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Y, como no, El Bosco: La exposición del V Centenario
11July
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Y, como no, El Bosco: La exposición del V Centenario

Hace 500 años falleció una de las figuras más enigmáticas, geniales y fascinantes de la historia del arte, Jeronimus van Aeken, nacido en s’Hertogenbosch (Paises Bajos), fue conocido toda la vida con el sobrenombre de Bosch (El Bosco para los españoles).

 

Ahora, la mayor pinacoteca de España ofrece la mayor exposición del genio con motivo del V centenario de su muerte, una ambiciosa muestra comisariada por Pilar Silva, Jefe de Departamento de Pintura española (1100-1500) y Pintura flamenca y Escuelas del norte del Museo del Prado, que incluye obras del Albertina y el Kunsthistorisches Museum de Viena, el Museum of Fine Arts de Boston, The Metropolitan Museum of Art de Nueva York, la National Gallery de Washington, el Musée du Louvre de París, el Polo Museale del Veneto de Venecia, o el Museo de Arte Antiga de Lisboa. En total 65 obras de arte de las que 25 han sido atribuidas al propio Bosco, nueve a su taller, y el resto correspondientes a otros artistas de la época.

 

Por la complicación de ordenar cronológicamente la vida y obra del neerlandés, la muestra está divididad en 6 secciones temáticas: Infancia y vida pública de Cristo, Los santos, Del Paraíso al Infierno, El jardín de las delicias, El mundo y el hombre: Pecados Capitales y obras profanas, y La Pasión de Cristo. Las secciones cubren desde sus primeros apuntes de paisajes de su ciudad natal y sus inicios junto a otros pintores flamencos de la época, hasta su influencia en el arte del siglo XVI con el epílogo “Después del Bosco”. Una oportunidad para disfrutar de piezas excepcionales como el  'Tríptico de las Tentaciones de San Antonio', la ‘Adoración de los magos’, El Carro de heno y, como no, El Jardín de las Delicias.

 

Con “El Bosco. La exposición del V centenario” se recorren los temas esenciales que el Bosco trata en sus pinturas, fundamentalmente, religiosos y alegóricos. Estos últimos repletos de simbolismo y tradición de la época, de los vicios y virtudes de la sociedad que le rodeaba y de la que se solía burlar en sus lienzos, mostrándoles sus propias costumbres sociales y deformaciones morales.

 

La exposición es también necesaria desde la perspectiva del especialista ya que contribuye a desvelar numerosos interrogantes sobre su obra referidos, sobre todo, al análisis de su catálogo y su cronología. Además, el Museo del Prado, pionero en el estudio técnico de la pintura del Bosco, ha vuelto a analizar sus obras sirviéndose de los últimos avances. El visitante de esta exposición podrá contemplar parte de los resultados de este estudio en la reflectografía infrarroja y la radiografía de El jardín de las delicias, que permiten verificar el proceso creativo de la obra, con los sorprendentes cambios que el artista realizó desde que inició el dibujo subyacente hasta que concluyó la superficie pictórica. 

 

En el gran programa de actividades organizado en torno a la exposición se incluye el espacio audiovisual Jardín Infinito: un viaje sensorial por el tríptico de "El Jardín de las Delicias", creado por el artista Álvaro Perdices y el cineasta Andrés Sanz.