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Una película ilustre
12December

Una película ilustre

Por Jorge Fernández Era

 

Avalado por un premio en el Festival de Venecia al mejor actor (Oscar Martínez) y por la Espiga de Plata  y Mejor Guion en el de Valladolid, no por gusto el filme argentino El ciudadano ilustre fue el encargado de abrir la sección competitiva de largometrajes de la edición 38 del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Sobre el por qué del reconocimiento internacional de crítica y público de esta película de los realizadores Mariano Cohn y Gastón Duprat versó la conferencia de prensa ofrecida en el salón Taganana del Hotel Nacional por los actores Dady Brieva y Andrea Frigero, dos de los integrantes del elenco. Arte por Excelencias, asistió para relatarlo a sus lectores.

 

Prácticamente desconocidos para el público de la Isla, ambos gozan de gran popularidad en el país austral. Dady Brieva (1957) es un humorista y conductor que ganó popularidad por el programa televisivo Agrandadytos del Canal Trece de la televisión argentina, y en el año 2001 obtuvo el Premio Martín Fierro al mejor actor de telecomedia por El sodero de mi vida. Andrea Frigero, por su parte, fue, antes de dedicarse a la conducción de programas televisivos y a la actuación, una modelo acreditada por su carisma y belleza.

 

En El ciudadano ilustre ambos actores complementan el protagonismo de lujo de Oscar Martínez, quien interpreta al personaje de ficción Daniel Mantovani, primer Premio Nobel de Literatura en Argentina, quien escribe menospreciando su lugar de origen y se debate luego ante el conflicto de ser recibido allí para serle otorgado el título de Ciudadano Ilustre. «Oscar Martínez —declara Andrea— es un gran actor; la película está apoyada prácticamente sobre sus hombros, pues tiene una constante aparición en el filme. A pesar de que fue una película que estuvo cocinándose durante mucho tiempo, nunca hubo dudas de que Daniel Mantovani era él, que Dady era Antonio y que yo era Irene».

 

Sobre cómo en el filme quedan al desnudo los conflictos sociales que conmocionan a la sociedad argentina, Dady apuntó: «Yo me crié oyendo la frase: “De esto no se habla”, y todo el mundo sabía que en los pueblos había mucha violencia de género, que la corrupción y la trata de personas eran hechos cotidianos… Lo que ha hecho esta película es echar por tierra este mito, tener una honestidad brutal con este tipo de cosas, mostrar un pueblo que se fagocita a sí mismo, con mucha miseria. Todo lo que se ve es parte de lo que pasa, ha pasado y forma parte de nuestro ADN».

 

El ciudadano ilustre es desde ya uno de los favoritos para obtener el Coral al mejor largometraje de ficción.