Joan Montcada. Un artista polifacético y humanista

“La imaginación es el punto más alto al que una cometa puede elevarse”

Lauren Bacall

Homenaje a un artista humanista

Este año se cumplen 100 años del nacimiento de Joan Montcada. Se le puede considerar un artista polifacético, ya que se ha interesado por diferentes disciplinas y formas de expresión plástica. Precisamente un amigo suyo, el arquitecto Narcís Negre Tibau, lo definía como “un renacentista actual”. Es bien cierto, ya que aparte de pintor era dibujante, ceramista, retratista, grabador, ilustrador, muralista, diseñador, fotógrafo, poeta, escritor, músico, cantante, y sobre todo constructor de cometas...

Con motivo del centenario, su hija, la también artista y promotora cultural Marta Montcada, ha organizado una serie de exposiciones en Catalunya y Japón, debido principalmente a que ambos han mantenido una estrecha relación con este país asiático. 

La primera muestra se realizó en la Casa de la Mina de Montcada i Reixac, localidad cercana a Barcelona, dedicada primordialmente a los cometas creados por el propio artista, así como a una serie de obras sobre papel correspondientes al período 1990-2010. La siguiente exposición fue en la galería Tone de la ciudad japonesa de Okayama donde se exhibieron pinturas y obras sobre papel de 1985 a 2000.

Más adelante, en la galería Ronda de la Ciudad Condal se pudo contemplar un conjunto de pinturas, cerámicas, murales, fotografías y reportajes de las décadas de los 50 y 60. Además, el taller en el que trabajó Joan Montcada, ubicado en el barrio barcelonés de Gràcia, se utiliza igualmente como sala de exposiciones, ya que permite observar de manera directa varios de sus dibujos de gran formato elaborados en diferentes soportes, así como proyectos, aunque algunos de ellos no se llegaron a realizar o exponer. Posteriormente está previsto que se celebren otras exposiciones en el mismo taller que permitirán conocer su atracción hacia otras disciplinas y materiales en los que ha trabajado durante toda su trayectoria plástica.

La importancia de tener al lado un familiar que apoye y enaltezca la labor del artista

Existen muchos artistas de reconocido prestigio que han tenido una trayectoria relevante pero que no han tenido el eco mediático que merecían, bien porqué su obra se centraba en temáticas religiosas o porque las tendencias en las que se movían no formaban parte de las corrientes estéticas del momento.

Precisamente esta situación se ha producido en artistas como el mismo Joan Montcada, Joan Capella, Pilar Perdices, Concha Ibañez y Josep Maria Morató Aragonés, por citar a algunos de los más destacados dentro del panorama catalán, aunque también se podría extrapolar a nivel nacional e internacional. Ahora bien, lo importante a subrayar es que algunas personas cercanas a estos artistas, como por ejemplo, las hijas de Joan Montcada y Josep Maria Morató Aragonés, o sea Marta Montcada y Maria Elena Morató, han tenido el valor y el acierto de llevar a cabo sendos homenajes con motivo del centenario del nacimiento de sus respectivos padres.

En 2023, la pintora y crítica de arte Maria Elena Morató escribió y editó un libro sobre la trayectoria de su padre que se presentó en el Reial Cercle Artístic de Barcelona -donde tuve la ocasión de ser uno de los presentadores-, y a la vez se exhibió una parte de su obra en las diferentes salas de la entidad. Una entidad que cuenta con más de 150 años de antigüedad y por la que pasaron artistas como Eliseu Meifren, Modest Urgell, Joaquim Mir, Ramon Casas, Isidre Nonell y Hermenegild Anglada Camarasa, entre otros. Después se pudo contemplar una parte de su obra en la galería Anquin’s y en el Museo Salvador Vilaseca, ambos de Reus, y en la pequeña localidad tarraconense de Cornudella de Montsant, debido a que pasó en ella una gran parte de su juventud. Por ello es de agradecer el trabajo y la constancia de editar un libro y organizar una serie de exposiciones para que el público pudiera tener conocimiento de la obra de un artista comprometido con su entorno más cercano, sea Catalunya o Francia.

