Unos 30 países de las Américas y el Caribe estarán representados en la 54 Bienal de Venecia (4 de junio-27 de noviembre): Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, México, Uruguay, Venezuela, Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, entre otros.
En el conjunto de pabellones nacionales figura el del Instituto Ítalo-Latinoamericano de Cultura (IILA) –cuya inauguración está prevista para este viernes 3 de junio, a las 13.30 horas, en Isolotto dell’Arsenale, Campo della Tana–, con obras de artistas de toda América Latina explorando, desde recursos contemporáneos, los 200 años de la independencia.
Titulada con un verso del poeta uruguayo Mario Benedetti: Entre siempre y jamás –esta exposición que el IILA organiza desde 1972 invitado por la Bienal– contiene obras de los artistas Leticia El Halli Obeid (Argentina); Narda Alvarado (Bolivia); Neville D’Almeida (Brasil); Sebastián Preece (Chile); Juan Fernando Herrán (Colombia); Sila Chanto (Costa Rica); Reynier Leyva Novo (Cuba); María Rosa Jijón (Ecuador); Walterio Iraheta (El Salvador); Regina José Galindo (Guatemala); Cultural Example of Voodoo Patrimony (Haití); Adán Vallecillo (Honduras); Julieta Aranda (México); Rolando Castellón (Nicaragua); Humberto Vélez (Panamá); Claudia Casarino (Paraguay); Fernando Gutiérrez (Perú); David Pérez Karmadavis (República Dominicana); Martín Sastre (Uruguay) y Alexander Apóstol (Venezuela).
Dado el perfil del Instituto Ítalo-Latinoamericano, se incluyen artistas europeos que abordaron el mismo motivo: Alberto de Agostini (Italia), Gianfranco Foschino (Italia/Chile), Christine de la Garenne (Alemania/Venezuela), Olaf Holzapfel junto a Teresa, Mirta, Dionisia, Noelia y Luisa Gutiérrez de la comunidad indígena Wichi (Alemania/Argentina) y Bjørn Melhus (Noruega/México).
El IILA ha contado para este trabajo con Patricia Rivadeneira como comisaria del Pabellón; Alfons Hug, convocado por el IILA como curador de Entre siempre y jamás, y Paz Guevara, curadora asociada junto a Rivadeneira. Hug fue curador de la Bienal de São Paulo en 2002 y 2004, y de la Bienal del Fin del Mundo, Ushuaia, en 2009. Actualmente vive en Río de Janeiro y dirige el Goethe-Institut.
Durante seis meses, la Bienal abre espacios en varios puntos de la ciudad para exposiciones colaterales, actividades formativas como “Biennale Sessions” dirigidas a estudiantes universitarios y de disciplinas artísticas, y el ciclo de conferencias “Meetings on Art”. En esta edición es considerado récord el número de países participantes: 88 (once más que en 2009), entre ellos algunos que acuden por primera vez como Haití, Andorra, Arabia Saudita, Bahrein y Bangladesh.
Para la muestra internacional, la curadora Curiger invitó a 82 artistas de todo el mundo, entre ellos 32 mujeres, un tercio de ellas: menores de 35 años. El lema “ILLUMInazioni-ILLUMInations”, representa “un espíritu que traspasa los confines nacionales en una época en la que los artistas tienen una identidad poliédrica”, ha dicho la comisaria de la Bienal, la historiadora suiza Bice Curiger.
“ILUMInaciones destaca la comprensión intuitiva y la iluminación del pensamiento fomentados por un encuentro con el arte y con su habilidad de afilar las herramientas de la percepción. Mientras que la última bienal subrayó la creatividad constructiva, ILUMInaciones se centra en la experiencia iluminadora, en las epifanías producto de la comprensión intelectual intercomunicativa. En ILUMInaciones también resuena el Siglo de las Luces, atestiguando la perdurable vitalidad de su legado”.
Curiger es una intelectual de mucho prestigio internacional. En el Kunsthaus Zurich desarrolla el trabajo curatorial paralelamente a sus funciones en el sector editorial. En 1984, fue co-fundadora de la prestigiosa revista de arte Parkett, de la cual es editora en jefe. Ha sido la directora de publicación de la revista Tate etc., de la Tate Gallery de Londres desde 2004.
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