El pintor cubano Tomás Sánchez expone en la X Bienal de La Habana uno de sus paisajes: “Desde la cueva del corazón”, como parte del proyecto Punto de Encuentro, coordinado por el artista Alexis Leyva Machado (Kcho).
“Hacía años que no venía a una Bienal –afirmó Tomás Sánchez–, me pareció interesante participar en este proyecto con una obra que tiene un enfoque diferente. La cueva del corazón es la percepción del mundo como algo cambiante, a partir de un punto estático dentro de uno, o sea, del espacio estático de la conciencia interior.
“Es un cuadro muy optimista, pues plantea, desde ese espacio interior, que aunque venga un tornado por una parte, por la otra ya ha salido el sol. Incluso hay una cascada que está fluyendo todo el tiempo, como diciendo que siempre la positividad fluye en el medio de todos los cambios que ocurran”.
Tomás Sánchez, quien reside desde hace varios años en Costa Rica, valora positivamente su reencuentro con el público cubano: “la gente aquí es muy expresiva, expresa con la misma fuerza el afecto que el rechazo, pero cuando expresa afecto, es exuberante.
Sobre la convocatoria de la Bienal: Integración y resistencia en la era global, apuntó: “Para revolucionar el mundo hay que revolucionar al individuo. Para construir un mundo mejor se pueden cambiar las estructuras, pero a la par tiene que haber un cambio en el individuo”.
Sánchez, que no quiere que lo identifiquen sólo como “paisajista”, señaló que su obra siempre estará relacionada con el ser humano, a través de la meditación y la contemplación: “el mundo visto a través de la óptica de la experiencia interior”.
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