene el propósito de publicar un libro para el próximo año contando historias que asombren al mostrar la capacidad guardada de muchas mujeres que viven en una sociedad muy machista y tienen el poder de liberarse, de no ser sumisas y no permitir que nadie las oprima.

Elizabeht Pérez, quien ha vivido en Roma, Italia, y ahora está radicada en Barcelona, España, en el último año se la ha pasado en actividad cons-tante en Ecuador, su país natal, de donde emigró con rumbo a Europa cuando los años de la crisis económica.

Pero el haberse integrado a Desde la mirada le ha abierto puertas y horizontes en su propio país, y hasta pudo cantar en la sede de la Asamblea Nacional de Ecuador, lo cual la gratifica, porque su gente conoce de su arte, y ella puede recibir el aplauso y el cariño de su pueblo.

"Me está llenando el espacio. He querido volver y algo me detiene, y ahora tenemos el proyecto de ir a Cuba, lo que es una conquista y una meta", comenta, y enumera que en su caso esta ha sido una oportunidad de liberarse y expresar su arte.

El volver y sumarse a este grupo ha sido una forma de reconciliación con su país, luego que tuviera que emigrar, como hicieron en contra de su voluntad otras tantas muchas mujeres y se insertaran en otra cultura padeciendo discriminación para poder trabajar y "mandar plata".

La rusa Larissa Oxman, residente en Quito, señala que el grupo tiene un movimiento artístico increíble en varias ciudades del país, y varios eventos internacionales en Cuba, donde en mayo pasado presentó una exposición personal.

"Pintando, dibujando, viajando, siempre ocupada, tú no sientes que tu vida está vacía. En la vida es difícil conseguir algunas metas, pero a través del arte yo las alcanzo, vivo la vida de mis personajes y pinto lo que tal vez no pude lograr. Aquí he podido crecer, salir de la rutina, y tener más amigos. Mi familia está orgullosa de mí", dice en un español fluido.

Integran el colectivo Desde la mirada mujeres de diecisiete países: Argentina, Angola, Cuba, Ecuador, Bolivia, Portugal, Chile, México, Colombia, Alemania, Suiza, Francia, Rusia, Estados Unidos, España, Venezuela e Irán.

Mirando al futuro

Ghislaine Izaguirre, inspiradora del Colectivo Desde la mirada, entrega la obra Nuevas alegrías, de la pintora Paula Ordoñez, a José Carlos de Santiago.Ghislaine Izaguirre señala que cada vez tienen más participación de público en sus convocatorias, e incluso reconocimiento de instituciones como la Asamblea Nacional y la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

La Casa de la Cultura Iberoamericana, en la provincia cubana de Holguín, también ha desempeñado un papel importante en la difusión internacional de Desde la mirada, lo cual, asegura, ha contribuido a que se sumen otras personas en el exterior. "Ahora las instituciones quieren tenernos, saber qué decimos, qué podemos lograr".

Entre los proyectos inmediatos están asistir a la Fiesta Iberoamericana de la Cultura en Cuba y a otra cita en Europa, además de la convocatoria internacional del proyecto Manuela, de este grupo, para pintar con un criterio de mujer sobre la vida de la quiteña Manuelita Sáenz, la compañera sentimental del Libertador Simón Bolívar, y publicar la tercera versión del libro Diarios de mujeres cazadas.

El próximo 18 de septiembre realizarán una expoventa en el club Unión de Quito, y exis-ten, además, planes de llevar exposiciones a todas las provincias del país, comenzando por Esmeraldas, para que las mujeres de todos los niveles culturales puedan apreciar este proyecto artístico, y se integren, y comprendan que los episodios por los que atraviesan son muy parecidos, independientemente del confín del mundo donde vivan, incluso las soluciones a estos.

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