El próximo martes 12 de agosto culminan en San Carlos de La Cabaña las exhibiciones de arte cubano colaterales a la Oncena Bienal de La Habana. Mucho de lo mostrado nos sorprendió favorablemente, pero algunas muestras dejaron inquietudes en los espectadores comunes y especialistas: ¿se trataba de propuestas netamente pensadas para el mercado?, ¿apostaban por la renovación o se afincaban en lo “seguro”? Algo muy positivo: la “competencia visual” entre lo joven y lo establecido sin dudas hizo pensar a todos los que recorrieron bóveda a bóveda La Cabaña.
En los últimos días nos asombró una noticia: la bóveda G-2, donde se encontraba Condenado, de Lorena Gutiérrez, se incendió debido a un problema eléctrico.
Lorena se graduó con esta excelente pieza, suerte de environment o escenografía, del Instituto Superior de Arte. El ambiente psicodélico creado por los reflejos de la jaula-luminaria que pendía del techo en el material holográfico que cubría las paredes y el suelo, conspiraba en la creación de una experiencia en la que el encierro, o la condena se desplazaban conceptualmente desde la estructura que habitualmente lo simboliza hasta el propio espacio. Pero también de ello podía surgir una interacción lúdica. Y así fue para muchos de los que visitaron La Cabaña hasta el 24 de mayo. (Ver: Yainet Rodríguez, La condena del condenado)
La artista ha solicitado a sus amigos y colegas toda la documentación informal de Condenado (fotos o videos), pues le interesa mucho revisitar la pieza desde la visión de otros. Nos hacemos eco de ello. La información se estará recepcionando en la dirección electrónica studio_lorenagutierrez@yahoo.es.
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