Tras dos ediciones asistiendo a ARCOmadrid como parte de su programa comisariado Opening, la galería habanera “El Apartamento” da el salto al Programa General, con una propuesta curatorial que incluye obras de los artistas cubanos Diana Fonseca, Yaima Carrazana, Reynier Leyva Novo y Juan Carlos Alom.
Según nos informa desde “El Apartamento” la curadora y crítica de arte Daleysi Moya, el hilo conductor de la muestra será la figura (retórica, conceptual y estética) del fragmento: “El fragmento entendido no sólo como amputación y circunstancia aislada, sino también como completamiento.
“Todo fragmento es una interrupción de cuanto que fluye y, en tanto interrupción, se convierte –gracias a su capacidad de escrutinio– en un eficaz dispositivo de análisis. Lo que se aísla puede mirarse con ojos frescos. Desmembrar fortuita o deliberadamente la linealidad de los relatos constituye el paso primero para penetrarlos, desmontar sus sentidos íntimos, alterar lo apariencial”.
Diana Fonseca (La Habana, 1978), Yaima Carrazana (Santiago de Cuba, 1981), Reynier Leyva Novo (La Habana, 1983) y Juan Carlos Alom (La Habana, 1964) toman como punto de arranque “las capacidades inagotables del fragmento. El juego con lo incompleto puede darse en ellos a partir de referencias, apropiaciones, reestructuraciones textuales y visuales, quiebres en los tiempos personales o colectivos…”
Por ejemplo, las “Degradaciones”, de Diana Fonseca, son piezas creadas con trozos de capas de pintura de fachadas habaneras, una superposición aleatoria de restos pictóricos que genera una visualidad abstracta que, sin embargo, recoge la historia de la ciudad en una obra autónoma; la historia de la capital cubana se narra en estas piezas con el lenguaje del fragmento temporal.
En otra esquina del mundo, Yaima Carrazana habla también de una ciudad, de una cultura toda que es, a su vez, el sistema en el que una emigrante intenta reinventarse más allá de lo insular (Serie “Foreign Affairs”). Para ello, echa mano del color y su simbolismo, de retazos de naranjas, verdes, azules y rojos, tonalidades usadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores holandés en su comunicación oficial con los migrantes. Esta paleta de colores se convierte en metáfora de control y vigilancia del otro, el extranjero, el extraño.
En casos como el de Reynier Leyva Novo (que ya estuvo en la Feria, en 2017), el fragmento opera como omisión textual y alteración de la lógica temporal de la Historia. Así, las piezas que participan de “A happy day”, promueven una visión post-utópica de las dictaduras, motivadas por una concepción utópica de la sociedad; se trata de fotografías antológicas de dictadores en las que el protagonista ha sido removido de la composición gracias a un complejo trabajo digital de las imágenes.
Por último, Juan Carlos Alom (otro que repite en ARCO y el más veterano de todos), se relaciona con la noción de lo fragmentario desde una postura de selección y aislamiento del sujeto anónimo. Hay en su quehacer un voluntad de mirar hacia adentro, de detenerse en el hombre de a pie, pieza básica de la filigrana compleja que es la sociedad cubana de hoy.
Más de doscientas galerías de 30 países se darán cita en la 38ª edición de ARCOmadrid, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo organizada por IFEMA, que se celebrará en la capital española, entre el 27 de febrero y el 3 de marzo, con Perú como país invitado; de Cuba, además de El Apartamento, estará La Acacia, como parte del programa comisariado Diálogos.
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