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CHANCE
24April

CHANCE

(Boltanski en la 54 Bienal de Arte, Venecia)

 

El artista Christian Boltanski, figura mayor de la escena artística internacional, representará a Francia en la 54 Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia (4 de junio - 27 de noviembre 2011) con una instalación que llevará por título Chance (Suerte).

 

La obra presentada en Venecia es optimista y se encuentra al centro de su propia reflexión sobre las leyes del azar y el destino: azar al nacer frente al azar de la muerte. ¿Estará todo escrito y definido por anticipado? ¿Qué es lo que preside el destino de cada uno de nosotros? ¿Los dados están lanzados desde el principio? ¿Dios está presente o ausente?

 

El artista ha escogido como comisario de su instalación veneciana a Jean-Hubert Martin, que es director de honor del Museo Nacional de Arte Moderno "Georges Pompidou" de la ciudad de París.

 

La edición 54 de la exposición internacional está bajo la tutela de la Comisaria Bice Curiger, historiadora y crítica de arte suiza. Esta exposición tiene como tema “ILLUMInations: “las iluminaciones” puesto que la bienal es uno de los más importantes foros para la diseminación y la propagación de las luces en lo que concierne a la evolución en materia de arte contemporáneo, en el dominio del arte internacional.

 

EL PABELLON DE FRANCIA

En la entrada del Pabellón, el visitante es invitado a sentarse sobre una serie de sillas de madera. Una voz le murmura alguna cosa, cada silla le “habla” en una lengua diferente: ¿es por última vez? ¿Mensaje de esperanza? O ¿noticia amenazante?

 

El interior del pabellón es recorrido por una cinta transportadora que hace desfilar a gran velocidad la cara de cientos de fotos de niños. La cinta se detiene de manera aleatoria, y una de las caras se ilumina bajo un timbre estridente. El azar ha designado a un niño. El sistema vuelve a ponerse en movimiento, las caras siguen desfilando hasta otra parada de la imagen, un nuevo timbre, un próximo será escogido por las leyes del azar.

 

En cada una de las salas laterales se encuentra un contador cuyas cifras luminosas desfilan. El letrero de la izquierda cuenta en tiempo real los nacimientos ocurridos en el mundo mientras que el de la izquierda cuenta las muertes. Cada día a media noche, nos libran el balance de la jornada. Es siempre el contador de los nacimientos que indica el número más elevado. Como una victoria a diario renovada de la vida sobre la muerte.

 

En la tercera sala se encuentra una gran obra mural que consta de una pantalla vídeo monumental sobre la cual desfilan las imágenes de fragmentos de caras cortadas. El visitante puede intervenir mediante un interruptor para hacer una pausa. Las caras en tres pedazos diferentes constituyen entonces individuos extraños, barrocos, o monstruosos, como si fueran el fruto de una imaginación desbordante. Si la suerte está presente y que las tres partes de la imagen corresponden a la misma cara, se gana la obra expuesta.

 

Christian Boltanski nació en 1944. Hijo de madre cristiana y padre judío convertido al catolicismo, se cría en el seno de una familia francesa de clase media y atea. Durante la infancia y la adolescencia, Boltanski encuentra en su hogar varias posibilidades de aprendizaje y desarrollo. Así comienza tempranamente su acercamiento al arte, especialmente al mundo de la pintura, pintando sus propios cuadros (en su mayoría dibujo de carácter naïf). El año 1967 es capital para su carrera posterior: a los 23 años, con la intuición de haber madurado y de no ser ya adolescente –según sus propias palabras– abandona la pintura para dedicarse a la actividad de recolección de elementos, tanto objetos como fotografías, y se inclina definitivamente hacia los medios expresivos no pictóricos.

 

De formación autodidacta, Boltanski empieza a trabajar al final del período minimista, lo que marca profundamente su obra. Una obra que será construida alrededor de unos pocos principios y cuestiones: la muerte, la vida, la ausencia, las desapariciones, el artificio.

 

Sus trabajos son habitualmente clasificados como instalaciones que abordan las posibilidades y los fuegos de la memoria, tanto personal como colectiva. Conformada por medios y soportes diversos (periódicos, pertenencias personales, ropa usada, fotografías, cajas...), su obra se cuenta entre una de las más significativas de la generación de posguerra.

 

Más información: www.heymann-renoult.com