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Gabriela Rosado. El arte a través de la existencia
08January
Artículos

Gabriela Rosado. El arte a través de la existencia

“La calavera en un sentido general, es el emblema de la caducidad de la existencia, cual aparece en los ejemplos literarios del Hamlet y del Fausto. Sin embargo, como la concha del caracol, es en realidad “lo que resta” del ser vivo una vez destruido su cuerpo”.

Juan Eduardo Cirlot. Diccionario de símbolos. 1969

Conocí a la artista mexicana Gabriela Rosado con motivo de una exposición colectiva en Barcelona. Me la presentó otra compatriota suya, Mayra Lagunes. Desde entonces he ido siguiendo su trayectoria principalmente en sus apariciones en Barcelona, ciudad en la que reside desde hace ocho años, aunque anteriormente vivió en Madrid y Lisboa. Recientemente presentó sus últimos trabajos en el Consulado de México en Barcelona, concretamente en la exposición Tzompantli II, como homenaje al Día de los Muertos, tradición muy popular en su país de origen. De hecho, se trata de mostrar, según la propia artista, una “serie de reflexiones sobre nuestra breve y frágil existencia”.

Gabriela Rosado (Ciudad de México. 1965) se formó en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” en el Instituto Nacional de Bellas Artes de su país, aunque anteriormente trabajó como bailarina clásica y actriz en la Compañía Internacional Theater Frederick de Bélgica. También ha desarrollado otras actividades como, por ejemplo, ilustradora, performer, escenógrafa, diseñadora de vestuario, coordinadora de exposiciones y coatching. Ha expuesto sus trabajos en diversas ciudades de Estados Unidos, Suiza, Francia, Mónaco, México y España. Una de sus muestras más importantes fue en el Museo de Arte Contemporáneo de Yucatán, México (MACAY). Su primera exposición fue en la galería Esmeralda de Ciudad de México.

 

"Juntos hasta la muerte" Tinta/madera. 60 x 60 cm.
"Juntos hasta la muerte" Tinta/madera. 60 x 60 cm.

 

La artista siempre se ha interesado por el color y la abstracción, aunque en la presente exposición su obra sea más monocroma. Asimismo, la abstracción geométrica se advierte en la mayoría de sus trabajos, a pesar de que la figuración, de algún modo, sigue estando presente, pero desde una perspectiva secundaria, ya que a ella le atrae la geometría, la construcción, o sea todo aquello que se pueda relacionar con La descomposición de una idea o de un concepto, ya que en la mayoría de sus creaciones aparecen desde ideogramas, pictogramas y signos a cosas, seres, vegetales, construcciones o simplemente, como es el caso de la actual exposición, los cráneos.

 

"Bella durmiente" Tinta sobre madera. 130 x 130 cm.
"Bella durmiente" Tinta sobre madera. 130 x 130 cm.

 

En Tzompantli II el público ha podido contemplar el paso de la vida a la muerte a través de una veintena de obras entre tintas sobre madera y papel y técnica mixta sobre tela. Precisamente la palabra Tzompantli significa hilera de cráneos, ya que se trata de un altar donde se empalaban las cabezas de los prisioneros que eran sacrificados para honrar a los dioses. De hecho, se preservaban los cráneos en una especie de valla de madera. Tanto la existencia como el tránsito hacia una vida mejor, provienen de las culturas azteca y maya, entre otras, que tenían como principal referente la conservación de los cráneos. Actualmente se trata de una celebración tradicional mesoamericana que en México es muy importante, ya que honra a los muertos. De modo paralelo en España hace referencia al día de Todos los Santos, que es cuando los creyentes van a los cementerios a depositar flores en recuerdo de sus familiares.

 

"Sattva, Rajas y Tamas, tres estados mentales" Tinta/madera. 130x130cm.
"Sattva, Rajas y Tamas, tres estados mentales" Tinta/madera. 130 x 130 cm.

 

Gabriela Rosado ha querido rendir homenaje a estas culturas precolombinas a través de una serie de obras en las que se percibe el ritual de los cráneos, y sobre todo como homenaje a la propia existencia, y por ende a las vidas de los que ya no están entre nosotros y por ello es necesario mantener su recuerdo. La propia artista señala que “las formas se sirven de lo visible para hablar de lo invisible, del misterio de la vida y así devolver al arte su vínculo con lo sagrado y trascendental”.

 

"Tzomplatli azul"  Mixta/madera.  80 x 80 cm. 2019
"Tzomplatli azul"  Mixta/madera.  80 x 80 cm. 2019

 

Si analizamos sus obras vemos que en ellas emergen desde formas geométricas: cuadrados formando una especie de puzle (Árbol de la vida), escaleras que parecen conducir a un lugar inhóspito o irreal (Para alcanzar la vida eterna) o bien una especie de planimetrías que forman un recorrido semejante a un laberinto que no parece tener una salida (Línea biográfica I y II). Respecto a la temática de los cráneos aparecen dispuestos de maneras muy diferentes, como por ejemplo en Santísimo, donde sobre un fondo simétrico parecen flotar en el espacio diversas estructuras geométricas como si fueran un ente cósmico. En cambio, en Tzompantli azul sí se percibe la idea de mostrar una empalizada, ya que se ven nueve cráneos colocados de tres en tres sobre un soporte. En Sattva, Rajas y Tramas, tres estados mentales, la artista propone una nueva manera de representar las calaveras desde diferentes puntos de vista, como si fueran moviéndose de un lado a otro.

 

"La línea de la vida" Tinta/madera. 80 x 80 cm.
"La línea de la vida" Tinta/madera. 80 x 80 cm. 

 

La muerte como un hecho indisoluble relacionado con la existencia del ser humano desde una óptica oriental, africana o americana, se diferencia respecto a la tradición católica de que no se trata de un tema triste y penoso, sino de aceptar una realidad que viene condicionada por el destino de cada persona y que a nivel familiar se trata de un viaje al más allá, donde el tránsito o el viaje al paraíso, es una etapa más del devenir del ser humano en su trayectoria vital.