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Noé Bermejo  …de un color sufrido: alivio de luto
09April
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Noé Bermejo …de un color sufrido: alivio de luto

…de un color sufrido: alivio de luto, es la segunda fase de la muestra que Noé Bermejo que realizó en El Palomar en octubre de 2014 titulada …de un color sufrido. Tras el interés de Tasneem Salam por el artista y su trabajo, a raíz de la primera exposición, nos complace anunciar la metamorfosis de este proyecto generativo que hemos acompañado y que ahora presentamos en Tasneem Gallery, con piezas ad hoc.

 



…de un color sufrido se compuso de piezas que releían y contextualizaban el mismo ático de El Palomar: el último piso de un edificio de principios de siglo. La casa de la portera. Una ficción, una ilusión confeccionada a través de desperdicios icónicos, de imágenes de las que se alimenta el omnívoro sistema del imaginario del españolito medio. Definiéndose  todo a base de imágenes tremendamente comunes, en las que es muy fácil verse reflejado. Buscando clichés llenos de denominadores comunes de nuestro imaginario -que pertenecen a nuestra historia y a nuestra cultura- llenos de espacio para lo banal y lo convenido donde todos podríamos encontrarnos y reconocernos. Se trató de verificar, confirmar, y constatar la historia vital y la existencia de esa mujer, la portera: una mujer nacida para sufrir.

 



Desde la autorepresentación, Bermejo ordena una ficción en la que el artista interpreta a cada uno de los personajes que habitan esta narración. Presentando el  concepto de identidad como algo siempre falso, parcial, banal y estereotipado, susceptible de hundirse o de deshacerse. Insistiendo en lo absurdo de este término que finalmente es siempre un juego de rol. Parasitando su propia biografía y convirtiéndose a la vez en sujeto y objeto para plantear la identidad no como algo único y uniforme, sino en continua construcción, imaginaria y ambigua.

 



Fotos que ya conocemos de antemano,  llenas de lugares comunes propios de una memoria colectiva, para reflexionar sobre el carácter de la fotografía entendida como algo que va mucho más allá de ser un mensaje sin código de pura denotación, en el que la presencia que exige el acto fotográfico no toma más o menos valor por ser  o no ser real -como se plantea continuamente en la fotografía del álbum de familia y el proyecto que se presenta- insistiendo en una deconstrucción del sujeto y una pérdida de lo singular. Fotografías que son el elemento primigenio de todo el trabajo del autor y que derivan en otros elementos que se van configurando por medio del tiempo y la acción en tejidos, objetos y colecciones.

 


…de un color sufrido: alivio de luto sigue examinando la fotografía doméstica como un atributo más de la memoria, un elemento capaz de generar recuerdos y de ser índice apto para transformar y reinventar la historia personal. Incidiendo, a través del disfraz, en los huecos que el álbum de familia deja relegados: el dolor y la enfermedad, la muerte y sus circunstancias, la soledad y su contexto, el sexo, la sexualidad, el deseo y la resignación. El retrato, el retratado y en este caso también el artista, junto a los elementos que intervienen en la narración para establecer un juego entre la realidad y la ficción. El simulacro que se genera entorno al acto fotográfico; plantea los límites de la imagen y de la fotografía como dispositivo narrativo para y de la memoria, en un uso de la fotografía que trasciende al documento,  a la documentación constatadora.

 


En una recolección de imágenes que quieren ser reliquias, que quieren ser fetiches. De imágenes a imaginería, donde los tejidos y la labor callada y paciente de la costura van suturando, zurciendo, hilvanado  un discurso donde se plantea “lo femenino” muy lejos  de algo blando, sumiso, frágil o pasivo. No en vano la aguja sutura pero también hiere.

 


En la exposición se continuará la performance duracional iniciada en El Palomar, en la que el público está invitado a poder participar, colaborando en el bordado de una de las piezas centrales de la exposición. Invitamos además a que quien quiera traer algún objeto personal para hilar en el bordado pueda hacerlo.

 


Sobre el artista

 


Noé Bermejo (1982, León)

 


Es licenciado en Bellas Artes con un máster en Producción Artística por la Universidad Politécnica de Valencia, donde actualmente realiza su tesis doctoral; formación que completa con estudios de artes visuales en la Universidad de Vigo y en la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha participado en exposiciones y proyectos por toda la geografía española, así como en diferentes museos y centros de arte de Cuba, Italia, Alemania, Portugal, República Checa y China.