Tras seis años en renovación, en agosto pasado Berlín recuperó uno de sus espacios más emblemáticos: la Neue Nationalgalerie (Nueva Galería Nacional). Ahora, el icono arquitectónico de Mies van der Rohe (1886-1969) vuelve a lucir todo su esplendor y abre al mundo su magnífica colección de arte del siglo XX.
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Y lo hace con tres exposiciones estrechamente relacionadas con el edificio: El arte de la sociedad 1900-1945. Colección de la Galería Nacional; Alexander Calder. Minimal/Maximal" y Rosa Barba. In a perpetual now.
El arte de la sociedad presenta una vez más las principales obras del modernismo clásico de la Nationalgalerie, una colección enfocada principalmente en el expresionismo, el cubismo y la Bauhaus, con grandes firmas como Klee, Munch, Kandinsky y Pablo Picasso.
En esta ocasión se exhiben unas 250 pinturas y esculturas de los años 1900 a 1945, donde también sobresalen artistas como Otto Dix, Hannah Höch, Ernst Ludwig Kirchner, Lotte Laserstein y Renée Sintenis.
Las obras reunidas en la exposición reflejan los procesos sociales de una época agitada: los movimientos de reforma en el Imperio alemán, la Primera Guerra Mundial, los años veinte "dorados" de la República de Weimar (con la Bauhaus como principal referente), el ostracismo de las vanguardias bajo el nacionalsocialismo, como así como la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.
Para esta nueva etapa, se escogió también a un contemporáneo de Mies, vinculado estrechamente al museo desde su fundación: Alexander Calder (1898-1976). Su escultura al aire libre Têtes et Queue (1965), que fue erigida para su inauguración, ahora vuelve a estar en la terraza, mientras que en la sala de cristal (Glass Hall) se exhibe una importante muestra de sus obras, tanto en pequeña como a gran escala.
Alguno de estos impresionantes objetos expansivos y, a menudo, móviles del representante estadounidense del arte cinético, se activan hasta cuatro veces al día, lo que permite a los visitantes interactuar con ellos, dando un enfoque abierto y experimental a la muestra, que se puede disfrutar hasta el 13 de febrero de 2022.
Por su parte, y hasta el 16 de enero de 2022, In a perpetual now la artista berlinesa de cine y medios, Rosa Barba, presenta piezas clave de su quehacer entre 2009 y 2021, además de una nueva película que realizó con motivo de la exposición.
Para la reapertura, también se ha creado un área dedicada a la historia de la construcción de la Neue Nationalgalerie (1965-1968) y de su autor, el pionero de la arquitectura moderna Ludwig Mies van der Rohe; esta fue la primera obra que el ex director de la Bauhaus realizó en su ciudad natal, y la última de su carrera, pues falleció poco antes de la inauguración.
La idea original partió de un proyecto –nunca realizado- para el Edificio de Oficinas Bacardi en Santiago de Cuba (1957), que se caracterizaba por el uso de amplias plataformas, plantas cuadradas, retículas ortogonales, cerramientos retrasados respecto de la estructura, y apoyos cruciformes.
El edificio se lee como una caja de acero y vidrio que se levanta sobre un zócalo de piedra, generado por la diferencia de niveles de la calle. Se encuentra distribuido en dos plantas de exposición: una planta enterrada que forma el zócalo, y una planta alta que constituye el pabellón transparente, totalmente libre, que se apoya en ocho columnas y deja abiertas las cuatro esquinas.
Visualmente, es prácticamente un trozo de explanada cubierto… Estas características lo alejan de una estructura cerrada para generar un gran espacio libre, vidriado, permeable y versátil, donde David Chipperfield Architects ha intervenido los últimos seis años (2015-2021), respetado al detalle el legado de Mies, a pesar de haber tenido que desmantelar el edificio por completo, hasta los cimientos.
Las reparaciones han costado 140 millones de euros. Solo para la terminación estructural de la sala de exposiciones superior, se instalaron 1.600 metros cuadrados de vidrio nuevo, se aplicó un nuevo revestimiento a 15.000 metros cuadrados y se repararon 500 cordones de soldadura en la estructura de acero. 800 luces de techo existentes complementadas con LED, 196 rejillas de techo y 2.500 metros cuadrados de losas de granito Striegau fueron reinstaladas después de su restauración.
También se restauró el arbolado original de la terraza, donde se volvieron a colocar numerosas esculturas de la colección, entre las que destacan importantes obras de Henry Moore, George Rickey, Eduardo Chillida y Robert Indiana.
En portada: Tour Eiffel (Robert Delaunay, 1928)
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