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LOUISE BOURGEOIS
02June

LOUISE BOURGEOIS

La presencia de la aleccionadora muestra de Louise Bourgeois en La Habana –con tan extraordinaria exposición en el Centro de Arte Contemporáneo “Wifredo Lam” y aquellas dos arañas enormes interrumpiendo el paso de los transeúntes a la entrada del Museo de Arte Universal– nos dejó algunas verdades que debían ser analizadas por artistas, así como por críticos, estudiantes y estudiosos de arte.

1. En Cuba, aún con su pobreza material y caribeña pertenencia a la dimensión subdesarrollada del mundo, existe a nivel social una diversa información visual sobre arte, que ha penetrado en personas comunes, distantes de los medios profesionales correspondientes, lo que se evidenciaba en las opiniones de muchos que se paraban delante de la “mamá” e “hija” arácnidos, completando así la función de activar en términos estéticos contemporáneos el ámbito de La Habana tradicional, donde estuvieron.

2. Esas Arañas de sueño y realidad demostraron cómo el arte genuino embellece de modo peculiar (incluso cuando mantiene el aspecto naturalista), seres que pueden provocar repulsión y hasta miedo en las gentes.

3. Tanto esas criaturas naturales agigantadas, como la variadísima prueba de cuanto creó, contenida en las obras exhibidas en el Lam, hablaban claro de que el gran arte (como lo ha sido el de Louise Bourgeois) es ajeno a la repetición de fórmulas de estilo, a constreñir la noción de contemporáneo a determinado número de operatorias y referentes constructivos, a identificar el lenguaje sólo con ciertos signos y diseños plásticos, a mostrar el tiempo de la madurez como inevitable período de agotamiento creador, y a negarle a los artistas de edad avanzada la posibilidad de rejuvenecerse en su expresión y lograr establecer puentes de relación fecundante –mediante la cultura y la imaginación– con los jóvenes que transitan el terreno de hacer y conocer lo artístico.

4. A la vez, toda la Bourgeois puso de manifiesto que la riqueza de espiritualidad, de vivencias, de sueños, de dominio de métodos y materiales diferentes del oficio, de referentes que pueden incluir desde lo más clásico hasta lo cotidianamente lúdicro, de sentido de las manualidades y la percepción formal, de pasión y una capacidad abierta de interrelacionarse con todos los planos de la realidad y todos los “misterios” de la antropología, la cultura humanística y la tecnología, propician modos superiores e inagotables de ejercer la práctica productiva y valorativa del arte.

Nota:

La pintora y escultora franco-estadounidense Louise Bourgeois, considerada una de las representantes más importantes del arte contemporáneo, murió a los 98 años, el 31 de mayo último.

Nacida en París en 1911, su obra fue exhibida en grandes museos, entre ellos el de Arte Moderno de Nueva York, el Centro Pompidou de París y la Tate Gallery de Londres. El prestigioso centro de arte contemporáneo Fundación Proa de Buenos Aires tenía previsto inaugurar una gran muestra de la obra de la artista para marzo de 2011. En 1999 obtuvo el León de Oro en la Bienal de Venecia.