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Museo cubano de Bellas Artes inunda sus salas de Bienal
23May

Museo cubano de Bellas Artes inunda sus salas de Bienal

La Habana.- El Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba abre sus salas para varias exposiciones de artistas de repercusión internacional, participantes de la XII Bienal de La Habana.

 

La Fundación CIFO (Cisneros Fontanals Art Foundation), auspicia la exhibición de un conjunto de obras del cubano Gustavo Pérez Monzón, un creador con piezas incluidas en el Salón de Mayo y la Bienal de París.

 

Monzón dejó de pintar a fines de la década de 1980 por decisión propia pero aún se le recuerda como partícipe de la mítica exposición colectiva Volumen Uno.

 

El artista ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza artística y en la actualidad dirige la Academia Morelense de las Artes, en el estado de Cuernavaca, México.

 

Después de exponer en Nueva York, el cubano Alexandre Arrechea presenta en su país natal un nuevo proyecto de reflexión intimista, bajo un título sugerente El mapa del silencio, que la curadora Corina Matamoros asocia a una carta de navegación y destaca su enfoque en lo que no ha sido dicho, pese a ser obvio.

 

La especialista en arte habla de una propuesta reveladora de lo oculto en seis obras muy diversas pues la serie incluye dos acuarelas de gran formato, una video proyección, un tapiz y la confección directa de un mural de 25 metros sobre la pared de la galería transitoria.

 

Arrechea deja el convencimiento de ser un artista en el esplendor de su empuje creador, sentenció.

 

El proyecto de Luis Enrique López para la Bienal consiste en enseñar al público 10 compuestos venenosos concebidos en laboratorio a partir de plantas tóxicas cubanas, con rigor científico.

 

Carteles y Video- documentación del proceso de confección, forman parte de la publicidad de los productos dirigidos a 10 destinatarios puntuales: artistas contemporáneos vivos, elegidos por López a partir de su interés personal, en un gesto de singular homenaje contradictorio.

 

Los compuestos serán exhibidos durante la Bienal en las vidrieras exteriores del edificio de Arte Universal y en el vestíbulo del Centro de Información Antonio Rodríguez Morey, de Arte Cubano.

 

Un pionero en el trabajo en el formato de video y video-instalaciones, Raúl Cordero, exhibirá por primera vez en esta isla un grupo de pinturas iniciadas en 2011 y en el cual trabaja todavía.

 

De acuerdo con el catálogo, los cuadros contienen textos que constituyen reflexiones e interrogantes del artista con respecto a cuestiones de naturaleza diversa, se cargan de la potencialidad del revival y terminan por erigirse en memorabilia.

 

Transient poetry (poesía pasajera), título de la exposición, cerrará el programa de la Bienal esta noche con una intervención y puesta audiovisual de Cordero sobre la fachada principal de edificio de Arte Cubano de Bellas Artes.