Ahora es la hija de Joan Montcada quien rinde homenaje a su progenitor a través de un conjunto de las exposiciones que hemos mencionado anteriormente. Se da la circunstancia que su madre Mercè Escaiola también era artista acuarelista y profesora de artes plásticas. Por lo que el ambiente familiar en el que se movía Marta solía estar siempre pleno de ideas y creaciones artísticas. Siempre ha tenido conciencia de esta situación y qué mejor que abrir el taller al público para que éste pueda apreciar el lugar donde se generaban la mayoría de las obras de ambos artistas. En concreto, hay un espacio reservado para Mercè Escaiola donde se exhiben y guardan un gran número de dibujos, esculturas y pinturas que permiten resaltar la enorme cualidad de sus dibujos, sobre todo me fascinaron una serie de retratos de su época como estudiante de la Escuela de Bellas Artes.

Marta Montcada realizó varias exposiciones con su padre como, por ejemplo, en la galería Ronda en 2016 y 2019; en Futon Llit de Barcelona, en el Palacio de los Pinós de Bagà (Barcelona), además de diversas galerías japonesas. Dentro del campo audiovisual produjeron “El cometa: Estructura con capacidad de volar”. Pero no sólo fueron ellos dos los únicos que mostraron sus obras colectivamente, sino que Mercè escayola se les unió en algunas muestras en diversos lugares de Catalunya, caso del Real Monasterio de Santes Creus y de la Capilla de Sant Gaietà de la localidad ilerdense de Aitona. 

Marta acompañó a su padre en varios de los festivales internacionales de cometas tridimensionales desde el año 1988, visitando países como Francia, Gran Bretaña, Noruega, Tailandia, Estados Unidos, China, la India, Colombia, Nueva Zelanda y Japón.

Un artista pluridisciplinar

Joan Montcada i Planes (Barcelona 1925-2017) nació en el barrio de Gracia, en una casa modernista diseñada por el arquitecto municipal Andreu Audet i Puig, especialista en la construcción de teatros y salas de espectáculos, como los teatros Victoria, Condal y Apolo, todos ellos ubicados en el Paralelo barcelonés. 

A los 17 años frecuenta el taller del acuarelista y dibujante Eusebio Navarro y la Academia Valls del pintor y dibujante Nolasc Valls i Martí. En ella asistieron los artistas J. O. Jansana, Modest Cuixart y Antoni Tàpies. En 1943 ingresa en la Escuela Superior de Bellas Artes Sant Jordi interesándose por el dibujo, la xilografía y el grabado calcográfico. Un año más tarde será uno de los propulsores del grupo Betepocs, formado por estudiantes de la escuela, entre ellos Josep Maria Garrut quien fue director de la Casa-Museo Gaudí, y por tanto uno de los máximos conocedores de la obra del arquitecto reusense Antoni Gaudí. Según la diseñadora gráfica y escritora Teresa Costa-Gramunt, el propósito de este grupo era el de “organizar cada año una exposición al inicio del curso y unos campamentos de verano (campamentos pictóricos). Estos encuentros se llevaron a cabo hasta 1957”.

En 1948 obtiene el título de profesor de dibujo en la Escuela Superior de Bellas Artes. Ese mismo año consigue el primer y tercer premio del Concurso de Dibujo que instaura la propia Escuela. Después de haber participado en varias colectivas, su primera exposición individual tiene lugar en el Ateneo de Mahón, presentando un conjunto de pinturas, dibujos y acuarelas. 

En 1968 aprueba las oposiciones en Madrid y es nombrado Catedrático numerario de Dibujo de la Escuela Superior de Bellas Artes de Sant Jordi. Durante el periodo 1975-78 ya ocupa el cargo de subdirector y en 1983 es elegido director del departamento de Dibujo y Diseño, pero ya como   Facultad de Bellas Artes.

