Pasar al contenido principal
Sánchez Perrier: dibujante, paisajista y residente del Prado
31May
Artículos

Sánchez Perrier: dibujante, paisajista y residente del Prado

Los ríos, árboles y nubes que conocemos por medio de la mirada del pintor Emilio Sánchez Perrier (1885-1907) tienen su origen en un lápiz. Sus dibujos, que tenían una bonita relación con sus pinceles, podrán verse en el Museo del Prado hasta el día 30 de julio. El artista ha elegido la sala D del Edificio Jerónimos como residencia de verano en su de momento corto pero inolvidable paso por Madrid: es la primera vez que se exhiben todas estas obras.

Vea además: El Prado o un lienzo en blanco para los escritores

Sánchez Perrier nace en Sevilla y bebe del arte de su tierra natal. Formado en la Escuela de Bellas Artes de la ciudad, encontró por el camino a paisajistas como Manuel Fortuny, que marcaron el suyo como artista. Después del tiempo pasado en la capital hispalense, buscaría refugio en la calma del campo, y ahí pintaría ese sendero a la orilla de un río. No le bastaría luego únicamente con su provincia: marcharía a otros paisajes andaluces y del norte español.

Todo lo que vieron sus ojos fue plasmado en cuadernos y diarios de viajes cuyas hojas arrancadas se han convertido en obras de arte de inmenso valor. Vista del Castillo de Alcalá de Guadaíra es un ejemplo de esta etapa de su vida. Sin embargo, este dibujo no pertenece a las 69 de 162 obras expuestas que la Fundación Tatiana donó al museo, sino que lleva en él desde hace muchos años, al igual que las pinturas Vista de Venecia, Paisaje de Gisors y Febrero. Para hablar de esos 69 dibujos que han hecho posible la muestra, podemos referirnos a Apunte de chopos en un carmen de Granada o Entrada a una finca rural en Padrón, A Coruña, por ejemplo.

Sin embargo, ni la exposición comisariada por Gloria Solache ni sus cuadernos de aguada y carboncillo se han quedado en las fronteras de España. El artista desarrolló parte de su carrera en París y viajó a Italia y Marruecos. Allí, todo lo que experimentó lo envió en cartas cuyo encabezado consistía en la representación a mano de todo aquello que aún no se podía fotografiar. Su hermano recibía sus dibujos como quien hoy en día envía una postal desde una tienda de souvenirs. Algo más artístico que pueden permitirse los que poseen este talento. Vista de la laguna de Venecia con la basílica de Santa Maria della Salute al fondo puede servirnos de referencia.

Encabezamiento de una carta: vista de la laguna de Venecia con la basílica de Santa Maria della Salute al fondo Emilio Sánchez Perrier Aguada sobre papel avitelado, 119 x 134 mm Madrid, Museo Nacional del Prado
Encabezamiento de una carta: vista de la laguna de Venecia con la basílica de Santa Maria della Salute al fondo Emilio Sánchez Perrier Aguada sobre papel avitelado, 119 x 134 mm Madrid, Museo Nacional del Prado

 

A pesar de haber sido donadas al Prado, las obras viajarán una vez más. Cuando la muestra llegue a su fin antes de que comience agosto, comenzará la preparación para su estancia en Cáceres. La sede de la ciudad de la Fundación Tatiana, situada en el Palacio de los Golfines de Abajo, albergará los dibujos durante el otoño de este año. Un recorrido más que hacer y en el que, si los lectores y artistas contemporáneos desean, pintar algún que otro paisaje.

En portada: Imagen de la sala de exposición “Emilio Sánchez Perrier. Dibujos”. Foto © Museo Nacional del Prado.

Le puede interesar: 

El Museo del Prado gana un premio Webby gracias a su cuenta de Tik Tok