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Unión de generaciones y sueños: otro motivo de aplauso en el Jazz Plaza
26January
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Unión de generaciones y sueños: otro motivo de aplauso en el Jazz Plaza

Entre las acciones colaterales de la edición 39 del Festival Jazz Plaza el conservatorio Amadeo Roldán se llenó de sonrisas, sueños y empeños, con la visita de los músicos estadounidenses Iymaani Abdul-Hamid y Chris Wright y su intercambio con los jóvenes integrantes de la orquesta de cámara Cuerdas profundas, dirigida por el virtuoso instrumentista, compositor y, sobre todo, maestro, Lázaro Dagoberto González.

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Fueron suficientes dos horas para que el intercambio multinacional se fundiera en un solo abrazo. El músico Alejandro Mayor, líder de la agrupación homónima con parte de su equipo de trabajo y vísperas de su concierto en la sala Bertolt Brecht, compartió la experiencia de regresar a sus predios estudiantiles. Pero esta vez lo hizo acompañado de los músicos estadounidenses Iymaani Abdul-Hamid y Chris Wright quienes conocieron de ese sitio único y perfecto de la creación donde no hay diferencias etarias ni experiencias de vida, siempre que la música lo enuncia e inunde todo.

 

músicos estadounidenses Iymaani Abdul-Hamid y Chris Wright y su intercambio con los jóvenes integrantes de la orquesta de cámara Cuerdas profundas

 

El maestro Lázaro Dagoberto se encargó de mostrar un repertorio donde lo cubano y lo foráneo fue interpretado con todo rigor, trayendo al presente clásicos del pentagrama nacional, así como otras bandas sonoras que han trascendido del universo fílmico para formar parte de los recuerdos melódicos y sentimentales de varias generaciones.

Chicos y féminas—que suman 17 corazones latiendo al unísono— compartieron con los visitantes: Iymaani en la viola, y Chris en el bajo; mientras en medio de pequeños descansos el Maestro González hablaba de esos nexos constantes entre las naciones provenientes del elemento africano y cómo este sigue siendo sostén de las más variadas sonoridades contemporáneas.

 

músicos estadounidenses Iymaani Abdul-Hamid y Chris Wright y su intercambio con los jóvenes integrantes de la orquesta de cámara Cuerdas profundas

 

En ese contexto, Cuba como potencia musical, una de las tres mayores del mundo, que además de proveedora es receptora de cuanto mucho y bueno se ha gestado en materia musical se encarga de preservar el arsenal musical en manos de las más jóvenes generaciones. La orquesta Cuerdas profundas es una muestra perfecta de ello.

Al decir de Lázaro Dagoberto González: “Ellos son una raíz que siempre germina, tienen el potencial que necesita un buen músico, pero sobre todo un mejor ser humano, y eso lo logran también en la Orquesta donde todos tienen que pensar en el otro para que suene como debe.”

 

músicos estadounidenses Iymaani Abdul-Hamid y Chris Wright y su intercambio con los jóvenes integrantes de la orquesta de cámara Cuerdas profundas

 

Y ese fue el sustento para llamar a tocar a sus invitados junto a los chicos y chicas de la orquesta que, de inmediato, dejaron de sentirse como tales. La música les conmovió y unió y de esa mezcla emergió un sentimiento común que se tradujo en un largo aplauso.

La mañana del 25 de enero en el conservatorio Amadeo Roldán se llenó de la magia de la música, donde un profesor y padre de una orquesta representativa de la institución acogió a colegas del pentagrama y del corazón. Ellos llegaron a Cuba en busca de música y esta edición del Festival Jazz Plaza se la ofreció aderezada con amor.

 

músicos estadounidenses Iymaani Abdul-Hamid y Chris Wright y su intercambio con los jóvenes integrantes de la orquesta de cámara Cuerdas profundas

 

Fotos: Estanislao Cordero