Respecto a su participación en exposiciones individuales y colectivas se ha mostrado muy prolífico, pero en cambio a nivel de galerías y salas privadas no tanto, por lo que su obra pictórica no ha tenido la repercusión que merecía. Todo lo contrario ha sucedido en el terreno del muralismo, donde sí se le ha reconocido su labor. Solamente citaremos algunos de sus trabajos más importantes en los años 50 y 60 interviniendo en parroquias, iglesias y conventos principalmente, pero también en espacios privados, como los murales cerámicos de las paredes laterales del salón de actos del IESE en la sede del barrio de Pedralbes de Barcelona. En la misma ciudad, otro mural significativo se encuentra en el Puerto Marítimo de la estación internacional, y en el vestíbulo de la Facultad de Bellas Artes donde hay el estuco mural planchado al fuego reinterpretando el dibujo de Rafael Sanzio, Dos mujeres del incendio del Borgo.

Respecto a sus actuaciones de carácter religioso, sus primeras obras conocidas fueron unas pinturas para la capilla de la pila bautismal de la Parróquia de Sant Pere i Sant Fèlix de Olivella (Barcelona). Posteriormente trabajó en la Iglesia de Betlem (Barcelona), concretamente creó tres murales al fresco de la capilla del Santo Cristo. Fuera de la Ciudad Condal, pintó diversos murales en Sant Jaume de Remolins, Tortosa; la iglesia Arciprestal de Vinaròs; el convento de las monjas Vedrunas de Vic; la iglesia de Sant Doménec de Puigcerda, donde también colocó un vitral de fundición y hierro; en la parroquia de Santa Maria de Cubelles y en la iglesia de Sant Josep Obrer de Castelló de la Plana, pintando la nave central de 43 m2, además de varios vitrales y plafones de cerámica esmaltada.   

De hecho, Joan Montcada es un artista difícil de encuadrar o clasificar dentro de un “ismo” concreto, ya que diferentes críticos e historiadores del arte han relacionado e identificado su obra en el transcurso del tiempo desde un “purismo al estilo de Ingres” a un “expresionismo exaltado”, aunque en realidad su trabajo se acerca más a determinados conceptos abstractos y constructivistas. Es obvio que a medida que iba estudiando, investigando y profundizando en las diferentes disciplinas que desarrollaba, se acercaba más a alguna de estas tendencias, ya que no es lo mismo pintar un mural de carácter religioso, aunque sea creado de manera singular, que una intervención en un edifico público o privado. 

Para Marta Montcada las pinturas de carácter religioso –donde es evidente el concepto de figuración- destacan por la “composición estilizada de los elementos pintados en tonos solares, vivos, transparentes, de manera original, subjetiva, están en un mismo plano o en planos escalonados (…) una estética luminosa y alegre alejada de las más oscuras o complejas formas barrocas y neoclásicas”. 

En cambio, en las pinturas y dibujos que tuve la oportunidad de contemplar en su taller se basan más en temas bien diferentes pero que también le han interesado habitualmente, como son los bosques, las cuerdas, los nudos con forma de serpiente, las nubes y los cometas. Todos ellos están relacionados con la naturaleza y el ser humano, en los cuales la idea de movimiento es bien evidente, y no sólo por su admiración hacia los cometas voladores.

Fue en 1960 cuando el artista empezó a diseñar y construir los cometas tridimensionales, pero no fue hasta tres décadas más tarde que fueron conocidos por el público. Precisamente a partir de su presencia en los festivales internacionales sobre esta disciplina que hemos comentado anteriormente. En los años 1989 y 1990 se tomó un año sabático en la docencia y se dedicó totalmente a la investigación, construcción y vuelo de los cometas.

Otra de sus múltiples facetas artísticas se produjo en el ámbito fotográfico, acudiendo a diversos concursos, mostrando la naturaleza en su máxima expresión, interesándose a la vez por el uso del anamorfismo de los espacios, o lo que es lo mismo, la “deformación reversible de una imagen producida mediante un procedimiento óptico (…) o matemático”. Piero della Francesca ya había empleado este método para desarrollar la perspectiva.

En conjunto si tuviéramos que definir la personalidad y la obra de Joan Montcada seria la de un humanista del siglo XX, ya que encarna la mayoría de las cualidades y singularidades del humanismo renacentista en el que la filosofía, la ideología, la ciencia y la creación se fusionaban armónicamente, originando una nueva manera de sentir, ver y entender el mundo, desde el clasicismo hasta el antropocentrismo, y sobre todo la magnitud de los valores humanos.

En portada: JOAN 100 ANYS Estudio Taller julio/ 2025